Gina Lollobrigida no ha tenido suerte con los hombres de su vida /
Fue una de las grandes divas del cine italiano. Gina Lollobrigida nos ha dejado este lunes, 16 de enero, a los 95 años de edad. La actriz, que será recordada por películas como 'La ley' o 'Salomón y la reina de Saba' (rodada en España) llevaba varios días ingresada en un hospital de Roma.
Es difícil resumir en pocas palabras la carrera de las grandes divas clásicas del cine como Sofía Loren o Grace Kelly . Pero sobre todo resulta complicado cuando en ese relato intentamos aclarar qué ha pasado en la complicada vida privada de estas mujeres. Gina Lollobrigida entra de lleno en ambas categorías.
Ganadora de un Globo de oro y cinco premios Donatello, actriz bellísima y de gran talento, su vida privada ha sido un desbarajuste. Gina Lollobrigida ha mantenido su estatus de estrella en Italia, pero tan famosos son sus éxitos en la gran pantalla como sus fracasos a la hora de gestionar la relación que ha mantenido con los hombres de su vida y buena prueba de ello es todas las ocasiones en las que ha acudido a los tribunales por su culpa. Uno de los últimos en «traicionarla» fue su propio hijo, Milko Skofic, pero no fue ni mucho menos el primero.
La versión «oficial» afirma que Javier Rigau y la estrella italiana se conocieron en Mónaco en 1984 y se convirtieron casi en seguida en amantes. Oficialmente él tenía 23 años y ella ya había cumplido 57, pero años más tarde él dejaría caer en varias entrevistas que esa no era su edad real sino que cuando se produjeron esas experiencias era «mucho más joven», pero un contrato firmado con la actriz le impedía concretar más.
Si este primer episodio de su encuentro resulta confuso, lo que ocurrió a continuación lo fue aún más. En 2016 Gina Lollobrigida declaraba que, en realidad, ella y Javier se conocieron en 2004, no hacía dos décadas. Y por si las versiones de los amantes no fueran suficientemente divergentes, el matrimonio inscrito por poderes en una iglesia de Barcelona en 2010 lo fue aún más.
Gina Lollobrigida confesó que en 2006 había pensado en casarse con Javier Rigau, pero que después decidió que no. En 2013 descubrió para su sorpresa y vía internet que llevaba tres años casada con el para entonces empresario catalán. Recurrió a la justicia que en 2015 archivó el caso porque consideró que la firma de Gina Lollobrigida en los documentos aportados para dar del matrimonio era legítima. Con el Vaticano tuvo más suerte, consiguió la nulidad de la unión.
De nuevo un hombre joven entró en la vida de Gina Lollobrigida y de nuevo salió mal. Andrea Piazzolla tenía 25 años en su primer encuentro con la actriz, ella 86. él la ayudó a montar una exposición de esculturas en Qatar y desde ese momento se volvió imprescindible para la actriz. Era el año 2013 y Andrea fue contratado como asistente de Gina Lollobrigida, pero de lo laboral pasaron a lo personal y de ahí al abuso. La familia de la actriz define a la figura de Andrea como la de un auténtico «gigoló», Gina Lollobrigida se ríe de esa acusación.
Sean amantes o no la evolución de Andrea de asistente a confidente y de mejor amigo a representante y administrador de la fortuna de la actriz fue considerado por la fiscalía de Roma como una estafa. En diciembre de 2020 se llevó a juicio a Andrea Piazzolla por «dilapidar» el vasto patrimonio de la actriz de 2013 a 2018. ¿Quién interpuso la denuncia? El ex marido de Gina Lollobrigida, Javier Rigau, junto al hijo de la actriz, Milko Skofic y su nieto Dimitri.
En 1949 la bella Lollo pasó por primera vez por el altar: se unió a Milko Skofic, un médico siete años mayor que ella, que acabó convertido en su mánager y el padre de su único hijo, Andrea Milko Skofic. Pero en 1971 Gina Lollobrigida ya tenía claro que su matrimonio estaba muerto y pidió el divorcio.
A lo largo de las décadas la actriz intentó que su hijo permaneciera al margen de los escándalos, pero en 2014 su relación explotó en mil pedazos y la culpa fue, como en los casos anteriores, por su fortuna. El hijo de la actriz acudió al tribunal de Roma «preocupado« por su madre pero, al final, lo que consiguió es que se nombrara un administrador externo para gestionar el patrimonio de su madre. En aquel momento madre e hijo hacía dos años que no se veían.
La noticia de que un administrador nombrado por la justicia sería el encargado de gestionar sus bienes y que requisara muchos de los objetos de valor de la casa de la actriz para evitar que pudiera venderlos en subasta supuso un duro golpe para Gina Lollobrigida.
Peor aún fue que tanto la justicia italiana como su propio hijo declararan al mundo que no era capaz de gestionar sola sus asuntos por su «incapacidad mental». No era la primera vez que Milko Skofic intentaba esa maniobra, desde 1992 la idea de que su madre estaba senil fue lanzada varias veces y de varias formas a los medios, tantas que al final la actriz concedió una entrevista en Il Corriere de la Sera en la que declaró. «Mi vida es mía, trabajo desde que tengo 18 años y siempre he cuidado de mí misma. Y estoy lúcida».
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En 2016 el problema entre ellos saltó de nuevo a los medios y a los tribunales con el mismo argumento: la edad y estado mental de la actriz. «Yo soy fuerte. Mi hijo, desgraciadamente, no. Lo que está haciendo es un tremendo error. Me indigna, porque durante toda mi vida me he esforzado por mantenerme al margen de los escándalos. ¿Por qué me hace esto? He sido de lo más generosa con él», aseguraba la actriz en las páginas de Vanity Fair.
Con el tiempo, la escalada de tensión madre-hijo fue aumentando y acabaron viéndose las caras en un tribunal. «Mi hijo está en mi contra porque quiero hacer lo que me dé la gana con mi vida. Me siento humillada. Merezco respeto. Tengo derecho a vivir y también a morir en paz», declaraba la actriz hace solo un año entre lágrimas en la televisión.
20 de enero-18 de febrero
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