La ¿provocación? racista de la Princesa de Kent a Meghan Markle

El pasado miércoles, Meghan Markle participó por primera vez en un evento oficial de la Familia Real británica: un almuerzo navideño en Buckingham Palace, con la presencia de la mismísima Reina. Además, la ocasión sirvió para que Markle fuera presentada al grueso de la familia, ya que más de 50 miembros de la misma asistían al famoso 'lunch'. Dicen que fueron momentos muy agradables, sobre todo los compartidos con las princesas Beatriz y Eugenia, hijas del príncipe Andrés y Sarah Ferguson. Otros, sin embargo, pudieron ser más tensos.

La Princesa de Kent, esposa del príncipe Michael de Kent, ha sido la encargada de poner la nota discordante en este paseo de rosas que está resultando la llegada de Meghan Markle a la Familia Real británica. La prima de la reina Isabel II fue fotografiada a su llegada al Palacio de Buckingham, en su coche, luciendo un broche ofensivo por su referencia a las personas racializadas. Se trata de un busto de un hombre etíope, lujosamente decorado.

Aunque en el pasado este tipo de piezas eran habituales en la alta joyeriá, en la actualidad se considera que este tipo de fetichización de las personas negras no es respetuoso, sino anticuado e insensible. En Estados Unidos, donde la cuestión racial está fuertemente regida por lo políticamente correcto, se consideraría una auténtico insulto, casi un tabú. Sea cual sea la opinión de la Princesa de Kent al respecto de la representación de las personas racializadas en según qué contextos, resulta al menos inapropiado que haya elegido precisamente la presentación oficial de Meghan para elegir un adorno así. ¿ Tanto interés tenía en incomodar cuando no ofender, a la prometida del príncipe Harry por su origen birracial?