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Empecemos por los royals más románticos que existen para nosotros: el rey Felipe VI y la reina Letizia. Estamos tan acostumbrados a verlos en su actual papel regio que a veces se nos olvida lo importante que fue en su día su compromiso. La declaración de amor del entonces príncipe Felipe a la entonces periodista Letizia Ortiz quedará inscrita para siempre como una de las historias de amor más románticas de nuestra monarquía. No es de extrañar que hasta hiciéramos una serie de televisión de su historia. Pero nuestros monarcas no han sido los únicos que han protagonizado momentos y escenas dignas de un remake de Love actually, y aquí tenemos algunos ejemplos de ello.
Si hay una pareja real que no recibió ningún apoyo en sus comienzos esa es la que hoy forman el príncipe Haakon de Noruega y la princesa Mette-Marit. Al origen plebeyo de ella se unía que tenía un hijo de una relación anterior con un traficante de drogas, que apenas tenía estudios, que conoció al futuro rey de Noruega en un concierto de rock… demasiada información incluso para un país nórdico.
Pero el príncipe estaba realmente enamorado y todo se acabó solucionando con un muy poco romántico acuerdo prematrimonial y unas disculpas públicas por su pasado de la novia. Aunque la actual princesa aún hoy confiesa que cuando piensa en esa época “le dan ganas de vomitar” por lo mal que lo pasó lo cierto es que acertaron al empeñarse en estar juntos
No es que los ingleses no sean capaces de perder su flema británica si la ocasión lo merece (ahí queda para el recuerdo el l uto eterno de la reina Victoria tras la muerte de su marido o el abandono del trono de Eduardo VIII para irse con Wallis Simpson), pero desde lñuego los Windsor no parecen muy efusivos en sus relaciones… hasta que se presta atención a los detalles.
Por ejemplo, el príncipe Felipe dejó de fumar el mismo día de su boda con la reina Isabel II porque a ella no le gustaba; el príncipe Carlos dirigió a la orquesta filarmónica para darle una sorpresa a Camilla por su 60 cumpleaños; el príncipe William pidió en matrimonio a Kate Middleton con un anillo de la mujer que más había querido en su vida, su madre…
Pero los campeones en el mundo del arrumaco royal en este momento son sin duda los duques de Sussex, Harry y Meghan. Ella se casó con la fecha de la primera cita de ambos bordada en su velo de novia. Él le regaló un cuadro en el que se lee “todo el mundo necesita a alguien a quien amar” cuando eran novios y pidió a la galería de arte que lo dividieran en dos para que cada uno de ellos tuviera solo un pedazo… Ni en los guiones que Meghan Markle recibía en su etapa de hollywood había detalles así de románticos.