La puñalada en el corazón que Diana de Gales le proporcionó a la familia real británica en 1995 con su entrevista en la BBC tiene un trasfondo aún más tenebroso de lo que nadie pensó en su momento. Parece ser que no fue el despecho de una mujer engañada por su marido infiel ( el príncipe Carlos de Inglaterra ) lo que motivó que Lady Di hablara de esta cuestión y muchas otras en su célebre entrevista en el programa Panorama. Parece ser que el periodista Martin Bashir usó a otra persona muy cercana a la princesa de Gales para conseguir esa exclusiva: la niñera de sus hijos Tiggy Legge-Bourke.
Las credenciales de la niñera eran perfectas para hacerse cargo de los príncipes cuando Carlos y Diana de gales se separaron antes de divorciarse. Fue la mismísima dama de compañía y amiga íntima de la reina Isabel II de Inglaterra, lady Susan Hussey, la encargada de recomendar a Tiggy Legge-Bourke para el cargo.
La familia de la niñera no era una desconocida de la familia real (su madre y si tía habían sido damas de compañía de la princesa Ana y su hermano paje de honor de la reina), tenía la formación necesaria, los príncipes la adoraban porque básicamente su trabajo era entretenerlos y, lo que parecía más importante para el príncipe Carlos, su presencia irritaba sobremanera a Lady Di.
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Por una combinación de todos estos motivos Tiggy Legge-Bourke entró en la vida del príncipe Enrique y el príncipe Guillermo de Inglaterra para acompañarlos en sus vacaciones desde 1993 hasta 1999, momento en el que se casó y desapareció del mapa (o al menos lo intentó).
La relación de la niñera con la madre de los niños fue tormentosa desde el primer día. Por lo visto Diana estaba celosa de la joven a la que veía como una “madre sustituta” y divertida. Tiggy era muy cariñosa con los príncipes, pero también permisiva y poco permeable a los deseos de la princesa: tenía claro quién era su jefe. Su lema era “yo le doy lo que necesitan: aire libre, caballos y un rifle mientras que ella les da una raqueta de tenis, cine y palomitas”.
Tiggy Legge-Bourke no se plegó a los deseos de la princesa de Gales y continuó fumando delante de los príncipes y conduciendo un Land Rover por la mitad del campo para que el príncipe Harry pudiera disparar a los conejos desde la ventanilla siempre que le vino en gana. La única vez que estuvo a punto de ser despedida fue en 1998 porque permitió que los niños descendieran a un pozo sin arnés de seguridad ni casco.
Portada de la época con la niñera jugando con el príncipe Harry /
Siendo así las cosas, con una niñera joven y desafiante de un lado y una mujer celosa del otro no es extraño que la prensa sensacionalista inglesa quisiera aprovechar ese filón. Pero sin lugar a dudas quién se llevó el gato al agua del oportunismo fue la BBC y su famosa entrevista en exclusiva de Diana de Gales en el programa Panorama.
En 1996 una investigación de la BBC reconoció que se habían usado extractos de cuenta falsos para coaccionar y presionar a la princesa para que concediera esa entrevista, pero que el responsable de la estrategia no era el periodista Martin Bashir que realizó la entrevista sino su jefe. El discurso cambia en noviembre del pasado año cuando un documental desveló que los extractos no fue lo único que hicieron para presionar a Diana, había más cosas que la propia BBC sabía y encubrió. Entre esas cosas se encontraba el falso aborto de Tiggy Legge-Bourke.
En la secuencia de los hechos que hoy se conoce se muestra a un Martin Bashir que conoce a la princesa en 1995 gracias a un familiar de ella y dos meses después consigue la exclusiva del siglo. Para lograrla le presenta a Lady Di un dossier repleto de pruebas falsificadas que confirman las peores ideas y sospechas de la princesa e incluso implementa nuevas pesadillas, entre ellas que la niñera y Carlos están liados y se van a ir de vacaciones juntos. Como esto no debió de ser suficiente decide aportar al dossier una factura falsa de un aborto practicado a Tiggy Legge-Bourke, por supuesto el hijo era de Carlos.
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Con estos datos en su cabeza Diana de Gales acude a la fiesta navideña para los empleados de palacio y le suelta a la joven delante de todo el mundo “Siento mucho lo de tu bebé” a la que Tiggy Legge-Bourke respondió días después del disgusto amenazando con una demanda por difamación si no recibía una disculpa. En palacio el secretario de la reina investiga si el rumor es cierto y se concluye que no, pero Diana está convencida de lo que Martin Bashir le ha mostrado, habla con su propio abogado y asegura que hay recibo que lo demuestra. Diana de Gales nunca se disculpa con la niñera de sus hijos y accede a hacer la entrevista de la que tiempo después se arrepentiría.