Alexandra de Hannover, por qué la hija pequeña de Carolina de Mónaco es su favorita y la única con sangre azul de verdad (es la princesa con más títulos nobiliarios de los Grimaldi)

Alexandra de Hannover , la nieta menor de Grace Kelly mantiene el pedigrí del estilo (lo demuestra con outfits ideales como este look con falda mini de cuadros ) y, por supuesto, un sitio siempre reservado en el front row de los desfiles de Alta Costura de Chanel, Yves Saint Laurent o Dior, a los que acude acompañada de su madre, Carolina de Mónaco, desde niña. Alexandra llama la atención por su estilo, no puede evitarlo, pero siempre en un segundo plano.

Sin embargo, a diferencia de sus hermanos, Carlota , Pierre (marido de Beatrice Borromeo) y Andrea, que no tienen títulos nobiliarios, ella es princesa de Hannover con tratamiento de Alteza Real, además de duquesa de Brunswick y Lüneburg y princesa de Gran Bretaña e Irlanda y ocupa el puesto decimosegundo en la línea de sucesión al trono monegasco. Es una aristócrata de alta cuna, no solo una «socialité».

Sus padres se casaron el 23 de enero de 1999 , en una discreta ceremonia en la que la novia llevaba un sastre azul cielo que todavía no evidenciaba su embarazo. Alexandra nació en Vöcklabruck, Austria, el 20 de julio de 1999. Es la única hija del príncipe Ernesto Augusto de Hannover y de la princesa Carolina, casados en 1999 y divorciados 10 años después. Fue bautizada por el rito católico Alexandra Charlotte Ulrike Maryam Virginia, el 19 de septiembre en Auerbach, uno de los castillos de caza de su padre, cerca de Grünau, en el norte de Austria. Por parte de su padre, desciende del rey Jorge III del Reino Unido, del emperador alemán Guillermo II, del rey Christian IX de Dinamarca y de la Reina Victoria. Tiene dos hermanastros por parte de su padre, el príncipe heredero Ernesto Augusto y el príncipe Christian de Hannover, y tres por parte de su madre, Andrea, Pierre y Carlota Casiraghi.

Sin embargo, renunció a sus derechos al trono británico , que proceden de su padre, cuando se convirtió al catolicismo, en octubre de 2018, abandonando el luteranismo, la fe de la Casa de Hannover. La ceremonia tuvo lugar en la capilla privada del Palacio de Mónaco, en presencia de su familia materna. Se dice que es la niña de sus ojos de Carolina y por lo unidas que se las ve paseando por las calles de Paris o asistiendo a los desfiles de Alta Costura parece cierto. Ella cuenta que su madre es su gran inspiración y que le «roba» muchas prendas de su armario.

Alexandra es, quizás, la Grimaldi que ha llevado la vida más normal, apartada del foco de los medios. Ha paseado tranquilamente con sus compañeros de curso, ha descansado en la playa con sus hermanos, aunque nunca salía en la foto. Se crio con su madre, tras la separación de sus padres, a las afueras de París, en una propiedad a 40 kilómetros, y estudió en el colegio Le-Mée-Sur Seine. En el verano de 2009, se mudó a Mónaco, donde estudió en el Instituto privado y católico François d'Assise Barré. La joven habla español e italiano además de alemán, inglés y francés. Se dice que con su padre habla en inglés y con su «nanny» lo hacía en alemán, pero tiene el francés como lengua materna.

Se define a si misma como sensible, introvertida y observadora y desea «una vida normal», según contaba en la revista Telva, en la primera entrevista que concedía en su vida, justo antes del confinamiento, en 2020. A los diez años, se convirtió en una afamada patinadora artística, compitiendo en muchos campeonatos nacionales e incluso representando a Mónaco, en 2015, en los Juegos Olímpicos Europeos de la Juventud. Es también una apasionada del fútbol, de la equitación y del esquí. A los veinte años se matriculó en la prestigiosa Universidad de Nueva York, donde estudió Ciencias Políticas y Filosofía, lo que le permitió mantenerse alejada de la atención pública durante una temporada.

Se dice que se movía en bicicleta por la Gran Manzana, en vaqueros y deportivas, y salía tranquilamente a cenar con su prima Pauline Ducruet, que también estaba allí en aquella época. En Telva confesaba que le gustaría dedicarse al arte o a la moda, pero al tiempo admite que la literatura es una de sus pasiones, como le ocurre a su hermana Carlota. También se muestra comprometida con una vida más sostenible.

Pero, con el tiempo, ha evidenciado que la moda tiene un gran peso en su vida. Asistió a su primer desfile con 12 años e hizo su debut en la vida social del Principado cuando tenía 16 años, en el Baile de la Rosa junto a su madre y su hermana Carlota, con un conjunto de Chanel de organza en color rosado. Se cuenta la anécdota de que comentó a la prensa «podéis llamarme solo Alex» cuando se acercaron a ella. No se pierde los desfiles, sentada en primera fila junto a Sabine Getty, Lauren Santo Domingo o Alexa Chung.

Por lo que ha mostrado hasta ahora, su estilo es vaporoso, elegante y muy femenino y la atención de la prensa no ha hecho sino acrecentarse desde que se la vio acompañada. Desde 2016, sale con el jugador alemán de baloncesto Ben Sylvester Strautmann. Él tiene su misma edad y pertenece a una familia de millonarios alemanes. Sus padres trabajan en banca. El joven ha hecho sus pinitos como DJ y ha asistido a acontecimientos familiares de los Grimaldi, como la boda de Carlota y Dimitri Rassam, en 2019, lo que da idea de la seriedad de su relación. También es asiduo a las vacaciones en el yate de Carolina, el Pacha III.

Hoy Alexandra vive en Mónaco y muestra una íntima amistad con Christine Kenecht de Massy, su prima segunda. Tiene también una relación muy especial con Carlota, su hermana mayor, de 34 años, y con sus dos primas, Camille Gottlieb, de 24, y Pauline Ducruet, de 27, ambas hijas de Estefanía de Mónaco. Y si hay un lugar donde, por supuesto, aparece puntualmente todos los años es en el balcón de palacio, desde que es muy niña, en el Día nacional de Mónaco.