Por qué se subasta la casa en Madrid de Beatrice de Borbón: así es el chalé donde vivió excesos y tragedias

La enorme residencia de Beatrice von Hardenberg Furstenberg, conocida como Beatrice de Borbón , madre de Olivia de Borbón y una de las caras más conocidas en la jet set de los años 80, sale a subasta por casi 1,4 millones de euros. Como adelantaba esta semana El Confidencial, esta v ivienda de estilo rústico y con una finca de 3.600 metros será subastada si antes nadie paga los 425.000 que se reclaman. Beatrice von Hardenberg zu Fürstenberg residió muchos años en esta casa, y en los últimos tiempos la compartió con su hija Cristina, fallecida en 2020 justo un mes antes que ella.

Apodada la «Borbón hippie» o la «princesa de las ranas» –adoraba estos animales y coleccionaba todo tipo de objetos con su figura–, Beatrice de Borbón, excéntrica, culta y excesiva, fue un verso suelto en la aristocracia europea de la época. Nació en 1947 en el castillo de Donaueschingen, en la Selva Negra alemana, en se casó en Baden-Baden en 1973 con Francisco de Borbón y Escasany, sexto duque de Sevilla y primo lejano del rey emérito.

Fue la primera directora de la edición española de Vogue –su intervención fue definitiva para que la icónica revista de moda llegara a nuestra país–, y junto a su marido fueron durante años los mejores anfitriones que las celebridades y vividores de todo el mundo podían encontrarse en Marbella. Junto a personajes ya célebres de la noche marbellí como el príncipe Alfonso de Hohenlohe, Jaime de Mora y Aragón o la condesa Gunilla von Bismarck , Beatrice fue clave para que Marbella se convirtiera en el enclave ineludible de la jet set internacional de los años 80.

Tras su divorcio del duque de Sevilla, a principios de los años 90, Beatrice de Borbón –no confundir con Beatriz de Borbón y Torlonia, abuela del conde Alessandro Lequio–, se instaló en el chalet de Las Rozas con su tres hijos: Olivia, la mayor y más mediática (participó en el reality de Antena 3 La Granja en 2011), tenía entonces 16 años; Cristina 14 y Francisco, el menor, apenas 11. La enorme vivienda de estilo rústico y rodeada de una gran extensión de vegetación, ahora muy descuidada, se construyó en 1992 en Las Rozas, uno de los municipios con mayor renta per capita de la Comunidad de Madrid.

El chalet, que se convirtió en residencia familiar de la princesa y sus hijos, está situado muy cerca del Real Club de Golf y cuenta con 894 metros cuadrados distribuidos en dos plantas. Tiene ocho habitaciones, seis baños y, por supuesto, piscina y garaje, y todo en una enorme parcela de unos 3.600 metros cuadrados. Ha estado a la venta en portales inmobiliarios, aunque sin éxito. Ahora, la subasta con un precio de salida de 1,4 €, parece inevitable si ninguno de los herederos sufraga la cantidad del impago, que asciende a 424.155 € (326.273 € la deuda principal y 97.882 € en concepto de intereses).

En la ejecución hipotecaria del chalet aparece la sociedad Disco Puente SL con sede en Marbella, dedicada a la hostelería y de la que Francisco de Borbón von Hardenberg, el hijo menor de Beatrice y heredero del Ducado de Sevilla, es administrador. En el caso de que ni él ni su hermana Olivia, ambos casados y con hijos, sufraguen dicha deuda, la subasta será una realidad y la recordada vivienda tendrá nuevos propietarios. Y probablemente será derruida dado en estado de deterioro en el que se encuentra actualmente.

De los tres hijos que el matrimonio formado Beatrice von Hardenberg y Francisco de Paula de Borbón y Escasany, Cristina, la mediana, fue la que siempre les preocupó más y requirió más atenciones. Su repentina muerte el 13 de febrero de 2020, y en unas extrañas circunstancias que la familia nunca aclaró, fue un duro golpe para sus padres y hermanos, especialmente para su madre, Beatriz. Con ella había convivido en la famosa casa de Las Rozas, donde madre e hija –Cristina era soltera– se cuidaban y entendían.

Beatrice de Borbón, que tenía entonces 74 años y una salud ya muy debilitada, recibió la noticia como una enorme tragedia. Falleció un mes y un día después de Cristina, el 14 de marzo de 2020. Su hija pequeña –la mediana de los tres–, había nacido en Madrid el 2 de septiembre de 1975, y aunque estudió Relaciones Internacionales en el College for International Studies (CIS) y trabajó como traductora varios años, la cocina y los animales fueron siempre su gran pasión.

Mantuvo una vida anónima y tranquila en el chalet de Las Rozas que ahora es noticia, y se formó en el Institute of Culinary Education de Nueva York, especializándose en la alta cocina a domicilio. Tras hacer prácticas en prestigiosos restaurantes como Horcher, Balzac o El Cenador de Salvador, montó su propia empresa de catering llamada Cristina de Borbón. En su momento fue una de las preferidas de la jet nacional, pero la debilitada salud mental de Cristina pudo más que su gran pasión.