Beatrice Borromeo, la bellísima nuera de izquierdas de Carolina de Mónaco que no cree en la aristocracia y es la única capaz de competir con ella en glamour

No todas las nuevas incorporaciones a la familia real de los Grimaldi son tan conflictivas como el hermanísimo de la princesa Charlène , Gareth Wittstock , o los hijos secretos de Alberto de Mónaco . Marie Chevallier es un ejemplo de ello, y Beatrice Borromeo otro. Sus impecables «looks» de Dior o Giambattista Valli, su acierto a la hora de lucir tocados y sus vestidos de gala para el Baile de la Rosa, resplandecientes, pero sobrios, en los que ha lanzado más de un guiño al estilo de la princesa triste de Mónaco, Grace Kelly, han convertido a la epsosa de Pierre Casiraghi, a sus 35 años, es la nuera con más estilo de Carolina de Mónaco .

Hoy es la nueva imagen de la «maison» Dior. Un mono en azul petróleo -una de las prendas más en tendencia de las últimas temporadas-, unas deportivas negras y una banda- turbante con nudo en la cabeza fue el «look» elegido por la marca para presentar a su nueva embajadora en el desfile virtual del pasado invierno.

Pero, además de una relevante «socialite», muy bien conectada con el mundo de la moda, tanto en Italia, su país de origen, como en Mónaco o París (ha desfilado para Chanel, Roberto Cavalli, Paul Smith o Valentino y ha sido embajadora de Armani).

Beatrice Borromeo es una activa mujer de su tiempo, defensora de las mujeres, de la ecología y en lucha contra la corrupción. Tiene una empresa de producción llamada Astrea, en la que filma comprometidos documentales. Los últimos que ha realizado se han centrado en los refugiados climáticos y en las mujeres y el medio ambiente. La joven no ha tenido tampoco reparos en declararse atea y de izquierdas. Ni tampoco en afirmar que la aristocracia es algo anacrónico, una reflexión que levantó críticas teniendo en cuenta desciende ella misma de una familia noble.

Beatrice proviene de una de las familias más ilustres de Italia. Es hija del Conde de Arone, Carlo Ferdinando Borromeo, y nieta del príncipe de Angera. Desciende del cardenal y arzobispo de Milán San Carlos Borromeo. Su madre es Paola Marzotto, cuya familia fundó la casa textil Marzotto. Su abuela es la diseñadora Marta Marzotto y uno de sus tíos es Matteo Marzotto, director ejecutivo de la firma de lujo Valentino.

Entre sus antepasados hay también renombrados políticos, como el senador Rinaldo Taberna. En 2010 se licenció en Derecho y Economía, por la Universidad Bocconi de Milán, y en 2012 cursó un master de periodismo en la Universidad de Columbia, en Estados Unidos. Ha trabajado para la Rai2, donde vertió duras críticas contra el primer ministro italiano Silvio Berlusconni, y en la cadena Radio 105. Ha sido columnista de Il Fato Quotidiano, un periódico progresista, la prestigiosa revista norteamericana Newsweek y la página web The Daily Beast. Y ha realizado arriesgados documentales sobre la mafia, aunque habitualmente escribe de economía y política.

Pierre y Beatrice se conocieron en 2008 y se casaron en 2014, tras un noviazgo inusitadamente largo. Como es costumbre en Mónaco, primero hubo una boda civil en el palacio principesco, para la que se vistió con un exquisito Valentino de Alta Costura en color lila, y una gran ceremonia religiosa, una semana después, en las islas Borromeas, en el Lago Maggiore, pertenecientes a su familia. Se inspiró, una vez más, para esta ceremonia en la elegancia de Grace Kelly con un diseño de encaje de Armani Privé que diseñó ella misma.

Beatrice se ha centrado en los últimos años en su papel de madre de familia –tiene dos niños, Stefano y Francesco– y pasa largas temporadas en el campo. «Mi realidad es muy diferente a lo que aparece en las fotografías de moda», explicaba recientemente en una entrevista concedida a la revista «L'Officiel Monaco». «Paso bastante tiempo en el campo, en una propiedad del sur del Francia, y cuido de mis animales junto con mi marido… Tenemos cabras, vacas, caballos y ovejas».

La pareja cultiva un huerto y elabora pan y queso, con el objetivo de ser autosuficientes. En su retiro campestre es donde más tiempo ha pasado la familia durante el confinamiento. En su día a día, tanto en el campo como en la ciudad, Beatrice muestra su elegancia con prendas sencillas, como monos «denim» y zapatillas. Se levanta a las 7.30 y prepara el desayuno a sus hijos. Ella toma, según explicaba a la revista italiana «Io Donna», el pasado verano, un capuchino, y por la tarde se centra en su productora.

Pasa sus días entre video llamadas, reuniones de trabajo e investigaciones periodísticas y, como muchas madres, se sintió «culpable» cuando regresó a su trabajo, tan absorbente, tras sus dos maternidades. Pero destaca que Pierre Casiraghi es «un padre muy presente» que supone una gran ayuda. Además de su carrera profesional y sus compromisos sociales, Beatrice sacó tiempo para escribir un libro infantil que se llamó «El capitán Papaya y Greta», sobre la travesía del Atlántico que hizo Pierre junto a Greta Thunberg para asistir a la cumbre del Clima de la ONU que se celebró el pasado verano en Nueva York.