Beatriz de Holanda recuerda la trágica muerte de su hijo Friso: así ha sido el homenaje en su honor

La actualidad de la familia real de los Países Bajos pasa ahora mismo por el inminente viaje de Estado de los reyes de España al país del Benelux y también por la noticia de que María del Carmen Cerruti, la madre de la reina Máxima, se muda a vivir con ella. Pero entre tanto, otro gesto más discreto se ha producido también en el seno de la corte con la princesa Beatriz como protagonista.

La que fuera monarca de Holanda hasta 2013 (con la llegada al trono de su hijo Guillemo, ella recuperó su título de princesa y abandonó el de reina) era la figura principal de un acto en el que sobrevoló por encima de todo el recuerdo a su fallecido hijo Friso .

El príncipe Friso, segundo en la línea de sucesión al trono holandés, murió con solo 44 años tras sufrir un trágico accidente de esquí que le tuvo varios meses en coma. Once años después de tener que llevar a su hijo a la tumba, la royal de 86 años ha inaugurado en un parque del municipio de Baarn, un monumento muy especial bautizado como 'La Familia Real'.

Según han reflejado las redes sociales oficiales de la corte holandesa, ha sido el escultor Arthur Spronken el creador de este grupo escultórico fabricado en bronce, que «consta de los retratos de la antigua reina Beatriz, el príncipe Claus y sus tres hijos».

Sin duda, volver a ver el rostro de su difunto hijo habrá provocado en la princesa de Orange una oleada de recuerdos y la sensación de estar de nuevo muy cerca de su querido hijo Friso. En el recuerdo también habrá estado su marido, Claus von Amsberg, fallecido en 2002 a los 76 años y también inmortalizado en la escultura.

Cuando Friso murió, no sólo dejó atrás a su esposa, la princesa Mabel, sino también a sus dos hijas, Luana y Zaria, ahora adolescentes. Aunque desde su muerte la viuda del príncipe Friso ha llevado una vida mayormente alejada de los focos, se ha dedicado en cuerpo y alma a causas benéficas y sigue apareciendo en público de tanto en cuanto. Aunque vive en Londres desde hace años, sigue manteniendo una relación muy estrecha con su suegra. De hecho, Beatriz y Mabel aparecieron recientemente juntas en el Holland Festival.

El 12 de agosto de 2013, el Gobierno de los Países Bajos confirmaba la muerte del príncipe Friso después de que en febrero del año anterior hubiera sufrido un grave accidente mientras esquiaba fuera de pista en una estación de Austria. El royal fue sepultado por un alud y pasó veinte minutos bajo la nieve hasta que el equipo de rescate pudo llegar hasta él y su grupo. Fue trasladado en un avión medicalizado al hospital Wellington de Londres, donde permaneció un año y medio en coma.

«El príncipe Friso falleció por complicaciones surgidas como consecuencia del daño cerebral causado por la privación de oxígeno tras su accidente de esquí», se podía leer en el comunicado que confirmaba su fallecimiento.

Antes del accidente, Friso, el segundo de los tres hijos de la ahora princesa Beatriz, era conocido como el 'príncipe brillante'. Estudió en la Universidad de Berkeley, la Universidad Tecnológica de Delft y la Universidad Erasmus de Róterdam, y se licenció cum laude en Ingeniería y Economía. Posteriormente obtuvo un MBA en la prestigiosa escuela de negocios francesa Insead.

Friso había pasado la mayor parte de su vida como segundo en la línea de sucesión al trono tras Guillermo Alejandro , pero nunca se mostró entusiasmado por su papel. De hecho, cuando era niño le grabaron diciendo: «Puedes pegar a Alejandro, pero no tan fuerte como para que lo maten, porque entonces yo tendría que ser Rey».

El acontecimiento central de la vida de Friso como miembro de la realeza se produjo cuando renunció a su derecho al trono para casarse con Mabel Wisse Smit en una boda no aprobada por el Gobierno de su país.

La pareja había anunciado su relación en 2002 y se comprometió en 2003. Wisse Smit trabajaba para el Open Society Institute de George Soros y la reina la consideraba la nuera ideal. Pero durante el proceso de selección para entrar en la Casa Real, la pareja decidió no revelar el alcance de una amistad especial que ella había tenido en la universidad.

El amigo en cuestión era el barón de la droga Klaas Bruinsma, que se convirtió en uno de los criminales más conocidos del país y que más tarde murió en un asesinato por un ajuste de cuentas.

Wisse Smit negó haber tenido nunca una relación sentimental con Bruinsma, afirmando que en aquel momento no se había dado cuenta de quién era. Pero cuando la prensa holandesa publicó los detalles de su relación, el entonces Primer Ministro Jan Peter Balkenende dijo que estaba claro que la pareja había ocultado información, y que no propondría la ley necesaria para que el Parlamento aprobara la entrada de Wisse Smit en la Casa Real. La pareja reconoció entonces haber sido «ingenua e incompleta» en cuanto a sus declaraciones sobre aquel espinoso asunto.

Uno de los momentos más recordados de Friso ante sus compatriotas se produjo poco después de la muerte de su padre, el príncipe Claus, cuando le tocó acompañar a su madre en el funeral. En aquel momento la arropó durante un largo y majestuoso paseo hasta su asiento mientras ella se apoyaba en su brazo, profundamente apenada.