Así fue la boda blindada de Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo: con cerveza, fotos prohibidas, Carolina de Mónaco convertida en abuela (y la ausencia de todas las casas reales europeas)

Se cumple casi una década de la boda ultrasecreta de Tatiana Santo Domingo y Andrea Casiraghi, el enlace monegasco que convirtió a Carolina de Mónaco en abuela antes que en madrina.

Taiana Santo Domingo y Pierre Casiraghi con sus hijos. / gtres

Silvia Vivas
Silvia Vivas

A falta de adjetivos e imágenes que jujstificaron el relato la prensa rosa definió la boda civil de Tatiana Santo Domingo y Andrea Casiraghi como «divertida». Aunque en realidad, solo con echar la vista atrás bastaba para darse cuenta de que la unión entre el hijo mayor de Carolina de Mónaco y la millonaria heredera de ascendencia colombiana era el enlace más tradicionalmente Grimaldi que había tenido lugar en Mónaco en los últimos tiempos.

Con un escueto «Me complace anunciar el enlace de mi hijo mayor, Andrea Casiraghi, con la señorita Tatiana Santo Domingo», Carolina de Mónaco anunciaba al mundo que su primogénito se casaba con una de las grandes fortunas planetarias encarnadas en su novia de los últimos siete años un 4 de julio de 2012.

Dado todo lo que sucedió después parece que el comunicado oficial de la familia que regenta Mónaco fue una salida al paso provocada por fuego amigo. Una cabecera tan poco sospechosa de querer complicarle la vida a los príncipes monegascos como es Vogue ya había filtrado en su edición italiana un par de días antes del anuncio oficial que la pareja se iba a casar por la iglesia en breve.

Aunque el orden de los factores no alteró el producto final sí se dieron una serie de «irregularidades» en el enlace de Andrea y Tatiana de esas que añaden salseo a todos las bodas monegascas y que le quitaron la razón a Vogue: la ceremonia católica tardaría aún dos años en producirse, porque antes de ella vendrían cosas mucho más interesantes.

Para empezar, aunque la boda se anunciara en 2012 el proyecto nupcial quedó en suspenso. Tan en suspenso que en marzo de 2013 nació el primer hijo de la pareja, Alexandre Andrea Stefano Casiraghi, más conocido como Sasha, convirtiendo a Carolina de Mónaco en abuela antes que en madrina.

Cómo fue la boda civil de Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo

Finalmente se produjo la boda civil el 31 de julio de 2013 que unió a Tatiana Santo Domingo con Andrea Casiraghi, una boda tan blindada que aquellos que no conservan un ejemplar del ¡Hola! de la época se van a quedar con las ganas de regalarse los ojos con los 400 invitados y sus estilismos.

La ceremonia en sí se celebró en el palacio principesco de los Grimaldi en Mónaco y sin una sola cabeza coronada entre los invitados, a pesar de que por aquella fechas Andrea Casiraghi seguía siendo el que heredaría el principado de Mónaco si algo le pasaba a su tío Alberto.

Pero no hay mal que por bien no venga, porque ateniéndose a la letra pequeña del extraño estatus de príncipe de Schrodinger de Andrea Casiraghi los novios tuvieron la boda ultrasecreta que realmente deseaban: al no ser él un royal su enlace no era de interés público y se prohibió hacer y difundir fotos tanto a los medios como a los invitados.

Además, nadie echó de menos la sangre azul en el evento porque la agenda de contactos de la novia suplió con creces la demanda de glamour: por allí desfilaron todas las grandes fortunas europeas, desde los Missoni a los Niarchos e incluso alguna que otra novia de oligarca ruso.

Tatiana Santo Domingo aprovechó la ausencia de cámaras para hacer de su estilismo lo que le vino en gana y acabó siendo definida para la ocasión como la princesa boho chic por su elección de un dos piezas suelto y con escote en V firmado por Missoni. Una elección que obedecía menos a la bohemia que al hecho de que había dado a luz a su primer hijo cuatro meses antes.

Lo que sí fue un canto a la libertad fue que bajó por la escalinata de palacio bajo la atenta mirada de la abuela Carolina de Mónaco (insuperable de rojo) con su larga melena suelta, ondulada y decorada por una coronita de flores que era un trasunto de la misma que llevó en su despedida de soltera en yate y de casi cualquier otra coronita de flores lucida en un after de Ibiza. Con la de tiaras que le podría haber prestado su suegra.

Andrea y Tatiana durante su largo noviazgo. GTRES

Lo de que el perro de la pareja posara en la misma escalinata palaciega por delante de la propia Carolina de Mónaco y los príncipes regentes y presentes ni siquiera merece un análisis.

Tras el «sí quiero» ante testigos los novios se reunieron con sus invitados en el mismo jardín privado diseñado por Grace Kelly que años después disfrutarían en su propia boda Pierre Casiraghi, Beatrice Borromeo y sus puestos de perritos calientes.

En la de Tatiana y Andrea no hubo juegos populares monegascos, aires de la Provenza ni perritos calientes pero sí ritmos africanos, que para algo el hermano de la novia es Dj, y barriles de cerveza en vez de champán.

Todos los invitados acogieron con agrado la idea de relajarse y despedirse de los tacones en semejante sarao que duró hasta altas horas de la madrugada, especialmente Carlota Casiraghi que para entonces estaba embarazadísima de su primer hijo.

Vídeo. Tatiana Santo Domingo, el estilo boho de la nuera de Carolina de Monaco

Así que, al final, los testigos confirmaron que sí, que todo resultó muy boho y muy chic en el palacio de los Grimaldi mientras unos y otros brindaban por los novios vestidos con encajes de colores, eso sí, firmados por Dolce & Gabbana.

Una celebración que fue solo el aperitivo de lo que vendría después: la reina de las bodas ultra secretas que se celebraría en febrero de 2014 y supondría el enlace religioso entre Andrea y Tatiana. Celebrada en Gstaad y en medio de una ventisca de nieve Tatiana Santo Domingo mutó en Elsa de Frozen con Macarena Gómez como representante patria al avento. Pero esta es otra historia y será contada en otro momento.