Los príncipes Juan Carlos de Borbón y Sofía de Grecia se casaron en Atenas en 1962 nada más y nada menos que cuatro veces, dos civiles y dos religiosas. /
Este es el fin de semana en el que Atenas vuelve a vivir otra gran boda real griega: por fin se va a celebrar el enlace religioso entre Felipe de Grecia (más conocido por su nombre griego Philippos) y la rica heredera Nina Flohr . Pero el lugar escogido por la pareja para unir su amor siguiendo el rito ortodoxo es un clásico de la familia rea griega: en la catedral de la Anunciación de Santa María de Atenas también se casaron los padres del novio, Canstantino y Ana María de Grecia , y nuestros reyes eméritos, don Juan Carlos y doña Sofía . Es hora de hacer un poco de memoria sobre el día en el que los reyes (entonces príncipes) y sus prestigiosos invitados de 27 casas reales distintas recorrieron Atenas en una yincana nupcial que les haría firmar cuatro actas de casamiento, soportar dos ceremonias por dos ritos distintos y que acabó con la novia llorando en dos iglesias distintas.
Los recién casados en el palacio real juntos a sus familias y las ocho damas de honor. /
Juanito el de Barcelona, como se conocía al rey Juan Carlos en los círculos royal en sus años mozos, y la princesa Sofía de Grecia tuvieron un primer encuentro en la adolescencia en una especie de «barco del amor» fletado para que los jovencitos de alta cuna intimaran un poco a ver si surgía algo entre ellos o no. No surgió. En aquel momento la futura reina de España estaba enamorada de otra persona, el heredero del trono de Noruega Harald.
No fue hasta la boda de los duqes de Kent en 1961 cuando Juan Carlos y Sofía bailaron un fox despacito y en silencio y surgió la chispa. Un año más tarde se casaron no sin antes llevarse grandes sofocones en el proceso con plantones en el aeropuerto del novio a la novia incluidos. Los padres griegos querían una ceremonia ortodoxa para que su hija no perdiera las opciones a su trono . Los Condes de Barcelona (y Francisco Franco) insitían en que la boda de Juanito tenía que ser católica.
La solución fue salomónica: el mismo día, el 14 de mayo los príncipes se casaron por el rito católico en la catedral de San Dionisio y cumpliendo con el rito ortodoxo en la catedral de la Anunciación de Santa María con dos paradas intermedias en el palacio real ateniense para firmar dos bodas civiles, el acta matrimonial griego y el acta matrimonial español. No nos extraña que la joven Sofía acabara llorando en ambas iglesias. Y después de tanto trajín aún le quedó fuerzas a la pareja para dar un paseíllo en carroza nupcial por las calles de Atenas para jolgorio de la gente que se había apostado en la calle.
Vídeo. Curiosidades del vestido de la reina Letizia
Pero antes del paseíllo de los recién casados el público ya pudo disfrutar del extraño espectáculo de ver a los 143 miembros de las casas reales más coronadas de Europa ir de una iglesia a otra, al palacio y a donde hiciera falta pasenado por las calles atenienses vestidos con sus mejores galas. Seguro que todos aquellos que se aproximen este fin sábado a la catedral de Santa María para cotillear la boda de Philippos de Grecia podrán disfrutar de unas vistas similares con representantes de la casa real española, la de Dinamarca, la de Reino Unido y los mismísimos Hannover al frente.
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