MÁS CERCANOS Y NATURALES
MÁS CERCANOS Y NATURALES
Casa Real no pudo elegir mejor momento para lanzar su perfil de Instagram, o sea, la plataforma llamada a convertir a la princesa Leonor en icono royal para la generación Z. Zarzuela quiso impulsar el décimo aniversario de la proclamación de Felipe VI, celebrado el pasado junio, pero el empujón definitivo del perfil se ha producido gracias al deporte. Dos acontecimientos virales, la Eurocopa y los Juegos Olímpicos de París, han convertido este nuevo canal royal en un exitazo.
En su estreno en Instagram, el perfil de la Casa del Rey no prometía demasiado: las fotos de aquella primera semana no estaban adaptadas a la estética de esta red social y los iconos gráficos del menú resultaban oscuros y tristones. Todo gris, demasiado gris para una plataforma en la que la imagen lo es todo. Por suerte, en poquísimo tiempo le han dado la vuelta, gracias sobre todo a la creciente presencia de Leonor y Sofía en las fotos. Ellas lo son todo.
Seamos justos: ya en los festejos de la proclamación del rey Felipe hubo algún síntoma de la posibilidad de una renovación en la comunicación de Casa Real gracias a Instagram. De hecho, la mejor foto de aquella jornada se publicó en IG: una imagen de la familia real en el balcón, muy sonrientes, y con Letizia asomándose simpáticamente, prácticamente engullida por su marido e hijas. No sabemos quién la tomó, pero soñemos con adjudicársela a la 'community manager' que lleva esta cuenta.
Sabemos que Laura Díaz, la profesional que crea el contenido para Instagram de la familia real, sí sigue a los reyes y a sus hijas en sus salidas. Ella es pues la responsable inmediata del cambio de imagen de la familia real en Instagram, un giro que podemos observar en las publicaciones más recientes. La primera imagen que marcó un antes y un después en la cuenta de Casa Real fue la celebración tras la victoria en la Eurocopa del rey Felipe y la infanta Sofía.
La celebración entusiasta del rey Felipe y la selección española de fútbol tras conseguir la Eurocopa. /
En esa fotografía podemos contemplar al monarca en una genuina expresión de alegría, nada que ver con la habitual sonrisa de trabajo que, por más amable que sea, termina resultando algo automática. Seguramente ayudó la presencia de la infanta Sofía, a la que todo el rato intentaba animar para que soltara su timidez. La combinación de la victoria, la euforia de la selección de fútbol y el ambiente en el estadio olímpico de Berlín fue irresistible.
A partir de esta foto, todo ha ido 'in crescendo'. De hecho, al día siguiente la cuenta de Instagram de Casa Real colgó otra imagen memorable una idea, que, de nuevo, queremos adjudicar a su community manager. Hablamos de la foto retro de Leonor y Sofía, sujetando la Eurocopa en 2008. La idea de vestirlas, de nuevo, con la camiseta de 'la Roja' para que sujetaran la copa de nuevo fue una genialidad entrañable.
Los Juegos Olímpicos de París 2024 han sido el acontecimiento que ha propulsado la cuenta a números apreciables. Insistamos: la presencia de la princesa Leonor y la infanta Sofía en innumerables pruebas a lo largo de los últimos días ha sido clave. Pero, también, la constatación de que vamos a ver selfies de la familia real. Tras aquel primer selfie que Letizia tomó en la graduación de Leonor en agosto de 2021, ya hemos visto al rey Felipe y a sus hijas fotografiándose con total normalidad.
Una gran idea: que Leonor y Sofía replicaran para Instagram la foto de 2008 en la que también sujetaron la deseada Eurocopa. (FOTO: INSTAGRAM)
Si comparamos el número de seguidores del perfil de Instagram de Casa Real con el resto de monarquías europeas, podemos hacernos una idea del alcance de su éxito. En solo dos meses de vida, la cuenta española ya tiene 650.000 seguidores. El perfil de la familia real holandesa, con Máxima y Amalia a toda máquina desde hace años, posee solo 300.000 más. Mary y Federico de Dinamarca van por delante, con un millón de seguidores.
A la cola de las monarquías europeas están Noruega y Bélgica. El perfil de Instagram de los reyes Felipe y Matilde solo reúne a 167.000 seguidores, mientras el de Haakon y Mette-Marit concita a 370.000. Los que juegan en otra liga son los Windsor, con 13 millones y medio de fieles seguidores adictos a los terremotos que hacen tambalear a la familia real británica cada tanto. Además, el carisma del rey Carlos es capaz de dar un momento viral en cualquier momento.
Mientras saludaba a algunos ciudadanos en su reciente visita a Jersey, cuando saludaba a los fans que acudieron a verle a St. Helier una señora le tomó del brazo y le dijo: «Es usted una belleza. Muy guapo», le espetó. Con una media sonrisa, quizá algo azorado, la respuesta de Carlos III dio la vuelta viral al mundo en redes: «El halago te llevará a todas partes», contestó a su admiradora.
Durante la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París pudimos ver la importancia estratégica que tiene una buena cuenta de Instagram. Por ejemplo, para contraprogramar las imágenes de las agencias internacionales, con Felipe y Letizia protegiéndose de la lluvia con sendos ponchos de plástico, con un selfie. Vimos, además, en otra foto como el mismo monarca lo tomaba con su teléfono móvil.
Cuando los espectadores de la ceremonia de inauguración de París 2024 comprobamos que la retransmisión no mostraba a los reyes al paso del barco en el que iba el equipo olímpico español, cundió la decepción. Por suerte, ahí estaba Laura Díaz para inmortalizar el momento con su propio móvil y subir la escena de Felipe y Letizia en pie y aplaudiendo entusiasmados. Una pena que la monarca cometiera el error de mirar, durante un segundo, a cámara. Rompió la magia de la naturalidad.
Apuntemos otro acierto al perfil en Instagram de Casa Real: la progresiva sustitución de los feos diseños gráficos con fondo gris por fotografías, como hacen el resto de casas reales. Ahora mismo, solo resta por ocultar el logotipo que poner 'deporte' y no se entiende: podría albergar las publicaciones sobre la Eurocopa. Para comprobar que no funciona en el perfil solo hay que compararlo con el logotipo olímpico de París 2024.
El próximo cambio, por pura lógica de Instagram, debería ser colocar una imagen de Felipe y Letizia en la foto de perfil, en vez del distintivo de la Casa Real. De nuevo, es algo que hacen el resto de monarquías, donde entienden que la vinculación emocional que buscan con su perfil en redes no puede producirse con un logo, un escudo o un emblema. Conectamos con las personas y, a través de ellas, con las instituciones. A ver cuánto tarda Zarzuela en darse cuenta.