Así se ha comido Camilla Parker Bowles a Meghan Markle: la carrera contrarreloj de dos duquesas polémicas (Cornualles y Sussex) por ganarse el favor real y la simpatía global

La celebración de Jubileo de Platino de Isabel II se salda con una vencedora: Camilla Parker Bowles, la duquesa que ha logrado desbancar a Meghan Markle como la nueva estrella de la monarquía británica.

Pincha para ver la historia detrás de las 15 tiaras más impactantes de la realeza: de Doña Letizia a la reina Isabel II./getty images

Pincha para ver la historia detrás de las 15 tiaras más impactantes de la realeza: de Doña Letizia a la reina Isabel II. / getty images

Elena de los Ríos
Elena de los Ríos

Ambas hicieron temblar la monarquía con su entrada en la familia real británica. De hecho, las dos últimas adquisiciones de la familia Windsor amenazaron directamente dos de los cimientos de una institución que presume de rancia y debe serlo. Camilla Parker Bowles (74 años), duquesa de Cornualles desde su enlace con Carlos de Inglaterra en 2005, había sido la tercera en discordia en el matrimonio de príncipe de Gales y Diana Spencer, la princesa del pueblo trágicamente fallecida en 1997. Amante del futuro rey antes, durante y después de Lady Di, nadie la veía como futura reina hace una década, cuando la reina Isabel aseguró que no sería reina consorte. Meghan Markle, duquesa de Sussex, tampoco llegó sin mochila. Divorciada, actriz de Hollywood, racializada y con un polémico padre que no dejó de realizar declaraciones escandalosas durante su noviazgo y primeros años de matrimonio, no encajó en ningún momento.

El reto no era pequeño: darle la vuelta al papel de oveja negra que la opinión pública había endosado a ambas. Meghan Markle, además, debía hacerlo desde Los Ángeles, donde los duques de Sussex se refugiaron tras salir corriendo de Londres debido al acoso de los tabloides y al cisma familiar que ocasionó el innegable tirón mediático de la actriz. Su estrategia para recuperar el favor de la reina Isabel II y recuperar una posición más cómoda en la familia real ha tenido luces y sombras, pero no parece que vaya a lograr sus objetivos. Por un lado, la pareja ha ampliado la familia dándole a la reina dos nietos, Archie y Lilibeth, que sin duda pesan en las decisiones de la monarca. Por otro, ha puesto en riesgo la monarquía con sus acusaciones de racismo, desprotección y fabricación de mentiras.

¿Qué le pasó a Meghan Markle?

El enfado de la abuela de los Windsor es tal, que ni permitirá a la pareja asomarse al balcón de Buckingham Palace en la celebración de Jubileo de Platino ni ha accedido a concederle a Enrique y Meghan el nivel de seguridad que pretenden para sus visitas a Reino Unido. Ahora, nuevas polémicas rodean a Markle, acusada de oportunista por visitar Uvalde (Texas), la ciudad donde fueron asesinados 19 niños y dos profesoras el pasado martes, mientras su padre convalecía de un derrame cerebral.

El plan de Enrique de Inglaterra y Meghan Markle para sacarle los colores a su familia en Reino Unido no ha podido salirles peor. Quisieron encarnar el futuro de la monarquía como royals alternativos en Estados Unidos, dándole un barniz activista y utilizando todos los resortes de la influencia mediática a su alcance: memorias, entrevistas en 'prime time', imágenes virales… Pero, al final, la esencia de la monarquía, sobre todo de la monarquía británica, es la tradición, y el despliegue de efectismo made in Hollywood no ha calado ni caído nada bien. «Ha confundido los deberes monárquicos con el estilo de las celebrities», ha señalado la experta en casa reales británico Cele Otnes, profesora de Administración de Empresas en la universidad de Illinois y autora del ensayo 'Royal Fever: The British Monarchy in Consumer Culture'.

«Kate Middleton, Diana de Gales y Camilla Parker Bowles saben de la diferencia por el mero hecho de ser británicas. Además, las tres han navegado los círculos aristócratas de Reino Unido. Desde jóvenes se han socializado en ese ambiente y conocen la exclusividad de la marca real y lo que cuesta mantenerla en lo más alto». Esta semana volverá a Reino Unido con Enrique de Gales y sus hijos para participar en el Jubileo de Platino de Isabel II. ¿Conseguirá la pareja aparecer en público o fotografiarse junto a la familia real?

«Meghan no conoce ese contexto», ha aclarado la profesora Otnes en el diario británico Express. «Camilla y Kate sí entienden qué lugar ocupa la familia real en la jerarquía social británica: el más alto». Los últimos movimientos de Camilla Parker Bowles, duquesa de Cornwall, así lo demuestran. Desde que la reina Isabel anunciara que sí sería reina consorte, una validación total desde lo más alto de la familia Windsor a su desempeño como nueva royal, ha sabido encarnar a la perfección lo que se espera de una futura reina.

¿Qué pasó con el ex esposo de Camilla Parker Bowles?

Camilla Parker Bowles se ha entregado a fondo a sus deberes como patrona de 90 asociaciones benéficas y fundaciones, sobre todo las dedicadas a luchar contra la violencia machista. Además, ha retomado el estilo de la reina Isabel, con el plus de lujo que exigen estos tiempos espectaculares (sus sombreros y tocados son siempre irreprochables) y se muestra accesible, simpática y nada encorsetada en sus entrevista y apariciones públicas. Hasta va a aparecer con Carlos en 'EastEnders', una de las series de televisión más querida por los británicos pues se emite desde 1985. Su desenvoltura enamora. Hasta se lleva bien con su ex, Andrew Parker Bowles, viudo de su segunda esposa desde 2010 y ya retirado como oficial del ejército británico.

Es fantástica en la conversación y es agradable estar cerca de ella. Tiene un gran sentido del humor», reveló en una entrevista en la revista Stellar Arthur Edwards, el fotógrafo británico que lleva cuatro décadas siguiendo a la familia real. «Camilla es más amable que Diana, que tenía muchos cambios de humor. Eso no pasa con la duquesa de Cornualles», ha asegurado. «Era la enemiga pública número uno», ha declarado Tina Brown, periodista, experta en casas reales y autora de 'The Palace Papers'.

«Es inconcebible la violencia que recibió. La llamaron vieja, bruja, fea… No ayudó la filtración de aquella llamada de Carlos de Inglaterra en la que la llamaba tampax. Ella lo llevó con estoicismo y, desde su matrimonio, ha cumplido con su papel de duquesa a la perfección. Encantadora y trabajadora, acompaña siempre al príncipe de Gales y le ha convertido en un hombre feliz. De hecho, le ha transformado. Ese ha sido su mayor servicio a la monarquía hasta el momento. Y no es menor».