Carl-Christian de Austria, en el funeral de su esposa. /
Cuando la aristocracia europea aún estaba de luto por la muerte del joven príncipe Federico de Luxemburgo , con solo 22 años, conocíamos otra triste noticia. La archiduquesa Estelle de Austria fallecía a los 46 años, víctima de un cáncer, dejando viudo a su esposo, el archiduque Carl-Christian. Este ahora no solo debe sobreponerse al prematuro adiós a su esposa, sino que debe ocuparse en solitario de una familia numerosa.
La pareja tenía cinco hijos y todos ellos menores de edad: Zita, de 17 años; Anezka, de 15; Anna, de 12; Paola, de 10, y Pier-Giorgia, de cuatro. Ahora Carl-Christian necesitará más que nunca el apoyo de su familia natural, austriaca, y política, francesa, para superar esta difícil circunstancia.
Carl Christian es el hijo mayor del archiduque Rodolfo y de la archiduquesa María Elena y primo del actual jefe de la casa imperial austriaca , el archiduque Carlos de Habsburgo. Aunque la monarquía de este país europeo fue abolida en 1918, la familia ha permanecido al frente de la aristocracia europea y continúa trabajando en favor las comunidades de esta región.
Fue en 2007 cuando la aristócrata, cuyo nombre de soltera era Estelle Lapra de Saint Romain, se casó con el archiduque Carl Christian, bisnieto del emperador Carlos I, último gobernante de Austria-Hungría. Al enlace, celebrado en Montgirod, un pequeño municipio de Saboya, asistieron trescientos invitados, entre familiares y aristócratas europeos, como la princesa Astrid de Bélgica, el príncipe Jean Napoleón, el príncipe Gundakar de Liechtenstein o la princesa Marie de Orleans. A continuación, la pareja se fue de luna de miel a México.
Los archiduques de Austria el día de su boda. /
Actualmente, la pareja y sus cinco hijos residían en la ciudad francesa de Niza, en la Costa Azul. Allí, Estelle se mantuvo alejada de la vida pública y se dedicó a su familia y a diversas actividades filantrópicas y culturales, con especial énfasis en la educación y la preservación del patrimonio histórico. Es de suponer que su viudo quiera perpetuar su memoria, manteniendo también el interés en estas causas a partir de ahora.
Una de las últimas apariciones del matrimonio en un evento social destacado fue en 2019, cuando ambos asistieron al tradicional Baile de Debutantes de París.
Familiares y amigos acudieron a presentar sus últimos respetos a la archiduquesa en el monasterio de Cimiez (Niza). El ataúd de Estelle estaba decorado con flores blancas y cada uno de sus cinco hijos encendió una vela y la depositó sobre el féretro. El sacerdote que ofició el funeral destacó la «amorosa lucidez» de la fallecida.
«Todos los domingos, Estelle y su familia venían a misa al monasterio», añadió el párroco, poniendo de relieve las convicciones religiosas de la aristócrata, antes de que sonaran las inconfundibles notas del Ave María de Gounod.
Entre los asistentes, destacó la presencia del duque de Castro , de Fernando de Habsburgo o del príncipe Serge de Yugoslavia y su novia, Ilona. La princesa Astrid de Bélgica , que acababa de regresar de un viaje a la India, también quiso estar presente en la ceremonia, del brazo de su marido, el archiduque Lorenz de Austria-Este. La archiduquesa descansa ahora en el cementerio de los Vallées.