Margarita Gómez-Acebo contrajo matrimonio con el rey Simeón que estaba exiliado en España con su madre, la reina Juana, en 1962, en Lausana, Suiza. El matrimonio tuvo cinco hijos: Kardam, príncipe de Tírnovo (1962), fallecido en 2015 tras varios años en coma por un accidente de circulación; Kyril, príncipe de Preslav (1964); Kubrat, príncipe de Panagiurishte (1965); Konstantin, príncipe de Vídin (1967); y Kalina, condesa de Murany (1972). La familia real pudo regresar finalmente a Bulgaria en 1996. Simeón fue presidente de su país entre 2001 y 2005.
En la actualidad, Simeón y Margarita han fijado su residencia en la finca donde está enclavado el Palacio de Vrana, en Sofía, donde Simeón pasó su infancia. La familia real ha conservado a lo largo de los años algunas de las tiaras más espectaculares de la realeza, según explica The Royal Watcher. Las repasamos todas.
Fue un regalo del rey Fernando de Bulgaria –abuelo de Simeón– a su prometida, María Luisa de Parma, en 1893, por sus esponsales. Está compuesta por zafiros, rubíes y esmeraldas sobre una estructura de diamantes, y es obra del joyero vienés A. E. Köchert, el diamantista oficial de los Habsburgo. El color de las piedras es el de la bandera búlgara. Fue utilizada por la princesa Juana, cuando se casó con el zar Boris III de Bulgaria, hijo del zar Fernando y la princesa María Luisa, en 1930, y padre de Simeón II.
La princesa María Luisa, hermana de Simeón también la lució en su boda con el príncipe Karl de Leiningen, en 1957. Finalmente, la tiara pasó a la reina Margarita, que la utilizó también en su boda con Simeón, en Lausana, en 1962. La reina Margarita la ha lucido a lo largo de los años, en bailes de la realeza y en eventos oficiales, especialmente en la década de 1960. Hoy todavía pertenece a la familia, aunque hace tiempo que no ha sido exhibida en público.
Parece que esta bella tiara con motivos florales se realizó a partir de un broche de corpiño, que perteneció a la reina Elena de Italia, esposa de Victor Manuel III de Italia, y madre de la reina Juana. Fue precisamente un regalo a esta última por su boda. Está compuesta por flores y hojas de diamantes. La reina Margarita de Bulgaria la exhibió con frecuencia en la década de 1960.
Por ejemplo, en el baile anterior a la boda del rey Constantino de Grecia y la princesa Ana María de Dinamarca, celebrado en Atenas, en 1964. La joya también fue utilizada por su nuera, Rosario Nadal , en su boda con el segundo hijo de los reyes, el príncipe Kyril, en Palma de Mallorca, en 1989. Se dice que la tiara ya no está en manos de la familia, que fue vendida hace años.
Esta pieza, discreta, pero muy bella, está compuesta por perlas y diamantes y perteneció a la reina Juana, madre de Simeón. Fue un regalo de sus padres, la reina Elena de Italia y el rey Víctor Manuel III, por su matrimonio con el príncipe Boris, en 1930. La reina Margarita utilizó esta joya en numerosos compromisos. Por ejemplo, en el baile de bodas del duque Federico de Württemberg y la princesa María de Wied en 1993.
Fue la tiara escogida por su nuera Carla Royo-Villanova en su boda con el príncipe Kubrat, el tercer hijo de Simeón y Margarita, en 1993. También fue la elección de su nuera Miriam de Ungría cuando contrajo matrimonio con Kardam , príncipe de Tírnovo, heredero al trono de Bulgaria, en 1996.
Esta tiara parece que formó parte un gran aderezo de diamantes que perteneció a la Reina María Amelia de Francia. Ha sido utilizada por la Reina Margarita especialmente en la década de 1960 y fue la escogida por su nuera María García de la Rasilla cuando se casó con el príncipe Konstantin, el cuarto de sus hijos, en 1994. Parece que fue vendida hace unos años.
20 de enero-18 de febrero
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