La prolongada y hasta cierto punto sospechosa ausencia de Kate Middleton de la vida pública tras su «cirugía abdominal planificada» del pasado mes de enero, dio lugar a una cascada de teorías de la conspiración a cada cual más inverosímil. Estaba muerta, estaba en coma inducido, se había divorciado del príncipe Guillermo , le había donado un riñón a Carlos III ... Finalmente su emotivo vídeo confesando que le habían diagnosticado cáncer dejó las cosas claras. O no, porque incluso entonces surgieron rumores de que las imágenes habían sido editadas con IA o manipuladas de algún modo.
Más allá de este último episodio, la Familia Real británica ha utilizado durante mucho tiempo los medios de comunicación para promover sus objetivos, invitando con entusiasmo a fotógrafos y periodistas a cubrir inauguraciones varias, visitas a colegios y hospitales o desfiles militares. Pero por otro lado, los royals también ha sido notoriamente reservados cuando se trata de cosas que quieren que el público no sepa, especialmente en lo que se refiere a sus problemas de salud. Al menos en el pasado, cuando los medios intentan llegar al fondo del asunto, la relación cambia y la prensa pasa de aliados a adversarios.
Si algo ha demostrado la historia es que, en ausencia de transparencia, las teorías conspirativas más locas tienden a florecer. Y los miembros de la realeza no han sido inmunes a este fenómeno. Cuanto más han tratado de ocultar sus secretos, mayor ha sido la especulación sobre lo que ocurre de verdad tras las puertas de palacio. El resultado final es que a través de los años, de los siglos incluso, se han ido sucediendo rumores de todo tipo sobre varios miembros de los Windsor. Algunos aparentemente plausibles, otros totalmente inconcebibles. Que cada uno juzgue por sí mismo.
En 2019, 'The Sun' publicó un artículo, ya eliminado de su web, en el que afirmaba que Kate Middleton, entonces duquesa de Cambridge, había tenido un desencuentro con su amiga de toda la vida Rose Hanbury, marquesa de Cholmondeley y miembro como ella del bautizado como 'club del nabo'. Al parecer, Kate se enfureció por el artículo de cotilleo que afirmaba que había condenado al ostracismo a su «rival real», pero la historia adquirió un nuevo cariz cuando el crítico gastronómico británico Giles Coren tuiteó (y posteriormente también borró) una sorprendente acusación: «Sí, es una aventura. Sé lo de la aventura. Todo el mundo sabe lo de la aventura, cariño».
Pocos días después, era la revista 'In Touch' la que informaba a de que esa aventura hacía referencia a la presunta relación entre Guillermo y Rose Hanbury , lo que provocó amenazas de acciones legales por parte de los abogados del príncipe de Gales. Coren admitió posteriormente que su tuit original había sido una broma, asumiendo que sería obvio que no tenía acceso a los círculos reales. No obstante, el rumor siguió persistiendo y se disparó de nuevo cuando Kate estuvo fuera de juego durante varios meses a principios de este año. La propia Hanbury terminó emitiendo un comunicado a través de su equipo legal asegurando que «los rumores son completamente falsos».
No ha sido ni mucho menos este el único cotilleo infundado que ha perseguido a la princesa de Gales a lo largo de los años. Tiempo atrás, surgieron rumores sobre el nacimiento de la princesa Charlotte, su segunda hija, y actualmente la tercera en la línea de sucesión al trono de Inglaterra.
Cuando los futuros Príncipes de Gales presentaron en público a su hija recién nacida, el medio ruso 'Komsomolskaya Pravda' recibió las fotos con escepticismo. El diario compartía la opinión de que Kate parecía «demasiado serena y descansada para una mujer que acababa de dar a luz», y también afirmaba que el bebé parecía tener varios días, no ser un recién nacido. «No hay nada que pueda ayudar a una mujer, aunque haya dado a luz con la ayuda de los mejores médicos, a levantarse cinco horas después de dar a luz y salir de la clínica por su propio pie», se burlaba el medio ruso. Eso llevó a que en las redes sociales comenzara a circular una conclusión descabellada: el bebé había nacido a través de un vientre de alquiler y Kate había llevado una prótesis para ocultar la treta. Los portavoces del palacio de Kensington no hicieron comentarios sobre esta teoría.
Uno de los rumores más extendidos sobre la Familia Real se refiere a la paternidad del príncipe Harry. El actual duque de Sussex no sería el benjamín del entonces príncipe Carlos y la princesa Diana , sino el hijo ilegítimo de uno de los amantes de Diana, el capitán James Hewitt , con quien ella había tenido una aventura. Harry abordó incluso esta cuestión en sus memorias de 2023, 'Spare'. «Una causa de este rumor fue el flamante pelo pelirrojo del comandante Hewitt, pero otra causa fue el sadismo», escribió. «Los lectores de los tabloides estaban encantados con la idea de que el hijo menor del príncipe Carlos no fuera su hijo en realidad. No se cansaban de esta 'broma', por alguna razón».
El rumor resucitó en la obra de teatro de 2014, 'Verdad, mentiras, Diana', basada en las afirmaciones del dramaturgo Jon Conway de que Hewitt le había contado que su romance con Diana comenzó 18 meses antes del nacimiento de Harry. Aunque Conway admitió que no podía estar seguro de que Hewitt fuera el padre de Harry, insistió en que la cronología de los hechos permitía esa posibilidad. El propio Hewitt, sin embargo, ha negado públicamente el rumor.
A lo largo de los años, diversos rumores han asegurado que Meghan Markle es una espía de la CIA o incluso un robot, entre otras maldades, pero el rumor que más fuerte sonó sobre ella tiene que ver con el nacimiento de sus dos hijos. Como informó en su día el 'Daily Beast', hubo un aluvión de especulaciones en Internet de que los hijos de los Sussex nacieron mediante fecundación in vitro y fueron gestados por un vientre de alquiler, mientras que la antigua estrella de 'Suits' engañó a todo el mundo con la ayuda de una almohada o una prótesis para simular su embarazo.
Katie Nicholl, corresponsal real de 'Vanity Fair', opinó también sobre esta descabellada teoría. «Las insinuaciones de que ha fingido sus propios embarazos son ridículas», aseguró la periodista, maravillada por el nivel de odio dirigido a la duquesa de Sussex. «Creo que el bullying online se ha ido de las manos y ha sido inaceptable», añadió.
El rey Carlos III ha sido el centro de varios rumores a lo largo de los años, pero es justo decir que el más jugoso de ellos ha sido el que sostiene que él y la reina Camilla son padres de un señor australiano de mediana edad. Esos rumores han sido difundidos por él mismo, un tal Simon Dorante-Day, que insiste en que él es el hijo secreto de los reyes de Inglaterra, nacido cuando ambos eran aún adolescentes. «Mi abuela, que había trabajado para la Reina, me dijo abiertamente muchas veces que yo era hijo de Camilla y Carlos», declaró a un canal de televisión de su país.
Según Dorante-Day, él nació en 1966 y Camilla lo tuvo en secreto hasta los ocho meses, antes de que lo adoptara una pareja británica, presumiblemente porque sus abuelos adoptivos trabajaban para Isabel II y el príncipe Felipe . También afirmó tener recuerdos de la infancia en los que le llevaban a reuniones clandestinas con una mujer desconocida, que desde entonces cree que era Camilla.
David Icke era futbolista profesional inglés hasta que empezó una nueva carrera como autor de algunas de las teorías conspirativas más desquiciadas de la historia. Entre los mayores éxitos de Icke se encuentra su idea de que la difunta reina Isabel II y su familia descienden de una antigua raza resultante de la reproducción de humanos con extraterrestres reptiles hace miles de años. La única razón por la que la gente no se ha dado cuenta de ello es porque la monarca y sus compañeros lagartos tienen la capacidad de adoptar forma humana.
En una entrevista publicada por 'The Express', Icke afirmó que esos híbridos de lagarto y humano habían sido venerados como dioses en la antigüedad, y que sus descendientes se convirtieron en los antepasados de las familias reales actuales. En la era moderna, estos reptilianos, capaces de cambiar de forma y que se alimentan de bebés, gobiernan el mundo a través de una sociedad secreta conocida como los Illuminati. Como prueba, afirmó que había visitado docenas de países y se había reunido con numerosas personas que le habían contado que habían visto a famosos transformarse de humanos en reptiles y viceversa, ante sus atónitos ojos. «Cuando miro a los ojos de la reina, no veo ojos humanos», declaró Icke también al 'Sydney Morning Herald'.
Uno de los rumores reales más antiguos que siguen en circulación tiene que ver con el famoso asesino en serie conocido como Jack el Destripador, que aterrorizó Londres a finales del siglo XIX. En 1970, el 'Sunday Times' publicó un artículo en el que se afirmaba que Jack era en realidad el príncipe Alberto Víctor, duque de Clarence y nieto de la reina Victoria. La historia se basaba en las declaraciones de Thomas E. A. Stowell, un cirujano que aseguraba conocer la verdadera identidad del criminal.
Aunque no identificó al miembro de la realeza, sí ofreció una serie de pistas, revelando que el asesino era un hombre homosexual con antecedentes aristocráticos que había sido tratado por sífilis. «Su abuela, que le sobrevivió, era la severa matriarca victoriana, muy respetada», escribió Stowell. Para el diario inglés, esas eran todas las pruebas necesarias para demostrar que el duque era Jack el Destripador. La veracidad de este rumor nunca se ha podido comprobar. Semanas después de aquel informe bomba, Stowell murió y su hijo quemó todas las pruebas que podrían haber señalado al royal como el autor de los crímenes.
20 de enero-18 de febrero
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