Carolina de Mónaco y Carole Bouquet, consuegras, en una foto reciente. / chanel

TRAGEDIA EN LA JET SET

Así fue la devastadora adicción a las drogas de Carole Bouquet, la mejor amiga de Carolina de Mónaco (y madre de su yerno, Dimitri Rassam)

Carole Bouquet es mucho más que la hermana secreta (elegida) de Carolina de Mónaco, su clon y consuegra. Su vida de película en la jet set de París no la libró del peor drama: la droga.

El nombre de Carole Bouquet circula por la viralidad de la prensa francesa con la misma celeridad que lo hace aquí el de Isabel Preysler. Con una pequeña diferencia: Bouquet está emparentada con la familia principesca de Mónaco, posee una carrera como actriz de culto apabullante y, a su madurez, triunfa como viticultora en Italia. Ambas, sin embargo, sufren un problema común: están atrapadas por las tragedias de su pasado y por ciertos amigos del presente.

Su presencia al lado de Carolina de Mónaco y, en general, en los eventos de la principal familia monegasca, convirtieron a Carole Bouquet en un miembro oficioso del clan Grimaldi durante décadas. Desde 2019, su papel de íntima pasó a mayores gracias a la boda de Carlota Casiraghi con su hijo mayor, Dimitri Rassam. De clon, íntima y hermana elegida de Carolina, pasó a consuegra. Estaban destinadas.

En realidad, Carole Bouquet jamás necesitó a Carolina de Mónaco para moverse como pez en el agua en la jet set parisina, probablemente la más exigente y 'high brow' del planeta. La conquistó a golpe de belleza y de talento, tras ser descubierta a los 20 años por Luis Buñuel y participar en 'ese oscuro objeto de deseo' (1977). Con 24 se convirtió en chica Bond, cuando aún eran legendarias las chicas Bond, en 'Solo para tus ojos'. Con 28 ya era la imagen de Chanel N.º 5.

Carole Bouquet y Carolina de Mónaco, en un desfile a principios de los años 90, cuando el drama de la adicción a las drogas ya había quedado atrás. / GETTY IMAGES

La joven Bouquet conquistó París casi inmediatamente, pero no llegó a la jet set libre de dramas. Solo tenía tres años cuando su madre huyó de su casa en Neully-sur-Seine y abandonó a su padre, Robert Bouquet, un ingeniero de la construcción de carácter duro y seco. fue su hermana, siete años mayor, la que se encargó de ella.

La educación de ambas niñas fue exigente: Robert Bouquet las envió a un colegio religioso y fueron las dominicas las que estuvieron junto a ellas en su niñes y adolescencia. De allí, Carole pasó a la Sorbona y, tras comprobar que la vida académica no era lo suyo, al Conservatorio de Arte Dramático de París. Justo se iniciaba en el cine cuando se enfrentó al drama que marcaría toda su juventud.

Una adicción a las drogas que pudo terminar fatal

Lo contó en una famosa revista de psicología hace algo más de una década: solo tenía 20 años cuando Carole Bouquet, agobiada por sus circunstancias familiares, cayó en las drogas. Junto a su hermana, tuvo que hacer un alto en su vida para cuidar de su padre, enfermo de cáncer. Durante todo un año tuvo que dedicarse a él, sin más ayuda que la de su hermana. Agotada y sola, se refugió en las drogas para amortiguar la cruda realidad que tenía que enfrentar.

Muchos franceses recuerdan los años locos de Carole Bouquet, cuando ejercía como la nueva actriz más bella del panorama cinematográfico y la 'socialite' más salvaje y divertida de los clubes de París. La fotografiaron junto a los hombres más famosos y peligrosos (por guapos y por todo lo demás) de la noche. Por suerte, Bouquet supo salir del bache por sus propios medios y cortar con sus adicciones. Lo que no pudo evitar fue enamorarse de hombres que no habían conseguido hacerlo.

Carole Bouquet fue la joven actriz más deseada del cine francés de los 70 y 80. / getty

A los 21 años, Carole Bouquet se casó con el productor Jean-Pierre Rassam, padre de Dimitri Rassam, después de un flechazo que podríamos calificar de estupefaciente. Él era 16 años mayor y un adicto que jamás abandonó la mala vida. De hecho, se suicidó a los 43, tras siete años de convivencia, con una sobredosis de barbitúricos. Cuando se suicidó su padre, Dimitri tenía solo tres años, los mismos que Carole cuando fue abandonada por su madre.

Los hombres que llegaron a la vida de Carole Bouquet tras el suicidio de Jean-Pierre tampoco le dieron muchas alegrías ni fueron duraderos. Su segundo flechazo, el fotógrafo Francis Giacobetti, 18 años mayor, se convirtió en el padre de su segundo hijo, Louis pero no en una pareja duradera. Tampoco superó el lustro con el inmunólogo Jacques Leibowich. Sí estuvo una década con el actor Gerard Depardieu, cuya fama le precede.

Las amistades peligrosas de Carole Bouquet

Hoy, Carole Bouquet lleva una vida de lujo y tranquilidad junto al millonario Phillyppe Sereys de Rothschild, con quien vive en la isla italiana de Pantelaria y en la que recibe a Carolina de Mónaco y sus hijos. Sin embargo, sus viejas amistades continúan agitando su trágico pasado, como ha ocurrido con el escandaloso accidente sufrido por el cómico francés Pierre Palmade. Francia aún no se ha recuperado del accidente de tráfico que sufrió y provocó hace unos días.

Palmade se ha convertido en el famoso más detestado de Francia debido a un accidente que terminó con tres personas en cuidados intensivos: una mujer embarazada de ocho meses que perdió a su bebé y sus dos hijos. El cómico, adicto a las drogas, dio positivo en cocaína, razón por la que ha sido acusado de homicidio. Parece que el actor, muy famoso en Francia gracias a su aparición en la saga de 'Asterix', iba acompañado por otros dos hombres en su coche. Ambos escaparon tras el accidente.

Con Palmade entre la cama de hospital y la prisión preventiva, el nombre de Carole Bouquet ha salido a relucir. El cómico ha afirmado que la musa de Chanel y consuegra de Carolina de Mónaco es la única amiga que le queda. Algo que dice mucho de la actriz, leal a los hombres de su vida hasta en los momentos más trágicos. Lleva haciéndolo toda su vida, desde que ella misma cayó en las drogas para aguantar las exigencias de cuidar a su propio padre.