Las mejores amigas de Carolina de Mónaco: tres mujeres de la jet set de París que la han ayudado a a superar su trágica vida sentimental

Aunque en su biografía no falta amigas traicionadas como Chantal Hochuli, Carolina de Mónaco tiene tres íntimas que no le han fallado jamás. Todas en la órbita de la alta costura y la jet set de París.

Carolina de Mónaco junto a la modelo y diseñadora Ines de la Fressange, una de sus mejores amigas. / GETTY IMAGES

Elena de los Ríos
Elena de los Ríos

A pesar de pertenecer a una de las familias más ricas de Europa, la princesa Carolina de Mónaco no ha tenido una vida fácil. Su biografía está marcada por la tragedia, desde el fallecimiento de su madre, Grace Kelly, o su gran amor, Stefano Casiraghi , a los tremendos fracasos amorosos con Philippe Junot o Ernesto de Hannover. En todos esos trances, la hija mayor del príncipe Rainiero ha tenido el apoyo de tres amigas que jamás la han traicionado y, lo que es más importante, no han sido traicionadas por ella, caso de Chantal Hochuli.

Huchuli, su gran amiga en los años 80 y 90 y a la sazón millonaria heredera hija de un magnate farmacéutico suizo, estaba casada con el príncipe Ernesto de Hannover cuando Carolina de Mónaco se encaprichó de él. De nada sirvió que hubieran sido íntimas durante 16 años: Chantal Hochuli se enteró gracias a los paparazzi que su amiga quedaba en hoteles de lujo de Asia con su marido. Fue un robo al descuido en toda regla y una de las traiciones más tremendas de Carolina.

Carole Bouquet

Pero hablemos de las íntimas de Carolina, esas amigas que sí han podido conservar el afecto y la relación estrecha con la primogénita de Grace y Rainiero a lo largo de los años. Carole Bouquet (64 años) puede ser una de las más queridas para ella, pues hasta se ha convertido en consuegra gracias al matrimonio de su hijo, Dimitri Rassam, con Carlota Casiraghi: un sueño hecho realidad para ambas amigas.

A Carole Bouquet y Carolina de Mónaco les une la amistad desde los años 80, y, sobre todo, la moda: fueron y son habituales en el front row de los desfiles de Chanel. De hecho su relación se estrechó gracias a la amistad de ambas con el fallecido Karl Lagerfeld, director creativo de Chanel durante varias décadas: fueron dos de sus musas y clientas VIP más preciadas.

Carole Bouquet, Carlota Casiraghi y su madre, Carolina de Mónaco, en la alta costura de París. / getty

Además, ambas tuvieron que enfrentarse a una tragedia similar: el fallecimiento trágico del padre de sus hijos. Si Carolina de Mónaco perdió a Stefano Casiraghi tras siete años de feliz matrimonio, Carole Bouquet perdió al padre de su primogénito, Dimitri Rassam, en un dramático suicidio.

El productor de cine Jean-Pierre Rassam se quitó la vida a los 43años. «Caroline es alguien a quien amo mucho, a quien respeto y admiro, con quien realmente me gusta hablar y compartir momentos de la vida. Nunca me aburro de ella», reveló Carole Bouquet en una entrevista con la revista francesa 'Point de Vue'.

Ines de la Fressange

Un dato de la amistad inquebrantable entre Ines de la Fressange (65 años) y Carolina de Mónaco: el día que Carolina recibió la noticia del fallecimiento de su esposo, Stefano Casiraghi, se encontraba de compras por París con su amiga Ines de la Fressange. Era el 3 de octubre de 1990 y la que fuera un de las top models más famosas de la época se convirtió en el paño de lágrimas de la princesa.

Una vez más, la moda unió los destinos de estas dos mujeres en los años 80, cuando Inés de la Fressange desfilaba para Chanel, Yves Saint-Laurent o Jean-Paul Gaultier y Carolina la admiraba desde el front row. Por descontado, también Karl Lagerfeld ejerció su labor de celestino de la amistad entre ambas, hasta el punto que los círculos de la élite de la moda se referían a ellas como 'hermanas'.

Sintomáticamente, Inés de la Fressange sufrió la misma tragedia que unió a Carole Bouquet y a Carolina de Mónaco: ella también perdió a su marido, el ejecutivo italiano Luigi d'Urso, en 2006. Fue de un infarto al corazón, cuando las hijas de Ines, Nine y Violette, eran aún muy pequeñas. De hecho, Carolina fue testigo de su boda en 1990, es madrina de Nine y volvió a estar junto a su amiga en su funeral.

Albina du Boisrouvray

Albina du Boisrouvray tenía ventaja a al hora de convertirse en una de las amigas íntimas de más largo recorrido de Carolina de Mónaco: son primas.

Su padre, el conde Guy du Boisrouvray, estaba emparentado con el príncipe Rainiero, al que Albina ha llamado siempre su tío. Se conocen, por tanto, desde niñas, aunque como ya es norma en la biografía de Carolina, fue la tragedia estrechó su relación.

Rebeldes y estudiantes en la Sorbona parisina, Albina du Boisrouvray tuvo una vida sentimental tan movida como la de Carolina de Mónaco. Se casó dos veces, una con el aviador suizo Bruno Bagnoud y otra con el productor de cine francés Georges Casati, de quien se divorció en 1982. Estuvieron casados durante cuatro años y tuvieron un hijo juntos, François-Xavier Bagnoud, que falleció a los 24 años en un accidente de helicóptero en Mali.

La familia real monegasca en pleno acudió al entierro de François-Xavier Bagnoud, quien de hecho debía ser el padrino del bebé que en ese momento estaba esperando Carolina de Mónaco. Al final, fue Albina la madrina de ese bebé, Carlota Casiraghi, a la que ha cuidado e inspirado para estudiar filosofía.

Albina du Boisrouvray fue una de las personas que permaneció junto a Carolina durante los dos años que se retiró a una granja de la Provenza. Ella también tuvo dos años de duelo tras la muerte de su hijo. Durante todo ese tiempo no se cambió de ropa: llevó pantalones, suéter y bufanda de color negro.

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