Carolina de Mónaco junto al extenista Guillermo Vilas en su efímera relación /
La historia de amor entre Carolina de Mónaco y Guillermo Vilas y Guillermo Vilas, uno de los mejores tenistas en tierra batida de todos los tiempos, removió los cimientos de Mónaco. Ahora, el emblemático deportista atraviesa un momento delicado de salud y la publicación por parte de su mujer de unas fotografías junto a él en las redes sociales el pasado mes de abril, le ha vuelto a poner en el foco mediático.
Hacía seis meses que no se había vuelto a ver a Guillermo Vilas, quien aparece en estas instantáneas besando a su mujer, Phiangphathu Khumueang, con la que ha tenido cuatro hijos. Este post no ha desvelado demasiada información sobre su estado actual, pues solo aparece acompañada por un corazón.
Guillermo Vilas era ya una figura muy carismática dentro y fuera de la pista y cuando conoció a Carolina de Mónaco, ambos estaban en el esplendor de su juventud. Todo empezó entre ellos cuando tras ganar el torneo de Montecarlo el 11 de abril de 1982 (ganó al checo Ivan Lendl) y de recibirlo de manos de Grace Kelly, se encontró con su la princesa en el Country Club de Montecarlo. Carllina estaba divorciada desde octubre de 1980 de su primer marido, Philippe Junot , y surgió el flechazo.
Después del torneo, Vilas regresó a su piso en París, en el número 82 de la rue Foch, en cuyo vecindario vivía Cristina Onassis, la tristemente desaparecida hija del armador griego Aristóteles Onassis. Los príncipes Rainiero y Grace también tenían una casa en esa misma zona. Según varios medios argentinos, el tenista envió una caja de bombones y una carta de despedida a su novia de entonces, Gloria Blondeau, que, al parecer, no atravesaba su mejor momento.
Según parece, su primera cita con Carolina se produjo el 13 de abril siguiente en el restaurante chino Le Mois de la capital parisina y después se marcharon juntos al apartamento de los Grimaldi. Después Vilas siguió jugando torneos, pero faltaba la foto definitiva que confirmara su breve historia de amor.
No tardarían en llegar. El 9 de junio Carolina de Mónaco y Guillermo Vilas se encontraron en Los Ángeles, donde cogieron un vuelo hasta Honolulu. En la capital de Hawái se embarcaron en un bimotor rumbo a Maui, donde fueron captados por la sagaz cámara del paparazzo Pascal Rostain, que publicó sus fotos en Paris Match.
Guillermo Vilas y Carolina de Mónaco cuando salían juntos. sal /
Las fotos dieron la vuelta al mundo. Pronto se supo que Grace Kelly se oponías a esa relación, que apenas duró unos cinco meses. El paparazzo nunca desveló cuánto le pagaron por las fotografías, aunque sí que contó que había dejado muchas sin publicar porque, quizá, no eran todo lo elegantes que cabría esperarse.
A sus 70 años, Guillermo Vilas vive completamente apartado de la vida pública y lo único que se sabe es que padece una enfermedad neurológica degenerativa y también se aprecia cierto deterioro físico. Ganador de 62 títulos individuales y cuatro grand slams, el astro argentino, también se ha dejado ver en el sexto cumpleaños de su hijo Guillermo Junior, de nuevo en las redes sociales, junto a un mensaje de su mujer en el que leíamos «Súperman, súper papá».
Casados desde el 21 de mayo de 2016, son padres de cuatro hijos: Andanin, de 18 años, Landinlao de 12, Intila, de 11, y Junior, de seis. Ha sido su mujer quien se ha hecho cargo de las Vilas Tennis Academy, que tiene dos sedes, en Mallorca y en Punta Cana. La prensa argentina sigue dedicándole una gran atención a este mito del deporte, que también ha sido estrella de la crónica social, especialmente en su juventud.
Los cronistas de la época en la que Vilas tuvo su affaire con la mayor de los Grimaldi manifestaban que Diego Armando Maradona tenía fijación con ella, pero no parece que la princesa mostrara un especial interés por él. Cuarenta y un años después de esa relación, sentimental, en abril de 2020, fue cuando trascendieron los problemas de salud de Vilas y el Pelusa le dedicó un emotivo mensaje en las redes sociales:
«Querido Willy, te debemos tantas alegrías y emociones. Espero que SIEMPRE recibas el respeto y la dignidad que todos nos merecemos, en las buenas y sobre todo en las malas. Ojalá que en este momento, todos podamos estar a tu altura. Un abrazo enorme, leyenda», escribía el emblemático jugador, que falleció poco después, el 25 de noviembre de 2020.
Este mensaje llegaba apenas unas horas después de que el diario deportivo Olé hiciera pública su difícil situación: «Su estado de salud se mantiene bajo llave dentro de la residencia monegasca, y solo sale en forma de posteos en el Instagram de Phian, la esposa de Guillermo. Pero Vilas no es el Vilas de antes, el verborrágico, el poeta, el que dibujaba un arcoíris con vocales y consonantes«.