Primera dama

Carolina de Mónaco, relegada de nuevo: así ha sido el acto en el que la princesa Charlène vuelve a degradar a su cuñada

Este viernes tenía lugar una nueva cita para los Grimaldi en la que Carolina y Charlène de Mónaco han vuelto a coincidir (muy a su pesar).

Charlène recibe un ramo de flores ante la atenta mirada (gafas incluidas) de su cuñada Carolina de Mónaco. / instagram

Javier Díaz de Lezana
Javier Díaz de Lezana

No lo pueden evitar: este 2023 es un mal año para Carolina de Mónaco y la princesa Charlène que intentan hacer todo lo posible por no coincidir (ni en público ni en privado), aunque las agendas las obliguen a lo contrario. Y la culpa (o el motivo, mejor dicho) la tiene Rainiero de Mónaco y la celebración del centenario de su nacimiento que llegaba al mundo un 31 de mayo de 1923.

Por este motivo, y a lo largo de todo este año, se vienen celebrando distintos actos para honrar su memoria. En muchos de ellos, por suerte para ambas, con la presencia de gran parte de los Grimaldi. Es el caso del último (hasta la fecha) que contaba con la asistencia de Alberto, Estefanía y otros miembros más jóvenes del clan como Andrea y Carlota Casiraghi , Louis Ducruet y Camille Gottlieb.

El evento al que acudía la familia (casi) al completo, ha tenido lugar este viernes con una ceremonia en el Consejo Nacional del principado. Durante el acto, los príncipes Alberto y Charlène eran recibidos por algunos representantes que les hacían entrega (a ella) de un ramo de flores, mientras el resto de los Grimaldi permanecían discretos en un segundo plano.

Los Grimaldi son recibidos a su llegada al Consejo Nacional de Mónaco. / instagram

Llama la atención que en esa primera toma de contacto, Carolina permanece con las gafas de sol puestas. También es significativo que esa haya sido precisamente la imagen elegida por la cuenta de Instagram del principado para dar inicio a un reportaje fotográfico que acompaña a los príncipes y su familia a lo largo del recorrido. En fotografías posteriores vemos al resto de los Grimaldi posando (hay una foto en la que aparecen Charlène y Carolina juntas, aunque manteniendo las distancias).

Después de la emisión de una película en memoria de Rainiero III, la Presidenta del Consejo Nacional Brigitte Boccone-Pagès y el príncipe Alberto II tomaban la palabra en el gran hemiciclo de la sede para rendir homenaje a la obra de su padre que permitió a Mónaco convertirse en una monarquía constitucional. A continuación se inauguró el Salón Rainiero III y la exposición 'El Príncipe Constituyente', que permanecerá abierta a al público hasta el 29 de diciembre.

Charlène y Alberto más presentes que nunca desde los rumores de crisis

No sabemos si es casual o intencionado, pero desde que comenzaron con más intensidad los rumores sobre una crisis entre Charlène y Alberto, los príncipes se han esforzado por acallarlos a fuerza de aparición pública.

Además de los actos para conmemorar la figura de Rainiero (este y otros anteriores), hemos visto a los príncipes en el torneo de golf benéfico Copa Princesa de Mónaco, en la apertura de la primera televisión pública del Principado y en un almuerzo con el nuevo embajador francés Jean d'Haussonville. ¿Logrará este esfuerzo poner fin a la rumorología? Probablemente no.

Alberto junto a sus hermana y su esposa Charlène en el homenaje a Rainiero III. / instagram

Mientras ellos se empeñan en aparentar que las cosas en palacio van bien, la prensa y algunas circunstancias en el entorno de ambos, se esfuerzan en afirmar lo contrario.

Una de las más sangrantes, es que Alberto compartiera pastel de cumpleaños con su ex Nicole Coste y el hijo de ambos, Alexandre, que soplaba 20 velas. La fotografía con los tres mencionados más otros acompañantes a la comida, se subía a las redes sociales y no creemos que eso haya sido del gusto de la sudafricana que, por supuesto, ni estaba ni se la esperaba.

Mientras tanto, la princesa cerraba sus redes sociales que en su día tuvieron cierta actividad e incluso nos revelaron detalles sorprendentes y sobre todo, muchas fotos de sus hijos. La última y definitiva pista de que las cosas entre ambos no iban bien, y que Charlène cada vez estaba un poco más lejos de la vida del principado, fue la publicación en la prensa rosa internacional de que la princesa se había instalado en Suiza.

Y mientras siguen las conjeturas sobre si están o no, si conviven o tampoco, si este matrimonio va para adelante o para atrás, ella sigue reivindicando su lugar cuando se trata de actos oficiales. Protagonista junto a su marido, mientras el resto, especialmente la destronada Carolina, permanecen en un segundo plano como espectadores esperando su turno. Así es, salvo excepciones: el Baile de la Rosa sigue siendo territorio Carolina.