Charlène de Mónaco ha presidido un nuevo acto en solitario. /
El matrimonio bajo permanente sospecha que forman Alberto y Charlène de Mónaco vuelve a dar nuevos motivos de crisis semana a semana. Un vistazo a la agenda de ambos, detallada en las redes sociales del Principado, nos devuelve un dato curioso: llevan casi mes y medio sin protagonizar un evento conjunto. La última vez que les vimos juntos fue el pasado 16 de septiembre con motivo de la inauguración de un refugio para animales. Desde entonces, vidas por separado, al menos en lo oficial.
Ahora, mientras él viajaba a Nueva York sin su esposa para participar en una importante fiesta de los Grimaldi junto a su hija , Charlène parecía no echarle mucho de menos a él tampoco mientras recuperaba una de sus grandes pasiones: la natación.
La sudafricana, que fuera ganadora del diploma olímpico en los Juegos de Sídney , asistía en solitario a la ceremonia de apertura del Encuentro Europeo de Natación que lleva su nombre. Organizado por Special Olympics, el mayor movimiento deportivo internacional para personas con discapacidad mental, Charlène es presidenta de honor de la rama monegasca de la asociación, lo que demuestra la importancia que tiene para ella este gran acontecimiento.
Charlène de Mónaco durante la presentación del evento. /
Fueron doscientos los atletas, representantes de 28 países, los que desfilaron por el Centro Náutico Alberto II entre los vítores de los entusiastas espectadores. La Princesa Charlène, radiante desde la tribuna, declaró entonces inaurado el encuentro, junto a Pierre Van Klaveren, presidente de Special Olympics Mónaco. «La noción de éxito es subjetiva, pero el objetivo es que todos den lo mejor de sí mismos», aseguró la princesa.
La royal presumió una vez más de su figura atlética con unos vaqueros pitillo de cintura alta, que combinó con una camisa blanca y una chaqueta de tweed para su aparición junto a la piscina. La madre de dos hijos, que se está dejando crecer su antiguo corte pixie rubio platino , peinó su melena dorada con un bonito recogido y dejó que unos mechones rizados enmarcaran sus facciones.
La princesa Charlène de Mónaco saludando a unos fans. /
Los fans de la realeza no dejaron pasar la ocasión de comentar sus impresiones sobre Charlène en la cuenta de Instagram oficial del Palacio Real de Mónaco. «Una mujer extremadamente empática, una dama con un gran corazón, maravillosa en todos los sentidos«, escribió uno de ellos, mientras que otro opinaba: «La princesa Charlène, amable y elegante, sin esfuerzo». Un tercero añadió: «Qué momento tan encantador. La princesa Charléne está preciosa».
Con o sin su esposo a su lado, Charlène volvía a evidenciar en esta aparición que cada vez parece más fuerte y más en paz consigo misma, exudando una seguridad que antes parecía faltarle, sobre todo en la época posterior a su grave enfermedad. Todo un cambio radical que transmite tanto en sus estilismos como en su lenguaje corporal.
Aunque se haga sospechosamente extraño que no la veamos aparecer en más eventos junto al príncipe Alberto, desde hace varios meses, la sonrisa y la presencia de Charlène se está haciendo cada vez más habitual en la vida social, deportiva y cultural del Principado de Mónaco. Omnipresente, la sudafricana parece encantada de asumir toda una serie de funciones de mecenazgo antes reservadas a su marido.
Los rumores de crisis siempre sobrevuelan a los príncipes de Mónaco. /
Antigua campeona de natación, Charlène siempre ha fomentado el deporte y el espíritu de equipo como vehículos de superación, bienestar, ayuda mutua y apoyo. Así pues, no es de extrañar que, con motivo de la vigesimoquinta edición de la No Finish Line, que se celebrará en Mónaco del 16 al 24 de noviembre, la madre de los príncipes Jacques y Gabriella haya aceptado asumir el patrocinio del evento. «Estoy feliz y orgullosa de ser la madrina de esta edición«, declaró la royal a través de sus redes sociales.
Más allá de que últimamente sus agendas no coincidan, la relación entre Charlène y Alberto ha sufrido múltiples y muy mediáticos altibajos , desde que ella se viera obligada a explicar por qué estaba visiblemente alterada el día de su boda . La princesa insistió entonces en que todas las novias se emocionan el día de su boda, desmintiendo cualquier rumor sobre su negativa a casarse.
Posteriormente, Charléne pasó la mayor parte de 2021 en Sudáfrica debido a una infección de oído, nariz y garganta, mientras que el príncipe Alberto permaneció en Mónaco con sus hijos. A principios de 2023, ambos volvieron a estar en el candelero después de que una revista francesa afirmara que la pareja había empezado a tramitar su divorcio, pero la corte monegasca emitió un comunicado desmintiendo esos «rumores malintencionados».