Luis Medina y Clara Caruana se conocieron durante la pandemia. /
Luis Medina Abascal y su novia Clara Caruaba se llevan 10 años –él tiene 44 y ella 34– y las cámaras les han captado juntos a las afueras de los juzgados de Madrid en dos ocasiones. La primera, el 25 de febrero, y la segunda, el pasado 19 de marzo, cuando la Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Madrid absolvió al marqués de Villalba del delito de estafa y falsedad en la compraventa de mascarillas durante la pandemia. Siempre discretos, sin contestar las preguntas de la prensa, han mostrado que, hoy por hoy, su relación es sólida y que Clara ha sido el gran apoyo de Medina en unos momentos muy duros para él.
Se conocieron precisamente en la pandemia y Luis Medina hizo oficial su relación en la boda de su prima la duquesa de Medinaceli , Victoria de Hohenlohe, con Maxime Corneille, en Jerez de la Frontera, en octubre de 2023. En aquella ocasión, Clara lució un elegante vestido rojo con encaje y un discreto tocado negro ligeramente velado. Pero ya había fotos de ellos juntos de diciembre de 2022, en Sevilla, donde pasaron un fin de semana.
En julio de 2024 se les fotografió asistiendo al concierto de Luis Miguel en Madrid. Parece que, durante la pandemia, vivían en la misma zona de Madrid y se encontraban todos los días paseando a sus perros. Al poco tiempo surgió la relación entre la joven y uno de los «solteros de oro» de la aristocracia. Luis Medina, acostumbrado a estar siempre bajo los focos, ha adoptado un perfil bajo desde el comienzo del juicio.
Clara Caruana es madrileña y nieta del barón de San Petrillo, José Caruana Gómez de Barreda, y de la marquesa de Villamayor de Santiago, Ethelvina Velázquez Stuyck. Luis es hijo del fallecido duque de Feria, Rafael Medina y Fernández de Córdoba , y de la exmodelo Naty Abascal. El ducado de Feria lo ha heredado el hermano mayor de Luis, Rafael.
Luis Medina y Clara Caruana a la salida del juicio del Caso Mascarillas. /
Clara se graduó en enfermería en la Universidad San Pablo CEU y en Derecho por la Universidad Autónoma de Madrid. Finalmente hizo un master en dirección de empresas en la IESE Business School. Ha trabajado de enfermera en España y en el Reino Unido, pero hoy se ha centrado en la gestión sanitaria. Es gerente de Urología y del Cáncer Center en la clínica Universidad de Navarra.
Luis Medina ha tenido varias relaciones, pero ninguna duró lo suficiente para convertirse en algo más un noviazgo. Cristina Fontcuberta, Alejandra Perez-Pla y la modelo estadounidense Amanda Hearst figuran entre sus conquistas, aunque él siempre las ha llevado con gran discreción. El último nombre con el que se le asoció antes de Clara Caruana fue el de la modelo Isabel Mateos, de 25 años , conocida, por ser una de las mejores amigas de Nicolás Gómez Iglesias, El Pequeño Nicolás.
Luis Medina y Clara Caruana en la boda de Victoria de Hohenlohe. /
En 2017 salió con Ana Rodríguez-Araque, relaciones públicas e hija del empresario textil y hostelero Camilo Rodríguez-Araque. También se le asoció, en 2002, con la modelo Priscilla de Gustin. Una de las relaciones más largas que ha tenido fue con Alejandra de Rojas, hija de los condes de Montarco , licenciada en marketing y publicidad. A ellos también se les veía pasear a sus perritas por el barrio de Salamanca. Llegaron a compartir su custodia tras la separación tras seis años juntos. Hoy les sigue uniendo una gran amistad.
La relación de Luis Medina con la prensa no es fácil, siempre ha querido ahuyentar la fama, a pesar de que se ha labrado un nombre propio en el mundo de la moda y de que es uno de los personajes frecuentes en las reuniones sociales de la alta sociedad. Se niega a reconocerse como «influencer». Y prefiere estar detrás de las bambalinas.
Fundó, junto a otros socios, Showme That, un showroom con algunas de las mejores firmas del momento, y, en mayo de 2020, creó una nueva empresa, de la que es administrador único y accionista mayoritario, Sextante Trade Desk, cuyo objeto social es «la intermediación del comercio de productos diversos». Tras estos meses oscuros, quizá la pareja empiece a hacer planes para un futuro próximo.