Cómo fue de verdad el accidente en el que murió Grace Kelly: acusaciones a su hija Estefanía, depresión y una tragedia que siempre ha perseguido a la familia real de Mónaco

La muerte de su madre, la Princesa Grace, cuando era adolescente, en un accidente de coche, dejó una huella indeleble en Estefanía de Mónaco.

La relación de Grace Kelly con sus hijos Estefanía, Alberto y Carolina de Mónaco: dramas, secretos y muchos problemas/Getty images

La relación de Grace Kelly con sus hijos Estefanía, Alberto y Carolina de Mónaco: dramas, secretos y muchos problemas / Getty images

Elena Castelló
Elena Castelló

A sus 56 años, Estefanía «la rebelde» se ha convertido en un gran apoyo para su familia. La hemos visto acudir puntualmente a los eventos en que su hermano la necesita y, sobre todo, ejercer de tía amorosa con sus sobrinos, los mellizos Jacques y Gabriella , mientras su madre la princesa Charlène, se recupera de un proceso de agotamiento mental y físico , tras unas graves infecciones nasales que la retuvieron varios meses en Sudáfrica.

Estefanía se muestra cariñosa, atenta y probablemente, se puede decir que ya es feliz, junto a sus hijos y las parejas de estos, tras años sumida en la depresión por el trauma del accidente de coche en el que perdió la vida su madre. Vive en Montecarlo, en un apartamento y se dedica a la lucha contra el sida y al Festival Internacional del Circo de Montecarlo.

La adolescente despreocupada, que pasaba el verano en el Yacht Club de Mónaco, pasó a ser una joven atormentada en busca perpetua de la felicidad. Trató de ser modelo, cantante y tras decenas de romances, dos relaciones con sus guardaespaldas, un acróbata y un domador de circo , con quien convivió varios años, instalada con sus hijos en una roulotte, Estefanía dejó a un lado a la princesa extravagante y se dedicó a trabajar para los demás con las múltiples ONGs con las que colabora.

Pero, la tristeza nunca desapareció del todo de su rostro. Estefanía parecía esconder un secreto. ¿Tal vez la verdadera razón del accidente en el que perdió la vida su madre y ella quedó malherida? ¿Ha sido su vida, plagada de escándalos, una manera de huir del recuerdo del accidente que le costó la vida a su madre y del que ella fue testigo, en 1982? Estefanía ha huido de los medios de comunicación. No ha concedido apenas entrevistas ni posado para los fotógrafos salvo en contadas ocasiones, una de ellas, muy señalada: el 27 de julio de 2019, en la boda de su hijo Louis con Marie Chevallier, una joven discreta que tiene una buena relación con la familia Grimaldi.

La princesa, orgullosa y emocionada, apareció en la ceremonia, a la que asistieron sus hermanos y sus sobrinos, con un sobrio vestido amarillo de falda corola. Pauline, su segunda hija , ha debutado como diseñadora, con el apoyo de la familia Grimaldi, y Camille, estrella de Instagram, se han convertido en el nuevo punto de atención, aunque menos que sus primos, los hijos de Carolina, Carlota, Andrea y Pierre.

Pero, ¿qué pasó aquel 13 de septiembre de 1982? Además del dolor por la pérdida de su madre, la princesa Estefanía tuvo que soportar todo tipo de teorías conspirativas sobre cómo ocurrió. Se dijo de forma insistente que era ella quien conducía el coche y quien perdió su control en una de las curvas de la escarpada carretera que une Cap d' Ail con La Turbie, sobre los acantilados de la Costa Azul. También se afirmaba que madre e hija estaban envueltas en una gran discusión porque la princesa quería que su hija estudiara en la Universidad, algo que Estefanía no admitía.

En el informe oficial, el conductor de un camión que seguía al Rover 3500S V8 en el que iban madre e hija aseguró que, de pronto vio al coche «hacer muchos zigzags, chocando con las rocas, antes de ganar velocidad y caer al vacío durante unos 50 metros, y caer otros cuarenta por la ladera, estrellándose en la parcela de una villa». El coche quedó sobre el techo. Eran las 9:54 de la mañana. Estefanía recibió un fuerte golpe en las cervicales, aunque pudo salir del coche por si sola. Se rompió, además, dos costillas y la clavícula.

Sin embargo, Grace cayó hacia atrás proyectada sobre el asiento trasero y fue necesario esperar a los bomberos para que la rescataran. Todavía estaba consciente, pero ya en el hospital Princesse Grace perdió dos veces el conocimiento. Entró en coma el 14 de septiembre, por la mañana. Su estado era de muerte cerebral, tras una intervención en el cráneo esa misma tarde. La mantuvieron viva artificialmente. La familia decide desconectarla a las 22.30 de ese día. Tiene 52 años y deja tras de si una esplendorosa carrera cinematográfica y una labor impecable como princesa de Mónaco. El destino es caprichoso. El accidente tuvo lugar en el mismo tramo de carretera en el que fue filmada una de las escenas de «Atrapa al ladrón», en la que Grace conduce un descapotable junto a Cary Grant.

Funeral de Grace Kelly. / Getty Images

El informe médico asegura que la princesa sufrió dos lesiones cerebrales: la primera, un accidente cerebrovascular mientras conducía y que le hizo perder brevemente el conocimiento. La explicación oficial, pues, sostiene, que era la princesa la que conducía y que perdió el control durante unos instantes a causa del breve desmayo en uno de los tramos más complicados de la carretera de los acantilados en dirección a Mónaco. Grace sufría fuertes migrañas desde hacía un tiempo. Su madre había muerto siete años antes de un derrame cerebral.

Ese verano, el 30 de julio, Grace asistió a su último Baile de la Cruz Roja, cuyo patronato preside desde 1958. Era una edición especial porque es la primera vez que asistía la princesa Estefanía, con 17 años. Grace se siente orgullosa rodeada de su marido y de sus tres hijos. Un receso en la atmósfera enrarecida que vivían los Grimaldi por culpa del romance de Carolina, recién separada de Philippe Junot, del que todavía no está divorciada, con el tenista Guillermo Vilas y que ocupa todas las portadas ese verano. Grace se siente cansada y piensa que las semanas de descanso en la casa de verano de Roc Agel le permitirán recobrar su humor y librarse de las migrañas.

A pesar de los dolores, Grace acompaña ese 13 de septiembre a su hija al aeropuerto, porque va a partir a París para hacer unas prácticas de estilismo en la «maison» Dior junto al diseñador Marc Bohan, amigo íntimo de Grace. La parte trasera del coche está llena de diseños de alta costura, de manera que solo caben el conductor y el copiloto y, en lugar de contar con un conductor, Grace decide llevar ella misma el coche. Como resultado del golpe, Estefanía cayo del lado del conductor, y salió por esa puerta, mientras su madre quedaba apresada detrás, razón por la cual se rumoreó con insistencia que era la joven princesa la que conducía.

Parece que las últimas palabras de Grace, antes de perder el conocimiento, fueron dirigidas a su hija menor: «Lo siento», murmuró. Años después, una investigación del periodista Bertrand Tessier, publicada en 2014, –«Grace, la princesse deracinée»– , quedó aclarado que ni la joven conducía, ni la policía habría encubierto los hechos, tras recabar el testimonio la policía y los funcionarios que retiraron el coche, y especialmente del comisario que dirigió la encuesta.