CRISIS DANESA
CRISIS DANESA
Tras la vuelta de Semana Santa, la reina Mary ha acudido a tres actos oficiales ella sola. Mientras, su marido el rey Federico aún no ha retomado su agenda pública, aunque se espera que lo haga mañana viernes, 12 de abril, en un encuentro con los embajadores de Eslovaquia, Guinea y Armenia.
Unos movimientos extraños en el matrimonio real que llegan justo después de sus vacaciones de Semana Santa que, si bien fueron privadas –también ocurrió con las de don Felipe y doña Letizia–, ahora se ha sabido que tuvieron lugar en su chalet de la estación suiza de Verbier.
Y estos acontecimientos han hecho saltar una vez más las alarmas en Dinamarca (y en el resto de Europa), sobre todo después del escándalo de las fotos de Federico con Genoveva Casanova en Madrid. ¿Qué ocurre con los nuevos reyes? ¿Por qué es cada vez más difícil verles juntos en público? ¿Qué extraña estrategia está siguiendo la Casa Real danesa?
Hace ya tres meses –concretamente ocurrió el 14 de enero– que la reina Margarita abdicó en favor de su hijo Federico como nuevo rey de Dinamarca. Tras los actos de coronación, en los que el nuevo rey estuvo acompañado de su familia al completo –Mary, la nueva reina y sus cuatro hijos Christian, Isabella y los mellizos Josephine y Vincent–, y un par de apariciones públicas más, los nuevos monarcas desaparecieron de la escena pública. Algo que hizo levantar algunas sospechas y que, finalmente, se confirmaron: la Familia Real se había tomado unas vacaciones apenas un mes después de su coronación trasladándose a Verbier, la exclusiva localidad suiza donde poseen un precioso chalet.
Una noticia al descubierto que levantó muchas ampollas en Dinamarca ya que eran muchos los que pensaban que tomarse un descanso apenas un mes después de ser coronados como nuevos reyes no era algo fácil de entender. Pero además, el destino de esas vacaciones fue también polémico: el chalet de Verbier, en Suiza, y propiedad del matrimonio real fue comprado sin avisar al Parlamento –tiene que conocer cualquier tipo de inversión llevada a cabo por los reyes en el extranjero–, además de haber sido alquilado a terceros de forma secreta. El tema de la casa rústica del matrimonio real en la localidad suiza revuelve a los daneses cada vez que vuelve a actualidad, aunque lo cierto es que hace tiempo ya que los príncipes rindieron las cuentas necesarias sobre su chalet, además de comprometerse a no volver a alquilarlo.
Por si fuera poco, durante estos días de asueto, un detalle no pasó inadvertido, multiplicando aún más las sospechas de que «algo ocurre con Mary». La bandera de la Familia Real se mantuvo izada en la residencia oficial de os monarcas, el castillo de Amalienbrog, lo que significa que algún miembro importante de la familia –Federico, Mary o el heredero Christian– habría permanecido en palacio. Todo apuntaba a que podría haber sido la reina Mary la que hubiese optado por pasar la Semana Santa lejos de su marido. Pero no se ha podido confirmar.
Ahora, tras volver de unas nuevas vacaciones en el famoso chalet suizo, el extraño proceder de los monarcas está generando todo tipo de especulaciones. ¿Hay crisis, de nuevo, en el matrimonio? ¿Por qué cuesta tanto verles juntos en público? Tras la Semana Santa, solo la reina Mary ha retomado su agenda oficial con tres actos públicos y en solitario. El primero fue el acto de celebración del 75 aniversario de la Guardia Nacional, en el que apreció seria y abrigada vestida de azul. Cuatro días después se vistió «de campo», con un outfit mucho más relajado, para inaugurar un parque de ciervos en Copenhague, liberando ella misma a un par de grandes ejemplares para que campen a sus anchas por el nuevo recinto natural.
Mary de Dinamarca, en uno de sus últimos actos en solitario. /
Dos días después, el 9 de abril, la monarca presidió, de nuevo vestida con un traje azul, un acto celebrado en el Museo Nacional de Dinamarca para reconocer el gran trabajo de un grupo de profesionales especialistas en la inclusión de las personas con autismo. Un tercer acto en solitario de la reina Mary al que seguirá, mañana según lo previsto, la primera aparición pública –y no sabemos si acompañado de su esposa–, de Federico X tras la Semana Santa. Será en un encuentro con los embajadores de Eslovaquia, Guinea y Armenia.
Además, el próximo 20 de mayo se espera que el rey y su familia –no se sabe aún quiénes le acompañarán–, reaparecerá en público en la popular cita conocida como Royal Run, un evento deportivo fundado en 2018 y presidida por el hoy rey Federico X, quien siempre ha participado junto al resto de la familia. Unos días más tarde, y según ha confirmado ya la Casa Real, tendrá lugar una nueva y solemne comparecencia pública del monarca. Será el 26 de mayo, fecha de su 56 cumpleaños y que «celebrará» saludando desde el balcón de palacio a sus conciudadanos. Estará acompañado de su «familia» –sin confirmar quiénes estarán con él–, pero cabe pensar que la Familia Real al completo –la reina Mary y los cuatro hijos de la pareja– esté presente en tan importante acto. Ahora queda por ver si habrá alguna «sorpresa» de última hora.