La fortuna personal del rey Carlos III es el doble de la que poseía su madre, la reina Isabel II . Como duque de Cornualles ahorró, durante largo tiempo, las ganancias que le producía el ducado, que consta de amplias tierras de cultivo, pesquerías de ostras, canteras de granito, propiedades inmobiliarias en Londres o minas de estaño. Son 53.000 hectáreas de tierra en 23 condados de Inglaterra y Gales. Y Carlos, que accedió a su gestión en 1969, al cumplir 21 años, ha sabido multiplicar su valor.
El Ducado le permitió a Carlos ser independiente de sus padres y llevar el ritmo de vida propio de un heredero, pero también hacer frente a sus obligaciones como príncipe de Gales y sostener sus numerosas organizaciones de caridad.
Pero Carlos no solo ha sido un buen ahorrador. También ha sabido invertir su dinero con sagacidad en las últimas décadas. Apenas siete meses después de su ascensión al trono, Carlos es a sus 74 años, el doble de rico de lo que era su madre y más rico que la mayoría de monarcas europeos.
Su fortuna personal es de 600 millones de libras esterlinas – 680 millones de euros–, según datos de la «lista de ricos» que elabora, desde 1989, la publicación británica The Sunday Times. Hace un año, la lista atribuyó a Isabel II 370 millones de libras –420 millones de euros–, lo que supone la mitad de lo que posee hoy Carlos. El monarca figura entre los últimos 100 nombres de la lista, pero tiene ya más dinero que los Beckham o que Elton John.
Carlos se vio obligado a gestionar con cuidado sus finanzas tras divorciarse de Diana, a mediados de los noventa, un divorcio que le costó 17 millones de libras. Entonces decidió ahorrar los réditos del ducado de Cornualles y se volvió muy prudente a la hora de gastar. Los consejeros de Carlos han desmentido, en varias ocasiones, que su fortuna tenga algo que ver con el dinero de Camilla. Hay quien dice que la reina aportó una buena cantidad a las finanzas personales de Carlos. Pero esto es incierto, han asegurado.
Tras una juventud de lujos, Carlos se convirtió en una persona austera, sobre todo por razones que tienen que ver con el medio ambiente, y utiliza trajes y zapatos que posee desde hace muchos años. Es también frugal en sus hábitos, según él mismo reveló a la revista Vogue en una entrevista de 2020. Apaga siempre las luces, algo que se ha convertido para él en una especie de obsesión.
Desde hace décadas, además, vende los productos ecológicos de su finca, Highgrove House, como mermeladas y galletas, bajo el nombre Duchy Originals. Se pueden comprar en Harrods y Fortnum and Mason. También ha invertido en el sector inmobiliario, pero siempre con una filosofía de desarrollo sostenible. Gracias a su gestión, el ducado de Cornualles aumentó sus ganancias un 42% entre 2012 y 2022. El ducado pasará a Guillermo, como príncipe de Gales. Procede del rey Eduardo III y ha pasado de padre a hijo desde mediados del siglo XIV.
Las posesiones más preciadas del rey de Inglaterra son hoy la residencia de Sandringham, en Norfolk, y el castillo de Balmoral, en Escocia, y son privadas. La primera abarca 81.000 metros cuadrados y pertenece a la familia desde hace más de 160 años. Tiene 300 edificios, entre ellos, la mansión real. Los productos de sus huertos están destinados a la compañía Sandringham Apple Juice. Además, cobra por que los turistas hagan un pequeño tour por la propiedad, un dinero que va directamente al bolsillo de los Windsor.
Carlos no pagó ningún impuesto por ambas propiedades, al tratarse de una herencia que iba de un soberano a otro. Gran parte de los ingresos de la familia proceden del ducado de Lancaster. Eso sí, los gastos como los viajes oficiales, la seguridad y la residencia corren a cuenta del erario público
Se sabe que Carlos heredó también de su padre, el Duque de Edimburgo, pero esta herencia es secreta, al igual que la de la reina Isabel, y permanecen en una caja fuerte de Londres, como las últimas voluntades de otros 30 miembros de la familia real, fallecidos desde 1910.
20 de enero-18 de febrero
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