La cuestión de la financiación de las casas reales europeas no es una cuestión menor, y la prueba es el proceso de adelgazamiento de miembros empleados, fastos celebrados y posesiones atesoradas que se está llevando a cabo en muchas de ellas. No solo la Casa Real española de los reyes Borbón, sino los Windsor en Buckingham Palace o los Glücksburgs en Dinamarca pretenden presentar sus servicios como rentables. Los reyes de Europa buscan, en tiempos inciertos, no ser cuestionados.
El coste de las monarquías europeas es, por suerte, evidente a los contribuyentes, pues la partida de los presupuestos generales de los Estados que se embolsan es pública. Eso sí: de sus fortunas privadas no sabemos absolutamente nada y nada de ese dinero redunda en el ejercicio de sus funciones constitucionales. Dicho de otra manera: el erario público paga todo lo que tiene que ver con el trabajo de representación de los monarcas. Nada se hace gratis.
Dinastía: Borbón
Titular: Felipe VI
Financiación pública: 8,5 millones de euros
Ninguna Casa Real europea puede presumir de un impacto mediático tal con esta financiación, la menor de todo el continente. Debemos agradecérselo a la reina Letizia, consorte pero denodadamente empeñada en cambiar la percepción negativa de la Corona debido a la concatenación reciente de escándalos. Y, también, al rey Felipe VI, quien ha hecho de la transparencia su guía.
A raíz de la investigación fiscal sobre la fortuna del rey emérito Juan Carlos I, Felipe VI hizo pública su fortuna personal, hecho inédito en Europa. Asciende a unos 2,6 millones de euros y nada tiene que ver con la herencia de su padre, pues renunció también a ella en 2020. ¿Tan ahorrador es el monarca español? Puede ser: recibe 269.296 euros anualmente, a los que puede sumar los 148.105 de Letizia. Su boda fue, eso sí, una de las más caras de la historia .
Dinastía: Windsor
Titular: Carlos III
Financiación pública: entre 99 y 250 millones de euros
La familia real británica es la más poderosa, famosa e influyente de Europa, a mucha distancia de las demás. De hecho, aún posee ciertos privilegios políticos que la sitúa en otra liga, por ejemplo la necesidad del consentimiento del monarca previa a la aprobación de las leyes en el Parlamento que, en la práctica, supone un veto. Isabel II lo utilizó para que no se aprobara la ley que pretendía obligar a los Windsor a revelar la fortuna personal de la familia .
El Estado británico concede todos los años una asignación a la Corona, la llamada 'Sovereign Grant', una suma que ha aumentado drásticamente en los últimos años. A finales de 2022, la cifra ascendió a 99 millones de euros, de los que casi un tercio se destinó a la rehabilitación del Palacio de Buckingham. El resto fue destinado a 'costes de operación, viajes y mantenimiento de otras residencias'.
A este dinero, hay que sumar la explotación del ducado de Lancaster y el ducado de Cornwall, exenta de impuestos. Los beneficios que obtiene Carlos III por las empresas y propiedades en estos territorios asciende a unos 46 millones de euros anuales. No se nos puede olvidar, además, que la familia real está exenta de pagar impuestos cada vez que heredan.
Dinastía: Orange-Nassau
Titular: Guillermo Alejandro I
Financiación pública: 58 millones de euros
Sorprendentemente, un país tan pequeño como Países Bajos sostiene una Casa Real con una financiación importante, a la altura de esa carroza de oro que transportaba a los monarcas hasta el Parlamento, para formalizar su apertura cada año. Los Orange-Nassau también están exentos del pago de impuestos, aunque la ciudadanía la reclama con insistencia. Este mismo año, el primer ministro, Mark Rutte, rechazó una iniciativa de la oposición para implantarla.
En 2022, los reyes de Países Bajos tuvieron que anunciar que dejarían su carroza de oro en la cochera real, para que su decoración con motivos coloniales no alterara la armonía en el país: aparecen representados esclavos. En junio de este año, un estudio histórico impulsado por el Parlamento descubrió que el grueso de la fortuna de los Orange-Nassau, de Guillermo y Máxima , se hizo con la esclavitud.
Dinastía: Glücksburgs
Titular: Harald V
Financiación pública: 28 millones de euros
Con más de mil años de historia, la monarquía de Noruega es una de las más antiguas de Europa, solo por detrás de la de Reino Unido. La dinastía Glücksburgs lleva en el trono de Noruega 'solo' desde 1905. Su titular actual, el rey Harald , recibe cada año del Estado noruego una asignación de alrededor de 28 millones de euros que, sorprendentemente no sabemos cómo se distribuye.
En 2015, a preguntas insistentes en los diarios noruegos, se emitió un comunicado que, efectivamente, confirmaba que los reyes y los herederos al trono reciben una cantidad anual para cubrir los gastos de «management, operaciones y mantenimiento de propiedades y actividades, además de gastos privados y de representación».
Dinastía: Glücksburgs
Titular: Margarita II
Financiación pública: 16 millones de euros
La reina Margarita (82 años) figura ya como la monarca más longeva de la historia, aunque su veteranía no la ha hecho temblar a la hora de cortar por lo sano la nómina de 'royals' a cargo del presupuesto del Estado este año: cuatro de sus nietos, los hijos del príncipe Joaquín, ya no presumen de título real y tendrán que ejercer una profesión para mantenerse.
Margarita II de Dinamarca se embolsa unos 12 millones de euros cada año para costear las actividades de la Corona y sus propios gastos. Otros miembros de la familia real que también viven del erario público son los príncipes herederos, Federico y su esposa, Mary (reciben unos 3 millones de euros) y su hijo menor, Joaquín, al que corresponden unos 500.000 euros anuales.
Dinastía: Bernadotte
Titular: Carlos Gustavo XVI
Financiación pública: 16 millones de euros
Fue la primera familia real que liquidó la ley sálica (en 1980) y en la que primero se normalizaron los matrimonios plebeyos, con parejas no pertenecientes a las grandes familias aristocráticas del continente. También fue de los primeros en adelgazar el presupuesto retirando nóminas: retiró títulos reales a cinco de sus nietos para que se ganaran la vida fuera de la agenda oficial de la monarquía.
Dinastía: Van België (de Bélgica)
Titular: Felipe
Financiación pública: 14,4 millones de euros
La fragmentación del país convierte a la monarquía belga en un activo simbólico importante, aunque sus poderes políticos sean realmente inexistentes. Como en el caso de los Windsor, la familia real belga cambió su nombre para ocultar su procedencia alemana, muy cuestionada por su vinculación nazi: la de los Saxe-Coburg-Gotha.
La asignación económica a la Corona belga asciende a 12,5 millones de euros que van a las arcas del rey Felipe. Otros miembros de la familia reciben asignación anual: el viejo rey Alberto II (980.000 euros), su hija mayor, la princesa Astrid (341.000 euros) y su hermano, el príncipe Lorenzo (327.000 euros). Todos pagan sus respectivos impuestos. La princesa Delphine, cuya paternidad fue reconocida judicialmente en 2020, no recibe ni una corona de dinero público.
20 de enero-18 de febrero
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