Cómo era realmente la relación entre la princesa Diana y Grace Kelly: un nuevo documental revela la verdad

Las vidas de la princesa Diana y Grace Kelly, siempre bajo los focos, fueron paralelas y entre ellas hubo una gran conexión. Así lo revela un nuevo documental de la cadena alemana ZDF, «Lady Diana y Grace Kelly: dos vidas, un destino», que investiga este vínculo, poco conocido, y los muchos paralelismos que existieron entre ambas princesas. El más trágico: su muerte en sendos accidentes de automóvil (del de Diana se cumplen hoy 26 años). El reportaje asegura que Grace Kelly fue el modelo a seguir de Diana, aunque ambas mujeres tuvieron muy poco tiempo para desarrollar su amistad.

Coincidieron, por primera vez, en marzo de 1981, cuando Lady Di era todavía la prometida del Príncipe Carlos , y parece que ambas conectaron de inmediato. Sin embargo, apenas un año y medio después, el 13 de septiembre de 1982, la princesa Grace fallecía en un accidente automovilístico. Tenía solo 52 años. Sin embargo, en el breve lapso que compartieron, Diana y Grace intercambiaron ideas, se escribieron cartas, hablaron por teléfono en numerosas ocasiones y se reunieron en varios momentos.

El documental de ZDF revela, por ejemplo, que fue Diana quien invitó personalmente a la princesa monegasca a su boda, el 29 de julio de 1981, e hizo que se hospedara en el Palacio de Buckingham con su hijo Alberto. También asegura que, tras la muerte de Grace Kelly, fue la princesa de Gales quien solicitó representar a la familia real británica en el funeral, en Mónaco. Las imágenes de aquel día muestran a una Diana que no puede contener las lágrimas en numerosos momentos.

Grace Kelly fue para Diana su mentora. La joven princesa recurrió a la ex estrella de Hollywood, en numerosas ocasiones, en busca de consejo sobre como desempeñar su vida en el seno de la realeza, pero también sobre cómo criar a sus hijos o crear un guardarropa adecuado. Algunos de los «looks» de Diana, en aquella época, se inspiraban directamente en Grace Kelly. Su chaqueta deportiva favorita, por ejemplo, rinde homenaje a los Philadelphia Eagles, el equipo de la ciudad natal de Grace.

El reportaje de la ZDF asegura que Grace Kelly, ya con una larga experiencia como princesa, tomó bajo su protección a la tímida y desorientada Diana. Coincidieron, por primera vez, en Londres, en 1981, en la primera aparición pública de Diana como prometida del príncipe Carlos, en el Goldsmith Hall de Londres. Diana tenía sólo 19 años en ese momento. Inmediatamente conectaron.

La joven Diana había escogido para aquella ocasión un escotado vestido palabra de honor de satén en color negro con volantes, de David y Elizabeth Emanuel, y parece que había disgustado a Carlos, por no respetar el protocolo, ya que el escote era «inadecuado» y los miembros de la realeza solo escogían el negro para los funerales, y se sintió totalmente insegura. Además, fue la primera vez que Diana se sintió acorralada por los flashes. Aquel fue el nacimiento de un icono de la moda. Y de una gran amistad.

Grace ya había pasado por lo que Diana estaba a punto de pasar: un matrimonio ante los ojos del público de todo el mundo, la presión para engendrar un heredero al trono y la vida en una jaula de oro donde las propias necesidades no contaban. En la recepción posterior celebrada en el Palacio de Buckingham, Grace trató de apaciguar a Diana y le explicó que tuviera paciencia, con Carlos y con la prensa, porque aquello «iba a ir a peor», haciendo gala de un irónico sentido del humor que encantó a Diana.

Existe también un aspecto poco citado del paralelismo entre ambas princesas: las dos tuvieron infancias similares, con poco afecto y atención. Eso las llevó a estar muy pendientes de sus propios hijos. Como madres, contradijeron los protocolos habituales en la crianza de los hijos de familias reales, como no dejar toda su educación en manos de niñeras. La maternidad fue, para ambas, una realización personal. Las dos acostumbraban a llevarse a sus hijos en sus viajes al extranjero, algo que Isabel II siempre recriminó a Diana.

Pero si hay algo que acerca, más que nada, a Diana y Grace es su afán por reinventar sus papeles como princesas. Lo hicieron a través de sus compromisos en numerosas causas benéficas que tenían que ver con el mundo contemporáneo, no con la antigua beneficencia de los «royal». Es conocido el compromiso de Diana con la lucha contra el sida y las minas antipersona.

En el primer caso, su manera de abrazar a los enfermos en hospitales cambio la manera de ver el sida que tenía el mundo. En el segundo, forzó a los gobiernos para que la legislación internacional prohibiera este tipo de armas. Grace Kelly se centró, sobre todo, en la cultura, concediendo becas a artistas a través de su Fundación. Pero también impulso como nunca la labor de la Cruz Roja monegasca . Ambas construyeron un puente entre la realeza y la gente de la calle. El papel de la realeza ya no es el mismo desde entonces.

El destino las unió hasta en su forma de morir. El coche de Grace se salió de la carretera en los acantilados de la costa Azul, el 14 de septiembre de 1982. En 1997, la madre Diana también murió en un accidente automovilístico, en el Puente del Alma , en París, el 31 de agosto de 1997. Ambos fallecimientos estuvieron envueltos de un profundo dolor popular y de numerosas polémicas, porque se aseguraba que habían sido el resultado de algún tipo de conspiración.