La petición de Dimitri Rassam a Carlota Casiraghi: «Raphaël es un niño maravilloso y espero permanecer en su vida»

La reciente entrevista que ha publicado la revista 'Paris Match' con Dimitri Rassam ha causado un enorme impacto porque por primera vez hablaba de su ruptura con Carlota Casiraghi . El productor cinematográfico venía a decir que ningún matrimonio es un cuento de hadas y que llegó un momento en el que perdió el control. Sin embargo, el extenso reportaje ofrece muchos detalles que nos permiten conocer en profundidad al hijo de Carole Bouquet y el fallecido productor cinematográfico Jean-Pierre Rassam.

En el reportaje de la publicación francesa, se describe al ex yerno de Carolina de Mónaco como un hombre que mantiene impoluto su despacho. Su productora, Chapter 2 , está ubicada en la rue de la Comète, en el distrito 7 de París, donde pasó su infancia. Ahora tiene 43 años, la misma edad con la que murió su padre, que fue encontrado sin vida en enero de 1985 en casa de Carole Bouquet. Dimitri tenía solo tres años, por lo que asegura que «me cuesta ordenar cuáles serían mis propios recuerdos y lo que me dijeron sobre él. Mi tío Paul me dice que imito algunos de los gestos de su padre».

Aun así, Dimitri Rassam no se siente especial por esta circunstancia y lo expresa de una manera muy categórica: «Todos tenemos nuestra propia historia y todos encontramos tragedias en diferentes momentos de nuestro viaje. Es inevitable. Perdí a mi padre muy joven , pero no es ni más ni menos duro que para un amigo mío cuyo padre murió de cáncer cuando tenía 12 años. Si nos encerramos en un discurso victimista, nos obstaculizamos. No estoy minimizando nada, pero en comparación con lo que le pasa a la gente, tuve una infancia feliz».

No podemos perder de vista, sin embargo, los elementos que le rodeadon. Jean-Pierre Rassam murió a consecuencia de Binoctal, un barbitúrico que se receta para dejar la heroína. Su hermana, Anne-Marie Rassam, maniaco-depresiva, se arrojó por la ventana en 1997. Julien Rassam, hijo de Anne-Marie y del productor Claude Berri se cayó del tercer piso del hotel Raphaël de París en 1998. Era adicto a las drogas y quedó tetrapléjico. Se suicidó el 3 de febrero de 2002. Thomas Langmann, hermano menor de Julien, fue condenado por violencia y acoso moral a las madres de sus hijos.

«No crecí con las redes sociales. Conocí los dramas de mi adolescencia a través de las explicaciones de las personas que amaba. Cuando me enfrentaba a ciertas cosas, tenía edad suficiente para afrontarlas. Conozco a mi padre a través del filtro afectuoso y nostálgico de su familia. No estoy endulzando nada: obviamente hay una ansiedad de pérdida, nacida de la muerte de mi padre», admite Dimitri Rassam.

A Dimitri Rassam le describen sus amigos, que participan en el reportaje, como una persona valiente, reservada, obsesiva, solitaria, brillante y emotiva. Una descripción de la que no reniega: «La ira ha sido durante mucho tiempo un combustible para mí. Es una emoción que es a la vez útil y peligrosa. En la ira, se encuentra una delgada línea entre la indiferencia y la pasión. Cuando eres padre, lo ves con tus hijos. ¿Aprendieron algo o tuvieron miedo? Si sintieron miedo, fracasamos».

Dimitri Rassam estuvo casado con la modelo rusa Masha Novoselova, de 2010 a 2018, con quien tuvo a su hija Darya, nacida en 2011. Después con Carlota Casiraghi, de 2019 a 2024, cuando se supo que salía con el escritor Nicolas Matthieu . Su hijo Balthazar nació en 2018. El productor sigue albergando un enorme cariño por Raphaël, hijo de Carlota y el cómico de origen marroquí Gad Elmaleh, que vino al mundo en diciembre 2013. «Raphaël es un niño maravilloso y espero permanecer en su vida», asegura Rassam.

A propósito de sus dos divorcios mantiene lo siguiente: «No podemos considerarlo un fracaso cuando hemos tenido una historia de amor fuerte y tenemos hijos maravillosos. Pero lo que experimentamos nos altera y cuestionarse las cosas es positivo. En nuestras relaciones familiares, románticas, amistosas y profesionales, es necesario revisar lo que hemos logrado y lo que no hemos logrado».

Y añade: «En el matrimonio sabemos que habrá pruebas, pero cuando somos jóvenes no somos plenamente conscientes de ellas. Puedo cuestionar mis comportamientos, pero no hay mucho que haría de manera diferente en términos de mis elecciones románticas. En una relación es necesario conseguir preservar lo bello, pase lo que pase».

La conclusión definitiva es la siguiente: «Con la edad modificamos nuestra mirada sobre el amor. Ya no creo en la fusión total y permanente en una pareja».