Discreto y peculiar: quién es el Duque de Segorbe, el hijo menor de la Duquesa de Medinaceli que ha vuelto al ojo público por las disputas sobre la herencia familiar con sus sobrinos

Ignacio Medina y Fernández de Córdoba, XX Duque de Segorbe, siempre ha sido un hombre discreto al que no le gusta la notoriedad de ningún tipo, volcado en la conservación del patrimonio de la Casa Ducal de Medinaceli y reacio a aparecer en los medios. Sin embargo, de unos años a esta parte se encuentra en el centro de un complicado litigio por la herencia de varios títulos de la casa ducal, la gestión del patrimonio y de parte de los bienes de su madre, la XVIII Duquesa de Medinaceli, Victoria Eugenia Fernández de Córdoba y Fernández de Henestrosa, fallecida en 2013.

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Elena Castelló
Elena Castelló

El Duque de Segorbe nació el 23 de febrero de 1947 en el exquisito palacio Casa de Pilatos, en Sevilla. De estilo renacentista, mudéjar y barroco y con elementos románticos es uno de los palacios más bellos y emblemáticos de Andalucía, que hoy pertenece a la Fundación Casa de Medinaceli, de la cual Ignacio Medina es presidente. En el llamado Jardín Grande del palacio, construido en el siglo XVI, jugaba el Duque de Segorbe, entre los rosales y las buganvillas, con sus hermanos, Ana, Luis y Rafael. Él es el menor de los cuatro hijos de Victoria Eugenia Fernández de Córdoba y Fernández de Henestrosa , XVIII Duquesa de Medinaceli, conocida como «Mimi» y Rafael de Medina y Vilallonga.

Victoria Eugenia Fernández de Córdoba.

El pequeño Ignacio entraba con prevención en el ala del palacio en la que vivía su abuelo, Luis Jesús Fernández de Córdoba y Salabert, entonces todavía el Duque de Medinaceli. Él y sus hermanos trataban de explorar habitaciones del palacio que permanecían cerradas. En los años cincuenta, Victoria Eugenia Fernández de Córdoba celebró en los salones del palacio algunas de las fiestas más exclusivas e interesantes de la sociedad española. A ellas acudieron figuras internacionales como Jackie Kennedy o Grace de Mónaco.

Cuentan que Victoria Eugenia Fernández de Córdoba nunca atendió directamente a sus hijos, a los que veía una vez por semana durante un rato como era costumbre entre la aristocracia de la época, y que tampoco les llevó nunca de paseo o de compras, ni siquiera de vacaciones. Era una mujer inteligente y de fuerte personalidad, pero fría con sus hijos. Sin embargo, tenía una relación especial con el benjamín, Ignacio, a quien le permitía dormir con ella. Fue su favorito y lo educó como si fuera el primogénito, siendo el pequeño. Es el único que la ha sobrevivido. Los otros tres, Ana, marquesa de Navahermosa, Luis, Duque de Santisteban del Puerto, y Rafael, Duque de Feria, exmarido de Naty Abascal , fallecieron antes. La primogénita, Ana, murió de cáncer a los 72 años un año antes que ella, Luis lo hizo en 2011, y Rafael, en 2001.

Arquitecto y restaurador por vocación, porque no tiene titulación universitaria, Ignacio, un hombre culto y de carácter afable, ayudó a su madre a crear la Fundación Casa de Medinaceli, fundada en 1978 y de la que él hoy es presidente, tras haberlo sido la Duquesa. Esta institución se creó para preservar y mantener el patrimonio histórico de la casa ducal más importante de España y evitar que se dispersara con las herencias. «Fui yo el mentor de todo ello», explicaba en una reciente entrevista concedida a la radiotelevisión andaluza. «Mi madre tenía una gran confianza en mí. Pero sin ella no se habría podido realizar».

Pazo de Oca, una de las propiedades de la familia Medinaceli. @luciabarcena

La Fundación posee palacios, jardines, iglesias, obras de arte y numerosos edificios históricos. Los cuatro más importantes son el Pazo de Oca, en Pontevedra, el Hospital de Tavera, en Toledo, sede de la fundación y del archivo de la casa ducal, cuyo documento más antiguo es del siglo IX, la sacra capilla del Salvador, en Úbeda, y la casa de Pilatos, en Sevilla. Entre los trabajos del Duque de Segorbe destaca la restauración del barrio de la judería de Sevilla, de más de cinco siglos de antigüedad, que se convirtió en un hotel. Y la organización del importante archivo. El vicepresidente de la Fundación era su sobrino, Marco Hohenlohe-Langeburg y Medina, XIX Duque de Medinaceli, fallecido en 2016, padre de la actual Duquesa, Victoria Elisabeth de Hohenlohe-Langeburg.

La vida personal del Duque ha sido azarosa. Se casó por primera vez con la diseñadora bilbaína María de las Mercedes Maier y Allende, conocida como Meye Mayer, diseñadora de exquisita lencería femenina y muebles de jardín, en 1976. La boda se celebró en los jardines del Palacio de Oca, pero el matrimonio apenas duró dos meses. En 1985 se unió a su actual esposa, la princesa María de la Gloria de Orleans-Braganza y Borbón, prima del rey Juan Carlos , en una ceremonia íntima, que se celebró en Sevilla, en la iglesia de Santa María La Blanca. El matrimonio tiene dos hijas: Sol María Blanca de Medina y Orleans-Braganza, condesa de Ampurias, y Ana Luna de Medina y Orleans-Braganza, condesa de Ricla.

Victoria de Medinaceli con Naty Abascal y uno de sus hijos.

Los problemas legales entre Ignacio Medina y gran parte de sus sobrinos, entre ellos la actual Duquesa de Medinaceli, Victoria, empezaron poco después de fallecer «Mimi». El duque de Segorbe considera que tiene un gran protagonismo en la Casa de Medinaceli porque se ha ocupado siempre de todo y ha gestionado la Fundación, y que eso le da derecho a heredar títulos por derecho adquirido que, en principio, corresponderían a sus sobrinos. Asegura que su madre le entregó en vida una treintena, todos los que no tienen Grandeza de España. Los herederos de Victoria Eugenia Fernández de Córdoba interpusieron entonces una demanda contra su tío. Han pasado ocho años desde que falleció la XVIII Duquesa y los nietos siguen exigiendo lo que consideran suyo, que no solo son títulos, sino también parte de la herencia, la legítima.

Segorbe expulsó recientemente de la Fundación Casa de Medinaceli a cinco sobrinos: la actual Duquesa de Medinaceli, propietaria de una cuarentena de títulos nobiliarios, Luis Medina, hijo de Naty Abascal, Rafael Medina, Duque de Feria, el segundo hijo de Naty Abascal, y las hermanas Victoria Medina, duquesa de Santisteban, y Casilda Medina, marquesa de Solera, hijas de Luis Medina, tercer hijo de «Mimi».

Naty Abascal con sus hijos.

Ignacio Medina argumenta que él debe quedarse de modo vitalicio en la presidencia de la Fundación. Los herederos reclaman que se cumpla lo que consideran la voluntad de su abuela y bisabuela recogida en su testamento del año 2003. En 2018, el ministerio de justicia reconoció para Victoria nueve títulos de los reclamados: un condado, cuatro ducados y cuatro marquesados, que la convierten en la noble con más títulos de España.

Quizá, en esta polémica, juegue también un papel el hecho de que es la primera vez desde el siglo XVI que el apellido Fernández de Córdoba es sustituido en la cabecera de la casa y lo es por el de un principado alemán, de honda raigambre en España, pero extranjero al fin y al cabo. Ana Fernández de Córdoba, la mayor de los hijos de «Mimi», se casó con el príncipe Maximiliano Hohenlohe-Langeburg, hijo de Piedad Iturbe y hermano de Alfonso de Hohenlohe, creador de Marbella. Su primer hijo fue Marco de Hohenlohe-Langeburg, XIX Duque de Medinaceli , y padre de la actual duquesa tras casarse con la alemana Sandra Schmidt-Polex.