La increíble historia de amor de Estefanía de Mónaco con el circo: se enamoró de un domador y de un trapecista y vivió con sus hijos en una caravana

Hoy nos parece increíble que una princesa quiera vivir en un circo, pero Estefanía lo hizo en 2000. Se fue con sus tres hijos a una caravana.

Pincha en la foto para ver los momentos decisivos de la vida de Estefanía de Mónaco: de la muerte de su madre al nacimiento de sus hijos (sin dejarnos su disco de oro y su vida en el circo)./gtres

Pincha en la foto para ver los momentos decisivos de la vida de Estefanía de Mónaco: de la muerte de su madre al nacimiento de sus hijos (sin dejarnos su disco de oro y su vida en el circo). / gtres

Elena de los Ríos
Elena de los Ríos

La vida de la princesa Estefanía , la pequeña en la familia Grimaldi mientras Grace Kelly y Rainiero de Mónaco pasearon felicidad por la Costa Azul y tía de Carlota de Mónaco , podría servir de argumento para cualquier serie de Netflix sobre princesas rebeldes. Toda su juventud y primera edad adulta está jalonada por decisiones francamente sorprendentes, sobre desde el punto de vista actual, cuando la corrección política y el control de la imagen pública se ha hecho tan importante tanto para las princesas como para las que aspiran a parecerse a ellas. Piénsalo: ¿te parece factible que alguna 'royal' con línea directa a la sucesión a cualquier trono europeo pudiera vivir en una caravana del circo por amor? Un escándalo .

Antes de que el circo apareciera en la vida sentimental de Estefanía, su curriculum amoroso no contaba demasiadas alegrías. Su primer matrimonio con Daniel Ducret, su ex guardaespaldas, no duró más allá del año. Se casaron tras siete años de relación en 1995 y tuvieron a Louis y Pauline, pero nada pudo impedir unas fotos de Ducret pasándoselo más que bien con una 'striper' en la piscina. En 1997, Estefanía tuvo a su tercera hija, Camille, de padre desconocido. Mucho más tarde supimos su identidad: su tambiénn guardaespaldas Jean-Raymond Gottlieb. Después de estos dos escándalos (desde Palacio no se hizo ningún recibimiento oficial a los niños), llegó el circo.

Vídeo. Estefanía de Mónaco y su mala suerte en el amor, ¿la maldición de los Grimaldi?

La relación de Estefanía con el circo venía de antiguo: fue su padre, Rainiero, el que la inició en este espectáculo tan tradicional y, en los últimos años, polémico. De hecho, fue gracias a él que conoció a su primer amante circense, Franco Knie, domador de elefantes y propietario del Circo Knie, el Circo Nacional suizo. La princesa acompañó a su padre al Festival Internacional de Circo que se celebra todos los años en Montecarlo y allí sucedió el flechazo. Estuvieron juntos dos años, de 2000 a 2002, meses en los que aprendió a montar elefantes y a vivir, junto a sus tres hijos, en una caravana en el campamento circense de Zurich. Su hija Pauline llegó a participar en algunos espectáculos.

Pauline Ducret en un número de equili rio en el circo Knie, en 2001. / gtres

«He heredado el gusto por el circo y por los elefantes de mi padre«, confesó la princesa Estefanía en una entrevista a un diario británico. «Desde muy joven, él seguía los principales circos europeos y conocía a todas las familias relacionadas con el sector. Así que he crecido con ello, acompañándolo a todas partes». De hecho, fue su padre el príncipe Rainiero quien creó en 1974 el Festival Internacional de Circo de Mónaco, los Oscar del circo, que preside actualmente Estefanía. Los Grimaldi y los Knie eran viejos conocidos. Rainiero conocía bien el trabajo de esta familia circense, hasta tal punto, que en 1977 el príncipe entregó el Payaso de Oro, uno de los galardones más importantes del Festival Internacional, a un tío de Knie.

El director del Circo Nacional de Suiza Knie, Franco Knie, uno de loa amantes circenses de la princesa Estefanía. / GETTY IMAGES

La pareja quiso casarse, pero la esposa de Franco Knie no se lo puso fácil: al enterarse por la prensa de la relación de su marido con la princesa Estefanía sufrió un ataque de nervios y se negó al divorcio. Además, los niños tenían problemas en la escuela suiza, se rumoreó que por la vida entre errante y precaria que llevaban en la caravana de artistas. En 2002, Estefanía volvió a palacio y prometió llevar una vida más acorde con su apellido. Fue una promesa en falso, porque su fascinación por el circo continuó esta vez en forma de un amante trapecista de origen portugués: Adans Lopez Peres, empleado además de Franco Knie.

Estefanía junto al trapecista portugués Adans Lopez Peres, en el Festival Internacional de Circo de Montecarlo. / gtres

Adans Lopez Peres sí quiso y pudo casarse con la princesa Estefanía, para desesperación de toda la familia Grimaldi que no salía de su asombro (sobre todo Carolina, suegra de la estilosísima Tatiana Santo Domingo ). No se supo gran cosa del romance, más allá de que lo oficializaron en una ceremonia civil privada en Suiza, a la que no asistieron miembros de ninguna de las dos familias. Llegó a publicarse que Rainiero la desheredó (hablamos de unos dos mil millones de dólares), además de sacar a sus hijos de la línea de sucesión al trono monegasco. Por suerte, el patriarca Grimaldo pudo retractarse a tiempo porque el matrimonio no duró más allá del año. La princesa Estefanía se divorció en 2004.

La princesa Estefanía en el refugio para elefantes que ha creado en una de sus fincas en Mónaco. / D.R.

Pese a los desastres sentimentales y el fallecimiento de su padre en 2005, Estefanía ha seguido fuertemente unida al circo y su pasión por los elefantes se ha convertido en mucho más que una anécdota. Además de presidir el Festival Internacional de Circo de Montecarlo y de manifestarse frecuentemente en contra del cierre de los circos por motivos de bienestar animal, se involucró en la curación de Baby y Nepal, dos elefantes del Circo Pinder diagnosticados de tuberculosis terminal a los que salvó de la muerte. Estefanía los adoptó y los llevó a vivir a la cima de una montaña sobre el Principado de Mónaco. Exactamente, al rancho de la familia Grimaldi, Roc Agel, donde Rainiero ya había tenido animales de todo tipo hacía 30 años.