Con quién está pasando Eugenia Martínez de Irujo sus vacaciones: caprichos gastro, visita a Biarritz y recuerdos de la infancia

Eugenia Martínez de Irujo ha disfrutado de unos días en San Sebastián, en el País Vasco, y a juzgar por sus propias redes sociales, ha sido de auténtico lujo. Y lo más importante: ha estado rodeada de las personas que más quiere en el mundo.

No lo decimos nosotros, sino ella misma. La duquesa de Montoro ha revelado en su perfil de Instagram que bajo esta categoría de personas favoritas están su hermano Fernando, marqués de San Vicente del Barco, su hija Tana Rivera y, por supuesto, su pareja, Narcís Rebollo.

La escapada entre familia y amigos ha incluido también algún que otro capricho gastronómico, como el que se dieron en el conocido restaurante donostiarra Rekondo, desde el que se disfruta también de las bonitas vistas de la bahía de San Sebastián y que los Alba conocen desde hace años.

Las cosas entre los hijos de la duquesa de Alba no siempre han ido de la mejor de las manera. Más de un problema y desacuerdo ha llevado a que la tensión aflore de vez en cuando entre los seis vástagos de la recordada Cayetana de Alba. Pero si hay dos de esos hermanos entre los que saltan l as chispas con más frecuencia son Cayetano y Eugenia, la única mujer de los seis. Quizás por ser los más mediáticos de la familia, sus polémicas de distinta índole han saltado a la crónica social en más de una y de dos ocasiones. Pero tampoco parece que la tensión vaya a mayores.

Por eso ha sorprendido que la duquesa de Montoro haya reconocido públicamente quiénes son las personas a las que más quiere en el mundo. Y entre las que solo se encuentra uno de sus cinco hermanos . En este caso, Fernando, el único que queda soltero. Es el cuarto de los seis hijos que tuvo la duquesa de Alba con Luis Martínez de Irujo y ostenta el título de marqués del marqués de San Vicente del Barco. A juzgar por las fotos que ha compartido la propia Eugenia en su perfil público de Instagram, este encuentro entre hermanos ha servido también para celebrar con algo de retraso el 65 cumpleaños de Fernando, quien nació el 11 de julio de 1959.

Pero entre esas « personas a las que más quiero en el mudo –Eugenia dixit–, están también su hija Cayetana Rivera y su actual pareja Narcís Rebollo, con quien se casó en noviembre de 2017 en una discreta boda en Las Vegas (Nevada, EE.UU.). Con ellos dos, más su hermano Fernando y otras amigas y familiares, el grupo ha disfrutado de un fin de semana de turismo, celebraciones y caprichos gastronómicos de maravilla. Y con una escapada a la preciosa villa de Biarritz, de fama internacional por su belleza y, también, por ser un destino surfero, en la que han paseado por la playa.

Y también han disfrutado de la alta cocina vasca en Rekondo, el conocido restaurante de Donosti donde Eugenia, Narcís y Tana no han duda en fotografiarse con Txomin Rekondo, el fundador, y su hija Lourdes, así como con el chef Iñaki Arrieta. Entre otras delicias de este templo de la gastronomía vasca tradicional ubicado en Igueldo, Eugenia y su familia degustaron txangurro al horno y carpaccio de carabineros con vinagreta de pistacho decorado con flores. Y es que este restaurante no es nuevo para ella.

De hecho, se trata de «su preferido» según ella misma ha publicado en sus redes sociales. Lo conoce y frecuenta desde los años en que su hermano Cayetano y Genoveva Casanova aún estaban casados y pasaban parte de sus veranos en el palacio de Arbaizenea, en el barrio donostiarra de Aiete.

Cabe recordar que la duquesa de Alba era una gran enamorada de San Sebastián, y allí pasaba parte de sus eternos veranos. Concretamente en dicho palacio, que pertenecía a su marido Luis Martínez de Irujo y que en el reparto de las propiedades de la duquesa de Alba le tocó en herencia a Cayetano Martínez de Irujo. Construido a finales del S. XIX y rodeado de extensos y frondosos jardines, se trata de una gran casa señorial de estilo inglés que llama la atención por su estructura en madera pintada de rojo bermellón, sus tejados de pizarra y sus chimeneas de ladrillo. Según informa el Diario Vasco, la casa consta de cuatro plantas de 480 m2 cada una, y en el vestíbulo principal aún cuelga un gran retrato de la duquesa de Alba.

Nada se ha tocado en el palacio desde que murió su insigne antigua propietaria, pero sí ha vuelto a ser utilizado en varias ocasiones. Una de sus moradoras ocasionales es Genoveva Casanova , quien no solo pasó allí el confinamiento obligatorio durante la pandemia del Covid-19 en 2020, sino que lo escogió de nuevo como refugio cuando en noviembre del año pasado salieron a la luz sus polémicas fotos con el entonces príncipe heredero Federico de Dinamarca.

La duquesa de Montoro seguro que habrá recordado estos días sus veranos de niña y adolescente en Donosti. Pero de lo que no cabe duda es de que en esta ocasión también lo ha disfrutado de lo lindo. Y rodeada de sus seres más queridos. ¿Qué más se le puede pedir?