El encuentro secreto de Harry y Guillermo en el funeral de su tío Lord Fellowes: mucha tensión y ninguna palabra

Cuando Lord Fellowes murió el pasado 29 de julio a los 82 años todos los obituarios coincidían en resaltar la gran labor que realizó como secretario personal de la reina Isabel II y las discrepancias que tenía con su cuñada, Diana de Gales. Repudiado por Mohamed Al-Fayed , padre de Dodi Al-Fayed, supo capear los temporales con socarronería y una retórica muy acerada. Lo que no podía imaginar es que su funeral sería objeto de controversia por la presencia de su sobrino, el príncipe Harry .

Mucho se venía especulando en las últimas semanas sobre su presencia o no. Incluso en las redes sociales se había criticado su viaje a Colombia con su mujer, Meghan Markle, y que, sin embargo, no quisiera viajar al Reino Unido por cuestiones de seguridad. Contra pronóstico, viajó desde Los Ángeles para acompañar a su tía, Jane Fellowes, con quien tanto el príncipe de Gales como su hermano mantuvieron siempre una excelente relación.

La prensa británica, especialmente los tabloides, contra los que Harry mantiene una batalla judicial y personal sin cuartel, se frotaba las manos. Si el duque de Sussex no acudía, tenían carnaza. Si asistía, también. Y así ha sido. El servicio religioso en el que se rindió tributo al fiel servidor de la recordada soberana británica quedó en parte deslucido, o si se prefiere, desvirtuado, porque los asistentes que se percataron de su presencia al fondo del templo no quitaron ojo a los dos hermanos, inmersos en un desencuentro que no parece tener fin.

El funeral, celebrado en Snettisham, en Norfolk, en la iglesia de St Mary, contó con la presencia de ambos hermanos que llegaron muy discretamente, como si pasar inadvertidos fuera opción viable. Aun así, muchos de los presentes ni se dieron cuenta de que estaban en el templo. Según los testimonios recogidos por The Sun, ninguno de los presentes les vio intercambiar palabra alguna, lo que admite numerosas interpretaciones. La más plausible es la tensión, que parece ir en aumento.

En los últimos años han sido muy escasas las ocasiones en las que les hemos podido ver, si no juntos, bajo el mismo techo. La más reciente, la coronación de Carlos III, y la anterior, el funeral de su abuela , la reina Isabel II, pero en ningún caso estos acontecimientos de gran calado emocional e institucional sirvieron para limar asperezas. Tampoco el servicio religioso por Lord Fellowes, quien contaba con la diplomacia como una de sus mayores habilidades para el desempeño de su trabajo.

Se cree que el príncipe Harry voló el 27 de agosto desde el aeropuerto de Los Angeles, pero no ha habido por el momento testimonios gráficos para corroborarlo. Sea como fuere, el controvertido príncipe sigue intentando estar presente en los acontecimientos familiares, quizás con la intención de recuperar el lugar que ocupaba por su linaje. La reciente visita que hizo a su padre después de ser intervenido por el cáncer que padece no fue precisamente un éxito en este sentido. Fue un visto y no visto.

El príncipe Harry también estuvo en el Reino Unido el pasado mes de mayo para asistir a un servicio religioso celebrado en la catedral de St Paul en Londres, con motivo del décimo aniversario de los Invictus Games, la competición deportiva benéfica que lanzó con el propósito de apoyar y ayudar a los veteranos de guerra y sus familiares. Una iniciativa que le ha ayudado a fomentar su perfil filantrópico. En esta ocasión no se reunió con Carlos III, quien no parece muy dispuesto a acoger en su seno al hijo pródigo sin un claro propósito de enmienda.

La prensa británica menos afín al príncipe Harry no ha dado su beneplácito a los últimos movimientos del príncipe Harry y Meghan Markle, que, sin embargo, sí se han saldado con cierto éxito mediático fuera de sus fronteras. Nos referimos al mencionado viaje a Colombia , donde la que fuera protagonista de la serie 'Suits' demostró hablar un bastante correcto español, y Nigeria, donde fue muy criticada por sus atuendos por figuras como Lady Colin Campbell, en declaraciones a Mujerhoy.

«Mi información es que en Nigeria estaban muy irritados por la forma en la que Meghan se ha comportado. En este país las mujeres llevan el hiyab, se cubren de pies a cabeza. Les molestó mucho que acudió a diversos eventos medio desnuda. Allí las mujeres no muestran la espalda, sus brazos y hombros. Para ellos ha sido una falta de respeto y ahora los nigerianos han podido comprobar de primera mano lo que los británicos han tenido que aguantar. Meghan ha ignorado todas las normas y regulaciones y los ha tratado con desprecio», manifestaba la primera biógrafa de Lady Di y autora de un demoledor libro sobre los Sussex.