El amor prohibido de Hussein de Jordania y Toni Avriel Gardiner, la mujer a la que no dejaron ser reina

Ella era casi una adolescente cuando conoció al rey Hussein de Jordania . Hoy tiene 83 años y es la madre del rey Abdalá, que este año celebra 25 años en el trono. Muna al-Hussein, el nombre que le dio el rey como esposa, ha tenido una vida extraordinaria. Nacida en Suffolk (Inglaterra), hija de un oficial británico, Toni Avril Gardiner fue la segunda esposa del rey Hussein y le dio cuatro hijos.

Nació el 25 de abril de 1941. Su padre, Percy Gardiner, se unió al ejército británico, donde empezó trabajando como carpintero y llegó a teniente coronel. De su madre, Doris Sutton, se sabe poco. Toni pasó parte de su infancia en el extranjero, pues su padre desarrolló una carrera internacional. Fue así, en uno de los destinos de su padre, como Toni conoció al rey Hussein, al principio de la década de 1960. El rey tenía entonces 27 años, aunque ya llevaba una década en el trono.

Hussein era el hijo mayor del rey Talal y fue proclamado rey de Jordania en agosto de 1952. Ascendió al trono apenas tres meses antes de cumplir 17 años. El rey Talal había sido obligado a abdicar por el parlamento tras diagnosticarle esquizofrenia. Se formó un consejo de regencia hasta que Hussein cumplió 18 años. Su primera esposa fue Sharifa Dina bint Abdul-Hamid, una prima tercera, nacida en Egipto, en 1955. Tuvieron una hija, un año después, la princesa Alia , y se divorciaron, en 1957.

No está claro cómo se conocieron Hussein y Toni, que entonces tenía 19 años. Una versión asegura que su padre estaba destinado en Jordania en esos días y que Toni fue a visitar a sus progenitores. Parece que la joven consiguió un trabajo en la radio jordana y también en el rodaje de la película Lawrence de Arabia, como asistente. Varias tropas jordanas trabajaban como película y el rey iba a visitar el rodaje de vez en cuando.

Otra versión asegura que se conocieron en una fiesta de disfraces. Toni le hizo un comentario sobre su disfraz de pirata. El rey comentaría más tarde que sintió, por primera vez, que una chica se interesaba por él como persona y no como rey. Pero también se dice que se conocieron en las carreras de karts en Ammán. A ambos les gustaban los coches rápidos, los aviones y bailar.

Se casaron poco después, en 1961, y Toni se convirtió en la princesa Muna Al-Hussein. Sin embargo, la elección del rey Hussein no fue aceptada ni por sus súbditos ni por la familia real. Tanto su gobierno como su madre, la reina Zain, se opusieron al matrimonio e intentaron disuadirlo por todos los medios. El problema no era la muchacha en sí, una chica bonita y discreta, de carácter alegre, que no había ido a la Universidad (Hussein tampoco) y mejor opción que la primera esposa de Hussein, a pesar de que ésta era siete años mayor y había cursado un master en Cambridge.

El problema era que se trataba de una británica y la influencia británica en Jordania siempre fue un tema delicado, porque fue el primer ministro británico Winston Churchill quien creó Jordania, después de la Primera Guerra Mundial, y se la entregó a los hachemitas, la estirpe de Hussein. Pero Hussein amenazó con abdicar en favor de su hermano menor Mohammed, un chico con problemas nerviosos. El Gobierno amenazó con dimitir en bloque.

Finalmente, Hussein hizo una concesión: Toni no sería reina, no tendría títulos ni cargos, solo se llamaría princesa Muna al Hussein –el deseo de Hussein–. Las críticas cesaron y la actitud de Toni, que se casaba solo por amor, fue admirada.

Además, Hussein liberó a 600 presos, redujo sentencias y conmutó otras por cadena perpetua. Prometió elecciones «pronto» y liberó a varios opositores. Toni, por supuesto se convirtió a la fe musulmana. La ceremonia de la boda fue sencilla. Se celebró en un salón del modesto palacio de su madre y Hussein y Toni pronunciaron sus votos, firmaron cinco copias del contrato matrimonial e intercambiaron anillos.

La novia lucía un vestido del diseñador británico Ronald Paterson, en seda color crema, bordado con diamantes y perlas, un tocado de azahar y un collar de diamantes regalo de Hussein. Con su novia a su lado, Hussein condujo por las calles de Ammán en un Mercedes color crema para recibir los aplausos de la población. Esa noche la pareja se retiró a uno de los palacios de Hussein, Basman, custodiado por dos leones. Ninguno de los países vecinos, especialmente Egipto, formuló ninguna crítica sobre la novia.

Su hijo, el príncipe Abdalá, ahora rey , nació al año siguiente. Luego vinieron Faisal, y las gemelas Aisha y Zein. Pero, a pesar del romanticismo de su encuentro y del amor que se profesaban, el matrimonio duró poco más de una década. La pareja se divorció en 1971. Muna conservó el tratamiento de Alteza Feal y la custodia de sus cuatro hijos y se instaló en el Palacio Humar, a 24 kilómetros de Ammán, donde ha vivido desde entonces. Sus dos hijos, Abdalá y Faisal, se educaron en Gran Bretaña.

Hussein se casó dos veces más y tuvo en total 11 hijos. Su tercera esposa fue Alia Toukan, que murió trágicamente en un accidente de helicóptero en 1977, y su cuarta esposa, la norteamericana Lisa Halaby , que adoptó el nombre de Reina Noor. El rey Hussein murió el 7 de febrero de 1999 a la edad de 63 años, por un cáncer.

En un principio, eligió a Abdalá como heredero, pero luego decidió desginar como regente a su hermano, el príncipe Hassan, preocupado por la inestabilidad política. Hassan permaneció como regente entre 1965 y 1999. Hussein nombró de nuevo heredero a Abdalá poco tiempo antes de morir de cáncer.

La princesa Muna nunca se volvió a casar. Fundó el Fondo de Becas de Enfermería y la Facultad de Enfermería y Profesiones de la Salud. Ambos llevan su nombre. Asistió a la boda de su hijo con la reina Rania y tiene una relación muy estrecha con él y con sus nietos. Asistió a la boda del príncipe heredero Hussein con la arquitecta saudí Rajwa Al Saif en los jardines del Palacio de Zahran, en Ammán, el año pasado. Se le concedió un asiento en la primera fila, frente a la reina Rania, lo que es un gran honor.