El efecto bisagra de Pablo Urdangarin en el conflicto de sus padres: mensajero de Iñaki y guardián de las propiedades de la infanta Cristina

La familia numerosa de la infanta Cristina posee una ventaja numérica insuperable que, desafortunadamente, conlleva una desventaja similar: por muchos esfuerzos que la hermana del rey Felipe haga para pasar inadvertida, con tantos Urdangarin Borbón activos lo tiene realmente difícil. Aunque sus cuatro hijos hacen lo imposible por ser discretos, cada mínimo movimiento en su rutina puede ser noticia. Todo lo que hacen y dicen nos interesa.

No tenemos demasiadas pistas acerca de la relación de la infanta Cristina con cada uno de sus hijos , aunque los dramáticos acontecimientos que han afectado a la familia Urdangarin Borbón desvelaron algunos detalles importantes. El más trascendental afectó a Juan Valentín, el hijo mayor de la saga y quien más sufrió las consecuencias del escándalo que corrupción que protagonizaron a sus padres y terminó en el encarcelamiento de Iñaki Urdangarin.

Juan Urdangarin lo pasó fatal en el colegio mientras duró la investigación del caso y hasta que la familia se refugió en Ginebra. Por este motivo siempre ha recibido un extra de atención y mimo por parte de sus padres. Y quizá también explique su actitud al detectar medios de comunicación: su gesto se torna serio y se muestra francamente incómodo. Probablemente culpa a los periodistas del sufrimiento que experimentó cuando solo era un niño.

Quizá por esta circunstancia, podría considerarse a Juan Valentín como el hijo favorito de la infanta Cristina , aunque existen otras pistas. Por ejemplo, que ha sido el acompañante de su madre en citas importantes para la realeza europea, como la misa en memoria del rey Constantino que se celebró en Londres, la boda del alcalde Martínez Almeida y Teresa Urquijo o la de Teodora de Grecia en Atenas. Parece que Juan es la pareja que Cristina de Borbón favorece a la hora de cumplir con su agenda social.

Nuevos y recientes indicios permiten contrastar esta percepción, reforzada además por el hecho de que Juan Valentín es el primogénito. Y un calco físico de su padre Iñaki Urdangarin, por cierto. Sin embargo, la dedicación y atención que le dedica la infanta Cristina puede deberse no tanto a una preferencia, sino a un plus de cuidado que el joven puede seguir necesitando. Un mimo maternal lógico que, a buen seguro, también reciben Miguel e Irene.

Tampoco faltan pruebas de incesantes muestras de cariño entre la infanta Cristina y Pablo Urdangarin , el deportista de élite de la familia y aquel que ha heredado el gen campeón de su padre, además de un belleza apolínea notable. Cada vez que su madre acude al campo del Granollers para verle jugar, no faltan besos, abrazos y sonrisas entre el uno y la otra. Ahora, repetimos, conocemos que su papel dentro de la familia es sobresaliente.

Pablo Urdangarin se ha convertido en el mensajero elegido por su padre, Iñaki, para obtener información sobre la infanta Cristina . O, mejo dicho, para interesarse por ella. Según publicó 'Monarquía Confidencial', el olímpico preguntó a su hijo por el estado de salud de su ex, al ver que llevaba el brazo en cabestrillo. La hija de Juan Carlos I y la reina Sofía se lesionó en un accidente en el palacio de la Zarzuela.

Es lo lógico en las parejas divorciadas que, con el paso del tiempo, van recuperando cierto grado de comunicación: los hijos, en este caso Pablo, suelen ejercer de mensajeros de buena voluntad y, a la postre, clave de reconciliación. Recordemos, además, que Pablo siempre ha sido señalado como el Urdangarin más dispuesto a relacionarse con Ainhoa Armentia y el que primero la conoció.

El balonmanista del Granollers es, además, el hijo de la infanta Cristina que más temple y diplomacia ha demostrado a la hora de lidiar con la prensa, como comprobamos cuando unas fotos robadas destaparon el romance de su padre con su nueva pareja. Su dominio de sí, su éxito profesional en la élite del deporte y la estabilidad de su relación sentimental con Johanna Zott le convierten, efectivamente, en un ejemplo de madurez.

Si hubiera que señalar un hijo favorito para la infanta Cristina o, más bien, aquel de sus hijos en el que ya se puede apoyar en sus cuitas, ese sería Pablo Urdangarin. De hecho, es él quien se encuentra al cargo de la supervisión del famosos piso de lujo que su madre compró en Pedralbes y que se está reformando para acomodar a los Urdangarin, confirma la revista Semana. Evidentemente, su madre tiene toda la confianza en él. Una confianza adulta.