UN DIVORCIO QUE NO TERMINA

La complicada relación de Iñaki Urdangarin con sus hijos: todos a favor de la infanta Cristina y solo Pablo sale en su defensa

La relación de los hijos de la infanta Cristina con su padre, Iñaki Urdangarin, no parece progresar, al menos en su dimensión pública. Con su madre, sin embargo, es estrecha.

Iñaki Urdangarin, en una imagen de archivo. / gtres

Elena de los Ríos
Elena de los Ríos

Aún no es una eternidad el tiempo que ha pasado desde que Iñaki Urdangarin viera a sus hijos , esa Nochebuena polémica en la que no se mostraron del todo cómodos con su padre y su nueva pareja, Ainhoa Armentia. Sin embargo, nada sabemos acerca de si se ven alejados de cámaras, si hablan por teléfono o si mantienen la cercanía necesaria. Con la infanta Cristina, sin embargo, la situación es la contraria.

Conocemos las dificultades que Juan Valentín, Pablo, Miguel e Irene experimentaron a la hora de encajar la situación sentimental de sus padres, sobre todo la ruptura y el dificultoso divorcio. También que el más deportista de sus hijos, jugador de balonmano como Iñaki Urdangarin , fue el más resolutivo y maduro en aquel mediático trance. A resultas, parece que se ha convertido en el mayor apoyo de su madre.

Se ha escrito mucho acerca de la complicada situación psicológica de los jóvenes Urdangarin , sometidos a una presión considerable debido a la condena penal y pública de su padre. Eran, además, muy niños, con lo que es probable que la infanta Cristina considerara la posibilidad de prestarles apoyo terapéutico para sobrellevar el trance. Sin duda, Cristina de Borbón también pudo haberse beneficiado de tal apoyo.

Terapia psicológica y divorcio de Cristina e Iñaki

Por descontado, los tratamientos médicos y de apoyo psicológico que la familia Urdangarin Borbón haya requerido entran en el territorio de lo estrictamente privado. Lo que sí puede observarse es la alegría que la infanta Cristina desprende cuando acude a algún evento con sus hijos, en este caso con Juan Valentín, acompañante en varias citas. O cuando celebra los partidos de Pablo, en las gradas del estadio del Granollers.

La infanta Cristina procura no perderse ni uno solo de los partidos que su hijo Pablo juega en Granollers. / gtres

Sin duda las dificultades que ha transitado esta familia han creado una intimidad ampliada entre Cristina de Borbón y sus hijos. De hecho, no es nada extraño que los progenitores se apoyen mucho en sus hijos, sobre todo si son muy conscientes de las circunstancias y responden con madurez. No solo en lo que se refiere a compartir mucho tiempo y atención, sino también en cuanto a conversaciones, confidencias y apoyo emocional.

Es, según confirman los psicólogos, un equilibrio delicado el que ha de guardarse entre progenitores e hijos en estas circunstancias de sufrimiento, tristeza o desequilibrio emocional debido a un divorcio. De hecho, se describen casos de dependencia emocional que pueden llegar a la toxicidad, cuando una madre o un padre trata de compensar su soledad y puede llegar a invadir la vida emocional de sus hijos.

Dependencia tóxica e incesto emocional

En un extremo de esta circunstancia, el caso más preocupante de relación entre madre o padre dependiente e hijo o hija que atiende, se denomina en psicología 'incesto emocional'. Un concepto ciertamente fuerte, que remite a unos padres que, involuntariamente, convierten a sus hijos en su paño de lágrimas. Silvia Álava, psicóloga infantil, compartió en su canal de YouTube algunas pistas al respecto de este problemático comportamiento.

«Hay una inversión de los roles y son los hijos los que ayudan emocionalmente a sus padres. Pero no están preparados para ello, sobre todo cuando son pequeños. Son los padres los que ayudan a regular las emociones y no a la inversa», explica Álava. Efectivamente: no tiene nada que ver con el incesto físico ni tiene ninguna connotación sexual. Por eso, en lenguaje técnico suele denominarse parentelización para que no haya confusiones.

Una de las pocas fotografías de la infanta Cristina con sus hijos Irene y Miguel. / gtres

Álava recomienda a los padres no confundir su tarea de crear un clima emocional adecuado para que se compartan las emociones en casa, con contarles las preocupaciones de adulto, pedir consuelo o incluso consejo. Y aunque la recomendación experta suele dirigirse sobre todo a niños y adolescentes, seguramente también los hijos veinteañeros pueden vivir problemáticamente una madre que se apoye de esta manera en ellos.

Sea como fuere, no parece este el caso de la infanta Cristina y sus hijos, pues lo que vemos es más bien lo contrario: es la madre la que parece siempre dispuesta a acompañar, apoyar y sostener a sus cuatro hijos. Aún así, las dificultades que Juan Valentín, Pablo, Miguel e Irene tienen para reconectar con su padre, Iñaki Urdangarin pueden ser síntoma de que algo no marcha a la perfección. Han pasado ya tres años desde que se descubriera su amor. Tiempo suficiente como para ponerse los unos en la piel de los otros y retomar su relación con normalidad.