La infanta Sofía y los rumores: por qué la formación militar es el recurso desesperado de Letizia para proteger a su hija pequeña

La infanta Sofía cursa ya el último semestre del Bachillerato Internacional en el UWC Atlantic College de Gales, pero antes de que la veamos posar con sus orgullosos padres con su diploma de rigor, ya habrá cumplido la mayoría de edad. Será el próximo 29 de abril, fecha que marca un fin de etapa que va a ser tan relevante como para su hermana, la princesa Leonor. Seguro que la reina Letizia ya la está temiendo.

Aunque la infanta Sofía aún goza de cierta protección en la viralidad, como todos los menores, puede que la cercanía de su mayoría de edad explique la aparición de los primeros rumores que la afectan directamente. Fue una revista portuguesa que, en su información, no cita fuentes ni próximas ni lejanas, la que lanzó una noticia bastante extraña: que la hija pequeña de Letizia no está rindiendo en sus estudios.

En realidad, la información de la revista portuguesa indicaba que la reina Letizia, tras la ceremonia de conmemoración del 80 aniversario de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz, voló de Polonia a Gales para reunirse con los profesores de la infanta Sofía y con su hija. Se supone que para reconvenir a la joven y escuchar de sus tutores las particularidades de la problemática. ¿Resulta verosímil?

Como sabemos en España, la información al respecto de las notas que obtienen Leonor y Sofía es, prácticamente, secreto de Estado. Sin embargo, cualquiera que siga la información de Casa Real en España sabe que la probabilidad de que la Reina tenga una hija mala estudiante tiende a cero. Tal es la responsabilidad que sobrellevan Leonor y Sofía, para las que el estudio puede ser no un problema menor, sino un espacio de normalidad. Incluso un alivio, frente a las exigencias de su exposición como miembros de la familia real.

En todo caso, la información de la revista portuguesa que se replicó tantísimo en España no contó si quiera con la consiguiente ruta delatora del avión que suele llevar y traer a los reyes Felipe y Letizia y también a sus hijas. La publicidad de la ruta de aviones del Estado al servicio de la Corona es lo único que nos permite escudriñar los traslados de la familia real, más allá de sus obligaciones de agenda oficial.

La extensión y amplitud de la difusión de este rumor apunta a lo inevitable: la infanta Sofía se va a convertir en el eslabón más débil de esa cadena de personalidades que forma la familia real. Si las figuras del rey Felipe y la princesa Leonor reciben una protección especial debido a su rango institucional como jefe de Estado y futura jefa de Estado, no va a suceder lo mismo con la hija pequeña de los monarcas. Estará tan expuesta a rumores y noticias falsas como cuando la reina Letizia inició su trayectoria de princesa.

Esta posibilidad, el desvío de la peor atención viral hacia la figura de la infanta Sofía, puede ser uno de los factores que animen a los reyes Felipe y Letizia a proponer a su hija pequeña una formación militar. Se aduce que es tradición en otras familias reales, como la británica, que no solo el heredero pase por las Academias de oficiales, citando a los príncipes Enrique y Eduardo de Inglaterra. Sin embargo, la princesa heredera Ana jamás sirvió en las Fuerzas Armadas.

Evidentemente, tendría sentido que la infanta Sofía ingresara en alguna de las Academias para oficiales de nuestro Ejército si tuviera vocación militar. Sin embargo, no se entiende demasiado bien que se baraje tal cosa para una joven cuya trayectoria no va a tener nada que ver con asuntos marciales. Ha de llegar un momento en el que la trayectoria de ambas hermanas adquiera tonalidades propias y distintivas, para su propia salud mental.

Otro asunto sería si este paso por el Ejército, tres años que retrasarían otros tantos su formación universitaria, tuviera la finalidad de protegerla de su definitiva inmersión en el mundo real. ¿Puede ser que Zarzuela prefiera darle a la hija pequeña de los Reyes algo más de tiempo para madurar su personaje público? Pudiera ser. Lo cierto es que, una vez entre en la universidad, las posibilidades de protegerla al cien por cien del interés viral van a ser mínimas.