Estos son los royals más incómodos que acudirán al entierro de la reina Isabel II: los Windsor repudiados, el rey Juan Carlos encausado y Marie-Chantal Miller

Todas las familias reales lidian con escándalos, pero algunos royals son particularmente incómodos y van a ser observados con lupa durante el entierro de la reina Isabel II. Empezando por el rey Juan Carlos.

Marie Chantal MIller y Pablo de Grecia, a su llegada a la abadía de Westminster para asistir al funeral de Felipe de Edimburgo, en abril de 2021. /getty images

Marie Chantal MIller y Pablo de Grecia, a su llegada a la abadía de Westminster para asistir al funeral de Felipe de Edimburgo, en abril de 2021. / getty images

Elena de los Ríos
Elena de los Ríos

Esta vez no hay peligro de exageración si decimos que estamos ante el funeral del siglo. Nos referimos, claro, al de la reina Isabel II , quien por fin descansará en la Capilla de San Jorge de Windsor, junto a sus padres, Jorge VI e Isabel Bowes-Lyon, Felipe de Edimburgo y su hermana la princesa Margarita . Ese será el último acto del funeral: el enterramiento. Antes, más de 2.000 personas, casi todas royals, aristócratas y autoridades, se despedirán de la monarca en la abadía de Westminster. En fila preferente estará, sin duda, el rey Juan Carlos.

Aún no sabemos cuál será la disposición de los regios invitados en la abadía de Westminster, aunque probablemente los eméritos, Juan Carlos y Sofía, ocupen asientos algunas filas detrás de Felipe VI y Letizia. La expectación es máxima por saber si los reyes eméritos se sentarán juntos (seguro que sí) o si habrá alguna interacción entre ambas parejas antes, durante o después del sepelio.

Desde España, la figura del rey Juan Carlos supone un motivo de incomodidad para la Corona española y la diplomacia, que debe sortear las preguntas sobre el estatus judicial del emérito y las particularidades de su residencia en Abu Dabi. Sin embargo, para la maquinaria diplomática británica este aspecto es absolutamente irrelevante. Sencillamente se ha invitado a los royals que, además de estar emparentados con la reina Isabel II, tuvieron relación más o menos estrecha con ella y Felipe de Edimburgo.

No existen noticias ciertas sobre los detalles del viaje del rey Juan Carlos a Londres, aunque sabemos que será un vuelo regular directo o, quizá, en el jet privado que flete la familia real emiratí. Lo que es seguro es que la estancia del emérito en la capital británica no se irá más allá de las 48 horas. Lo justo para despedirse de Isabel II y dar el pésame a los Windsor en la recepción posterior al funeral. Lo hará, indudablemente, junto a la reina Sofía.

De cara a la opinión pública británica, existen varias figuras profundamente incómodas en la misma familia real que no van a recibir precisamente vítores del público. Uno de los más criticados es el príncipe Andrés, por verse envuelto en la red de tráfico y prostitución de menores del millonario pedófilo Jeffrey Weinstein. A lo largo del cortejo fúnebre que acompañó a la reina Isabel II de Balmoral a Londres, la policía detuvo a algunos manifestantes que le increparon con gritos y pancartas.

Por qué incomoda en el funeral la presencia de Meghan Markle y el príncipe Enrique

Otra pareja terriblemente incómoda es la formada por Enrique de Inglaterra y Meghan Markle, a la que ya vimos bastante nerviosa y dubitativa durante el paso de 'los fabulosos cuatro' a las puertas de Windsor. Allí, varias personas no quisieron estrecharle la mano y algunos jóvenes se rieron de ella directamente en su cara. La opinión pública británica le pasa factura de las entrevistas que ha concedido en los medios de comunicación estadounidenses.

Además, se ha producido una polémica al respecto de qué familiares de la reina Isabel II deberían tener derecho a aparecer con uniforme militar durante el funeral y posterior acompañamiento al carruaje que llevará el féretro desde la Abadía al Arco de Wellington. La Casa Real británica le concedió una dispensa especial al príncipe Andrés para hacerlo, a pesar de haber sido apartado de la agenda oficial y de sus funciones de apoyo a la Corona. El príncipe Harry, sin embargo, no la obtuvo.

En principio, justo los dos familiares de la reina que han tenido una participación más activa en el ejército británico, Andrés en la guerra de las Malvinas y Enrique en Afganistán, tenían vedado el uniforme. Dispensado Andrés de la prohibición, se escucharon voces de queja al respecto de mantener la prohibición para el duque de Sussex. Previsiblemente, él también podrá despedir a su abuela, la reina Isabe II, con su uniforme reglamentario.

Más royals incómodos, aunque sea porque la fama les precede. Tenemos que mencionar en esta lista a Marie Chantal Miller, la millonaria estadounidense casada con Pablo de Grecia. En la reciente reunión de royals con motivo del jubileo de la reina Margarita de Dinamarca, varios medios de comunicación se hicieron eco de la mala educación de Marie Chantal Miller, algo inconcebible en este tipo de reuniones al más alto nivel.

En las crónicas de la fiesta se cuenta cómo Marie Chantal Miller no quiso atender a los periodistas reunidos, una displicencia solo al alcance de reinas sin trono que no deben cultivar su imagen ante la ciudadanía ni poseen poder alguno que ejercer. A la reina Isabel II no le gustaría saber de una monarca que no sabe comportarse como tal ante la prensa.

Habrá expectación por ver a Charlène de Mónaco, en su primera gran aparición internacional tras su vuelta al Principado, y a los monarcas japoneses, el emperador Naruhito y la emperatriz Masako, quienes con su presencia en Westminster se saltarán el precepto de la religión sintoísta que considera la muerte impura. Amir Tamim bin Hamad al Thani, emir de Catar, también acude con polémica: está envuelto en el pago de 1 millón de euros en un maletín a Carlos III, el nuevo rey.