La exprincesa catarí Kasia Gallanio / GTRES

Sus hijas la recuerdan

El misterio sin resolver de la muerte en Marbella de la bellísima princesa catarí Kasia Galliano, un año después

Kasia Gallanio estaba enfrentada en los tribunales por la custodia de sus hijas con su exmarido y se barajaron las hipótesis del suicidio y la sobredosis como causas de su fallecimiento

El 29 de mayo del año pasado se encontró el cuerpo sin vida de la exprincesa de Catar Kasia Gallanio, que tan solo tenía 46 años. Una muerte trágica que, según fuentes cercanas a la investigación, recogidas por EFE, no dejaba del todo clara la primera autopsia y que, por lo tanto, requería pruebas posteriores, un estudio complementario que determinara la causa de su fallecimiento.

Con motivo del primer aniversario de su muerte, su hija, la princesa Malakakh publicaba un emotivo mensaje en su memoria: «Hace un año nos dejaste mamá para ir al cielo a pesar del mal tiempo. El dolor sigue siendo tan fuerte. Cada día que pasa estás en mis pensamientos. Te amo mucho, te extraño mucho. Descansa en paz princesa K. Nunca serás olvidada».

El mensaje de despedida de Kasia Gallanio

Dos meses antes de su muerte, Kasia Gallanio le dedicaba a sus tres hijas un mensaje que parecía premonitorio: «Mis queridas. Nunca olvides que te quiero mucho. La vida está llena de momentos difíciles y buenos momentos. Si en ciertos momentos os sentís abrumadas…..No olvidéis quiénes sois…..Enderezad vuestras coronas y sed valientes….Aprended todo lo que podáis y sed mujeres increíbles, inspiradoras, poderosas y compasivas».

Debemos recordar que la Policía Nacional se personó en su casa marbellí en la mañana de ese domingo. Había sido su hija menor la que había alertado desde Francia a los cuerpos de seguridad porque no lograba establecer comunicación con ella desde hacía varios días.

Los agentes encontraron el cuerpo sin vida de la expareja de Abdelaziz bin Khalifa Al-Thani, tío del emir catarí, sin aparentes signos de violencia. Esta muerte llegaba después de litigios por la custodia de sus tres hijas menores que comenzaba en 2012. Diez días antes de su muerte, el 19 de mayo, un tribunal de París había desestimado los requerimientos de la exprincesa.

El análisis familiar de la exprincesa

Según Le Parisien, Kasia Gallanio había estado hospitalizada meses antes, había sufrido diversas crisis nerviosas e incluso se había sometido a curas de desintoxicación. Estas circunstancias determinaron que el mencionado tribunal esperase a obtener una evolución psicológica de la exprincesa para poder hacer un retrato más completo de la verdadera situación familiar.

Estamos hablando de un caso complejo porque a mediados de abril, una de las hijas de la pareja había denunciado haber sido víctima de agresiones sexuales por parte de su padre cuando contaba entre 9 y 15 años. La Fiscalía de París abrió una investigación bajo la premisa de un presunto delito de agresión sexual agravada, a cargo de la brigada policial de protección de menores. El entorno del jeque desmintió estas acusaciones.

La exprincesa Kasia Gallanio asiste al primer 'Festival de la Moda Islámica' de París en 2009. / GTRES

Tras el deceso de Kasia Gallanio, su abogada, Sabrina Boesch, manifestó que «mi clienta se vio devastada por esta decisión y considero que ha muerto de pena». La letrada se había trasladado a España para reconocer el cadáver junto a las hijas mayor de la mujer, de 17 años. Su padre, de 73 años, no mantenía en ese momento relación alguna con las dos hijas mayores, según Le Parisien, y solamente les proporcionaba dinero para cubrir sus gastos en «hoteles modestos o alojamientos de corta duración».

Por el contrario, la menor de las tres hermanas, de 15 años, vivía con él en un palacio de 5.000 metros cuadrados situado en la avenida Montaigne de París, pero no en las mejores condiciones, ya que estaría « aislada del mundo y en situación de abandono escolar», tal como publicaba Le Parisien.

Galliano nació en Los Ángeles y llevó una vida muy cosmopolita. Se mudó a París después de un intento de golpe de estado en Catar y se convirtió al islam poco después de casarse. Su matrimonio, pese a tener tres hijas en común, hizo aguas muy pronto y se divorciaron muy pronto. Sus hijas gemelas vivían con ella en España y la menor en París con su padre, como hemos señalado anteriormente.

Las denuncias constantes de Gallanio por sus hijos

La exprincesa denunció su situación en su perfil de Instagram con un dramático mensaje: «Los niños NUNCA deben ser utilizados como víctimas o peones cuando los padres no se llevan bien. El padre de mis hijos, el príncipe Abdulaziz Khalifa Al Thani, no ha pagado ni un centavo por la manutención de los hijos durante más de un año para ayudarme a mantener y criar a nuestros hijos. En mi opinión, esto es escandaloso, injusto, vergonzoso y una verdadera vergüenza»

Y apostillaba ese 19 de marzo: «No importa en qué nivel financiero o estado se encuentre. Es realmente inmoral porque nuevamente los niños son la víctima. Sin embargo, es más humillante cuando eres un príncipe multimillonario de Catar». Sheikh Abdelaziz, sin embargo, prefirió guardar silencio.

El círculo íntimo de Gallanio también habla

The Daily Beast hablaba en esas fechas con algunos amigos de Gallanio, y todas las personas consultadas veían poco plausible la teoría de que hubiera muerto de una sobredosis de droga, pues consideran que llevaba una vida sana. Es más, manifestaban que le preocupaba mucho su figura y su salud, que ocasionalmente podía tomar una copa de vino, pero nada más. El suicidio no era una opción para su entorno.

«Estoy 100 por ciento seguro de que no murió de una sobredosis», manifestó al mencionado medio su amigo y confidente Louis Spagnuolo, un empresario estadounidense. «No se suicidó. Nunca hubiera dejado a sus hijas y no consumía drogas».

También Daily Mail habló en esas fechas de que tenía un novio secreto, un cantante y gerente de un club nocturno, Bruce Baps, quien manifestó que a Gallanio la habían asaltado y golpeado en su casa y que temía por su vida, pero la policía de Marbella habría manifestado a The Daily Beast que vivía en un complejo de apartamentos de lujo con grandes medidas de seguridad en Puerto Banús y que no habían recibido ninguna denuncia.

Otro elemento que entró en juego en las diversas hipótesis fue la muerte reciente del playboy saudí Ahmed Ashmawi, muy amigo de ella y también residente en Marbella, cuyo nombre se había tatuado.

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