Princesa de Gales, el título maldito: una española desterrada, un accidente mortal y la enfermedad de Kate Middleton

La actual princesa de Gales es Kate Middleton , esposa de Guillermo de Inglaterra. Un título que se hizo célebre gracias a la figura de Diana de Gales, más conocida como Lady Di . Incluso tras su divorcio del actual rey Carlos III, y a pesar del escándalo de sus infidelidades con Camilla Parker Bowles , Diana siguió ostentando el título de princesa de Gales hasta el día de su muerte, en 1991, en un accidente de coche. El siniestro ocurrió en el túnel del Pont de l'Alma de París, cuando la princesa y su entonces pareja, Dodi al Fayed –también falleció en el fatal suceso–, eran perseguidos por los paparazzi.

El título de princesa de Gales siempre le ha correspondido a la esposa del heredero al trono de Inglaterra, aunque han existido excepciones no exentas de polémica y cierta maldición. El famoso título lo han ostentado destacadas mujeres a lo largo de los siglos, siendo la primera de ellas, en 1361, Juana de Kent, madre del rey Ricardo II de Inglaterra.

En 1470 Ana Neville se convirtió en nueva princesa de Gales por su matrimonio con Eduardo de Westminster, hijo del rey Enrique VI. Llegó a ser reina consorte, pero no por su primer matrimonio –su marido falleció en 1471–, sino por su segunda boda, en este caso con el rey Ricardo III.

La española Catalina de Aragón, hija de los Reyes Católicos, también fue princesa de Gales, aunque solo durante un año, por su matrimonio con Arturo, príncipe de Gales. Tras quedar viuda, se casó con Enrique VIII, y éste la abandonó por la célebre Ana Bolena, decapitada en 1536 bajo acusación de adulterio, incesto y traición. Catalina fue desterrada y falleció, curiosamente, cuatro meses antes, en enero de 1536, en el castillo de Kimbolton.

La última princesa de Gales antes de Lady Di fue Maria de Teck , conocida como la reina Mary. Era la abuela de Isabel II, quien nunca pudo ostentar tan famoso título porque, a pesar de su condición de heredera al trono antes que reina, hasta 2013 este título solo lo podían ostentar los hombres herederos. Esa es la razón por la cual no hubo princesa de Gales entre 1953, cuando murió la reina Mary y 1981, con la boda de Diana Spencer y el príncipe Carlos , entonces heredero al trono de Inglaterra.

El título de princesa de Gales siempre tendrá una unión especial a la figura y memoria de Lady Di. La malograda royal, fallecida en accidente de coche en París el 31 de agosto de 1997, accedió al título de princesa de Gales al casarse con el entonces príncipe Carlos en 1981. También conocida popularmente como la «princesa del pueblo» dada su vocación y entrega solidaria y filántropa, Diana fue la primera princesa de Gales en varias décadas pues su suegra, la reina Isabel II , nunca ostentó el cargo.

Antes que Lady Di, Maria de Teck, abuela de Isabel II, fue nombrada princesa de Gales por su matrimonio con quien luego fue el rey Jorge V. Fallecida en 1936, también ostentó los títulos de duquesa de York y duquesa de Cornualles, ambos de sobra conocidos por su vinculación a Sarah Fergie Ferguson y Camilla Parker Bowles, actual reina consorte de Inglaterra. Es precisamente la actual monarca quien ha roto con la norma que siempre ha acompañado el título de princesa de Gales y que corresponde a las esposas de los herederos a la Corona Inglesa.

Camilla nunca ha querido tener nada que ver con este título dada su estrecha vinculación con Lady Di. Habría sido un nuevo escándalo que sumar a su ya mediático romance con el actual rey cuando éste aún estaba casado con la madre de sus hijos. Esta idea nunca estuvo en la cabeza de la nueva reina, quien rechazó el título de princesa de Gales pero aceptó el de duquesa de Cornualles, ligado al hijo mayor del monarca inglés.

Un gesto claramente dirigido a ganarse el cariño de los británicos que tanto habían querido a Lady Di y que tan mal llevaron la infidelidades del entonces príncipe Carlos, confesadas publicamente y en televisión por la propia Diana. La ex esposa del rey Carlos siempre mantuvo su título de princesa de Gales, aunque al divorciarse, y al dejar de pertenecer a la familia real, perdió el tratamiento de Alteza Real.

Catherine Middleton se casó con el príncipe el 29 de abril de 2011 en la abadía de Westminster. A partir de ese día, Kate, como es popularmente conocida, acede al título de duquesa de Cambridge. Y es el pasado mes de septiembre cuando, con motivo de la coronación de su suegro como rey Carlos III, cuando ella, como esposa del nuevo heredero –el príncipe Guillermo–, pasa a ostentar el ya famoso, y parece que maldito, título de princesa de Gales.

Los recientes problemas de salud de Kate Middleton preocupan, y mucho, en la Casa Real inglesa. Es una de las royals más queridas, y con su trabajo desde que empezó a salir con el príncipe Guillermo se ha ido ganando la confianza de propios y extraños. Con el hijo del actual rey y los tres hijos de la pareja – George, Charlotte y Louis – forma una sólida familia que goza de mucha popularidad y cariño entre sus conciudadanos. De ahí que la noticia del bache de salud de la princesa de Gales haya generado bastante preocupación.

La futura reina de Inglaterra fue intervenida de una cirugía abdominal el pasado 16 de enero, un preocupante hecho confirmado por el palacio de Kensington, que también adelantaba la baja médica de la princesa de Gales hasta después de Semana Santa. Días atrás surgía el rumor de cierta complicación en el posoperatorio, aunque fuentes oficiales han descartado que se trate de cáncer.

En cualquier caso, las idas y venidas al hospital de su marido Guillermo, con cara de preocupación, no tranquilizan demasiado sobre el estado real de la princesa de Gales, quien se ha ganado a lo largo de los años el mismo cariño del que gozó su suegra, a la que nunca conoció, la inolvidable Lady Di.