Cinco años del tenso encuentro de Kate Middleton y Meghan Markle en Wimbledon: «Nada era lo que parecía»

Es bien sabido que Kate Middleton es una gran fan del tenis y especialmente del torneo de Wimbledon que se está disputando en estos momentos. Pero debido a su tratamiento contra el cáncer, aún no sabemos si podrá entregar los premios en la final, con la duquesa de Gloucester calentando la banda como suplente. Mientras esperamos noticias desde el All England Club, es imposible no recordar un memorable momento ocurrido durante el torneo, del que ahora se cumplen cinco años: el incómodo encuentro en el palco de la princesa de Gales y su cuñada, Meghan Markle.

Se suponía que aquella jornada deportiva iba a ser una muestra pública de unidad entre Kate y Meghan . Pero nada fue lo que parecía en las imágenes. Al parecer, la relación entre los Sussex y los príncipes Guillermo y Kate ya era tensa en ese momento.

El príncipe Harry detalló en su autobiografía cómo Kate supuestamente hizo llorar a Meghan por los vestidos de las damas de honor en su boda. También desveló que cuando llevó a su entonces novia a conocer a su hermano y a su cuñada, Kate se quedó en el jardín jugando con los niños en lugar de saludarla. Tampoco ayudó que Pippa Middleton no invitara a los duques de Sussex a su boda con James Matthews en 2017.

A pesar de que la antigua actriz y la princesa lucieron sus mejores sonrisas en Wimbledon, la tensión fue evidente durante la visita. En declaraciones al diario 'The Sun', la experta en lenguaje corporal Judi James describió esa aparición en el palco diciendo que «Meghan fue colocada en un sándwich Middleton, sentada entre Kate y su hermana Pippa».

«Como una declaración pública de intenciones, se quería mostrar que Meghan era la tercera hermana y, por lo tanto, muy parte de la familia. También significaba que tanto Kate como Pippa la acogían como la cuñada de honor», añadía esta experta.

Prueba de la incomodidad de la norteamericana durante su cita con las hermanas Middleton fueron gestos clásicos delatores en el lenguaje corporal: tocarse el cuello o adoptar una pose defensiva colocando el brazo alrededor de su torso.

Mientras veían la final femenina que enfrentó a Serena Williams y Simona Halep, Kate optó por un vestido verde esmeralda de Dolce & Gabbana, mientras que Meghan fue más fiel al código de vestimenta habitual de Wimbledon, apostando por una camisa blanca de Hugo Boss.

La duquesa de Sussex se sinceró sobre aquel día en Wimbledon en su famosa entrevista con Oprah Winfrey, en la que también habló de sus intentos de suicidio o sobre el racismo en el seno de los Windsor. En aquella charla de 2021, Oprah le preguntó a Meghan: «¿Te sentiste bien recibida por todos? Parecía que tú y Kate... en el partido de Wimbledon donde ibas a ver a una amiga jugar al tenis...».

«¿Era eso lo que parecía? Éramos dos cuñadas conociéndonos», fue la respuesta de la protagonista de la protagonista de 'Suits'. «¿Te estaba ayudando, acogiéndote en la familia, ayudándote a adaptarte?», quiso saber después la presentadora, pero se encontró con la demoledora contestación de Meghan: «Nada era lo que parecía». Posteriormente añadiría que «no podría haber estado más sola» en sus comienzos dentro de la Familia Real.

Días después de su cita en Wimbledon, Meghan y Kate fueron vistas en un partido de polo benéfico. Pero según se puede leer en la biografía sobre los Sussex 'Finding Freedom', la pareja tenía una «relación cordial pero distante». En un fragmento del libro se detalla por ejemplo cómo «mientras las cariñosas madres eran fotografiadas una al lado de la otra con sus hijos, las dos parecían apenas intercambiar una palabra».

Apenas seis meses después de aquella incómoda aparición conjunta, en enero de 2020, Meghan y Harry anunciaron que se retiraban como miembros principales de la realeza en activo. Ahora residen en California con sus dos hijos, el príncipe Archie, de cinco años, y la princesa Lilibet, de tres.