El orgullo de Letizia: por qué Leonor debuta en el selecto círculo monárquico de la mano de Carlos III y la reina Camilla

El cálculo de oportunidades le ha venido como anillo al dedo a la reina Letizia, bruñidora en la sombra de la perfecta reina en la que pretende convertir a su primogénita, Leonor de Borbón. Hablamos de su debut oficial en el exclusivo círculo monárquico europeo, una cita que viene retrasándose desde 2022, cuando no asistió al 18 cumpleaños de Ingrid de Noruega donde se presentó en sociedad la gran mayoría de herederas a tronos europeos. Ahora entendemos mucho mejor su ausencia en según qué eventos royal continentales.

El plan de Letizia y Casa Real para elevar a la princesa Leonor por encima de las altísimas expectativas que suscita está en marcha. Y marcha inmejorablemente. Solo hay que leer el asombro que el desempeño de la futura monarca despierta en la opinión pública internacional: «Impecable», «Majestuosa», «Segura», «Chica de acción». Constatamos una vez más lo mucho que se alaba a las mujeres que resuelven en posiciones tradicionalmente masculinas. Desde que se vistió de militar, Leonor arrasa.

Aunque el uniforme de gala de dama cadete del Ejército de Tierra, incluso el de recluta o el de las maniobras, le sienta maravillosamente a su físico de princesa de cuento, la verdadera prueba de fuego para Leonor será su debut con alguna de las tiaras de Letizia . No debemos minusvalorar el poder simbólico de los adornos que caracterizan a las reinas que son, además, jefas de Estado. Más que un inconveniente para su percepción como instancia institucional, tiaras, vestidos y joyas pueden disparar la popularidad de las monarcas titulares si logran utilizarlas con inteligencia. Un ejemplo inmejorable de ello acaba de abdicar: Margarita de Dinamarca.

El debut de Leonor en una cena de gala es, por tanto, cosa seria. Y probablemente no era estratégicamente interesante que se produjera al servicio de otra futura reina, como Ingrid de Noruega . De hecho, su cumpleaños terminó convertido en una especie de mercadillo de princesas que reunió a las jóvenes royals de las casas reales más cómplices: Países Bajos, Noruega, Bélgica, Suecia y Dinamarca. El rey Felipe asistió en representación de la Corona española. No acudió nadie de la familia real británica ni nadie más de la española.

Había, sin embargo, otro motivo de peso para explicar la ausencia de Leonor de Borbón de esta megareunión de princesas. La primogénita de Felipe y Letizia aún no había cumplido 18 años , aunque le faltaran unos pocos meses para hacerlo. Vivía, además, su primer curso de Bachillerato en el UWC Atlantic College de Gales, una etapa de cierta libertad pero también de alta exigencia académica. Pero incluso sin esas circunstancias, estrenarse como futura reina 'en casa ajena' habría sido un error.

Ahora sabemos que la princesa Leonor, la dama cadete Leonor, lucirá este año como la futura reina que ya es, tras haber cumplimentado el trámite de jurar la Constitución . Y lo hará en la mejor circunstancia posible, seguramente una ocasión soñada por la mismísima reina Letizia, cuyo especial afecto para esta casa real es de dominio público. Por eso decimos que el calendario de visitas royal le ha venido como anillo al dedo a sus planes para Leonor, su máximo orgullo.

Si se confirman las informaciones no oficiales a las que ha tenido acceso El Confidencial Digital, la princesa Leonor se estrenará en una cena de gala, con vestido largo y tiara, durante la próxima visita de los reyes Carlos y Camilla a España. Su debut con todos los atributos de una futura reina tendrá por tanto lugar en el Palacio Real y de la mano de la monarquía más influyente del planeta. Letizia no habría podido soñar con mejores padrinos de debut.

Esta coincidencia, no sabemos hasta qué punto calculada, abunda en una hipotética jerarquía que podría ordenar las distintas Coronas europeas en función tanto de su poder económico como de su historia. Tras el liderazgo innegable de los Windsor, al frente de la monarquía más incontestable del continente, rivalizarían en influencia la de los Países Bajos, con una dinastía Orange infinitamente más rica que la familia Borbón y un imperio colonial también en su historia, y España.

Indudablemente, la Corona española hace valer tanto su primacía como primer gran imperio colonial, prácticamente originario en sus términos, como su riquísimo patrimonio cultural, incomparable al de Países Bajos. En esa dirección podemos leer el incesante trabajo de la reina Letizia por tender lazos de admiración y afecto con el rey Carlos III, al que le une una especial conexión. Si se confirmara que los monarcas británicos realizan su primera visita a una familia real europea en España, el tanto que se apuntaría Zarzuela sería magnífico.

De momento, los reyes Carlos y Camilla han realizado tres viajes internacionales. El primero tuvo como destino Francia, el país con el que Reino Unido establece las relaciones comerciales y políticas más importantes y está directamente conectado a través del Eurotúnel. A continuación viajaron a Alemania, otro socio histórico y el país con mayor peso industrial del continente. El tercero llevó a los monarcas a Kenia, antigua colonia británica y miembro de la Commomwealth.

Sin duda, el debut de la princesa Leonor con todos los afeites de futura reina en una cena de gala ha tenido que halagar a los reyes Carlos y Camilla y, quién sabe, quizá convencerles de que su primera visita a una Corona europea sea a España. Entramos en temporada alta de importantes eventos royal, pues los reyes Felipe y Letizia tambiñen preparan su visita de Estado a Países Bajos, donde Guillermo y Máxima serán anfitriones.