Leonor se hace mayor en su cuarto discurso en los premios Princesa de Asturias: «Los jóvenes somos conscientes de que la situación actual no es fácil»

El cuarto discurso de Leonor en los Premios Princesa de Asturias trasluce por primera vez el peso de la responsabilidad. La futura reina se hace oficialmente mayor en sus primeros titubeos sobre el escenario.

La princesa Leonor, en un momento de la gala de entrega de los Premios Príncipe de Asturias 2022. / instagram

Elena de los Ríos
Elena de los Ríos

La retransmisión de la gala de entrega de los Premios Princesa de Asturias nos ha dejado ver momentos tiernos, emocionantes y extraordinarios. Ninguno de ellos tuvo como protagonista a la princesa Leonor , a la que por primera vez hemos visto algo insegura y titubeante, incluso hasta cometer algún ligero error, en la lectura de su discurso. Es la primera vez que, aunque mínimamente, la princesa tropieza. Probablemente porque la madurez ya le permite sentir el peso de la responsabilidad que recae sobre ella. Algo de lo que está muy pendiente su madre, la reina Leitizia .

Sin duda, la enorme expectación que causa cada aparición pública de la princesa Leonor debe pesar ya sobre la joven, que además vive la mayor parte del año desconectada de la institución gracias a sus obligaciones escolares en Gales. La presión para que la agenda de la heredera se amplíe y permita a la ciudadanía conocerla más y mejor es cada vez mayor. Difícil que la primogénita de Letizia pueda permanecer ajena a ella.

Leonor cumple 17 años y por primera vez le vemos claramente los nervios, quizá porque en esta ocasión no ha podido ensayar tanto como en otras ocasiones su intervención. Quizá porque su voz, que recuerda bastante a la de la infanta Cristina, no ha encontrado aún su sitio ni su proyección. No era, de todos modos, un discurso nada fácil de dar.

La familia real, a su llegada el teatro Campoamor de Oviedo, para la entrega de los Premios Princesa de Asturias 2022. / instagram

«En unos días cumplo 17 años, y les aseguro que descubrir la obra de nuestros premiados me ayuda a entender mejor el mundo que me rodea», empezó la princesa Leonor. «Su labor me empuja a seguir aprendiendo. He leído sobre cada uno de ellos y me impresiona todo lo que han conseguido. Me importa y me interesa porque sé que su trabajo sus esfuerzos miran al futuro e influyen en el presente».

A los pocos minutos de comenzar a hablar, la retransmisión nos dejó ver a Paloma Rocasolano, abuela de Leonor y Sofía, enjugándose las lágrimas de orgullo por su nieta. No hubo, sin embargo, un plano para la otra abuela, que escuchaba desde el palco de honor. El rey Felipe miraba enternecido a su heredera, mientras Letizia la observaba con su mirada analítica. Seguramente pensando en visualizar el discurso junto a su hija en casa.

El momento en el que Letizia saluda a su adre, Paloma Rocasolano, en su entrada al patio de butacas del teatro Campoamor de Oviedo. / instagram

La princesa fue narrando la importancia del trabajo de cada uno de los premiados con la repetición de un retórico « me importa». La fuerza del mensaje era notable, pero cierta falta de fluidez, a veces de vocalización, de Leonor le quitó parte de su potencial impacto. Es el peligro de escribir discursos que piden, más que ser dictados, ser interpretados.

Su mensaje estaba claro: los jóvenes que Leonor representa en los Premios Princesa de Asturias tienen que interesarse por estas personas, excelentes en su labor. Por un motivo que ella misma apuntó: «En días como hoy, escuchar, admirar y reconocer la excelencia de nuestros premiados nos hace sentir que las cosas siempre pueden cambiar para bien«.

La infanta Sofía aplaudió entusiasmada a su hermana, la princesa Leonor, al término de su discurso. / instagram

La princesa Leonor quiso subrayar la evidente sensación de zozobra que vive su generación. «Los jóvenes somos conscientes de que la situación actual no es fácil. De que el mundo ha cambiado y sigue cambiando. Y de que la mejor manera de progresar pasa por mantener el entusiasmo por conocer. Equiparnos con responsabilidad y capacidad de esfuerzo y aprender de los que saben, de quienes hacen lo suya de manera impecable, a menudo en silencio».

Fueron precisamente los premiados los que lograron ponerle un grado de emoción a la ceremonia, con los discursos de Juan Mayorga y, sobre todo, el veterano periodista polaco Adam Michnik, un defensor de la democracia que recordó que «Rusia no es Putin» y reclamó «el derecho a equivocarse cuando se busca la verdad».

EL momento más extraordinario de la entrega de los Premios Princesa de Asturias estuvo protagonizada por María Pagés y Carmen Linares. / instagram

Sin embargo, el momento más extraordinario de la gala lo protagonizaron María Pagés y Carmen Linares, con un instante de cante y baile flamenco que no van a olvidar fácilmente los asistentes. Fue poderoso y conmovedor, y arrancó varios gestos de aprobación emocionada a la reina Letizia.

Durante su discurso, este sí impecable, el rey Felipe quiso conectar con su hija y referirse a 'la generación Leonor'. «Cada vez sois más conscientes del papel que desempeñan nuestros premiados. A todos los jóvenes de tu generación os animo a miraros en ellos, en sus obras, en sus esfuerzos y aspiraciones, en su generosidad y en su gratitud. Representan los valores que son indispensables en el siglo XXI».