Letizia y Jill Biden hacen equipo contra el cáncer: la poderosa conexión de la reina y la primera dama en Nueva York

De todas las causas que abandera la reina Letizia , puede que la promoción de la investigación para el tratamiento y la prevención del cáncer sea la que encuentra más eco en las familias, no solo españolas. De hecho, también es prioridad en la agenda de Jill Biden , la primera dama estadounidense que ha querido unir fuerzas junto a la reina en el Día Mundial de la Investigación sobre Cáncer, en Nueva York.

No es ninguna casualidad que la reina Letizia y Jill Biden decidieran presidir este importante día, evento clave en la agenda paralela de la semana de la Asamblea de Naciones Unidas que se celebra en Nueva York, vestidas de blanco. Se trataba de minimizar el impacto de moda y subrayar sus demandas, tan importantes para lograr el objetivo final de la erradicación de la enfermedad.

Significativamente, Letizia ha decidido no cambiarse de ropa después de la reunión con científicos españoles que están investigando tratamientos contra la enfermedad, entre ellos Valentín Fuster. Con el mismo vestido camisero blanco se reunió con Jill Biden, también vestida del mismo color. Un gesto estratégico que nos empuja a no hablar de nuevo de su look, sino de su causa.

La reina, presidenta de honor de la de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), presidía además este importante acto de vocación global con el que la AECC busca coordinar el esfuerzo mundial para atajar esta enfermedad y estimular la participación activa de empresas, instituciones y líderes.

Como ponente principal, Letizia volvió a subirse al estrado para dar un discurso, el segundo en este viaje a Nueva York en el que demuestra su dominio del inglés. Cada vez tiene más interés escuchar a la reina, que no dudó en citar a Marie Curie («Dejamos de temer aquello que hemos aprendido a comprender») y a Susan Sontag, la ensayista que pidió abandonar el lenguaje bélico para hablar del cáncer.

La alocución de la reina Letizia estuvo centrada en dos asuntos especialmente importantes para el progreso en la extensión y la efectividad de las curaciones: las desigualdades mundiales en materia de salud relacionadas con el cáncer, en particular en los importantes ámbitos de prevención y detección precoz; y la importancia de la investigación colaborativa.

Jill Biden también ha hecho de la lucha contra el cáncer una prioridad y gran parte de los actos a los acude a lo largo del año tienen que ver con esta causa. No olvidamos que su hijo Beau Biden falleció en 2015, a los 46 años, por un tumor cerebral. Le adoptó junto a su hermano cuando era muy pequeño, tras fallecer su madre y quedar Joe Biden viudo.

Tras esta pérdida, el matrimonio Biden creó la asociación Cancer Moonshot o Misión contra el Cáncer, que trata de acelerar el ritmo de la investigación para la cura de la enfermedad mediante una mayor colaboración entre investigadores y una mejora del intercambio de datos. La meta que esta organización se fijó en 2022 es disminuir al menos en un 50 por ciento las muertes por cáncer en los próximos 25 años.

Este encuentro de Jill Biden y la reina Letizia a propósito de la lucha contra el cáncer parece resultado directo de la visita que ambas hicieron a la sede de la AECC el pasado JUNIO, durante la cumbre de la OTAN que se celebró en Madrid. Ahí se debió de fraguar esta entente que, de tener continuidad, podría conformar una inigualable pinza de mujeres con poder unidas por esta importante causa.