JOYA DE LA CORONA Lo que no vimos de Letizia en la inauguración de la Galería de las Colecciones Reales: tensión, complicidad y un divertido error de protocolo

La fecha de la inauguración de la Galería de las Colecciones Reales tembló, después de ocho años de espera para abrir oficialmente sus puertas, cuando el presidente en funciones Pedro Sánchez adelantó las elecciones a julio, convirtiendo prácticamente todo el mes de junio en percha para la campaña electoral. Los reyes Felipe y Letizia llegaron a la cita de ayer por los pelos: hoy mismo inician sus vacaciones en Marivent. Y el lookazo de la reina Letizia no defraudó.

Los prolegómenos vacaciones suelen ser motivo de sonrisa perpetua, pero en la inauguración de la Galería de las Colecciones Reales vimos menos risas de las esperadas en estas fechas. Evidentemente, cierta tensión en el ambiente debía deberse a la controvertida coyuntura política y, de hecho, hubo momentos puntuales de seriedad notable. Pero todo lo borró de un plumazo la entrada de la reina Letizia .

El show de moda de la reina se llevó ayer de calle los focos, la tensión y hasta la proverbial elegancia del rey Felipe , unos grados de temperatura de estilo por debajo de Letizia. Lo cierto es que la monarca escenificó una despedida de la vida social de Madrid apabullante con un vestido de Carolina Herrera a la altura en espectacularidad de las piezas de arte que iba a contemplar.

La reina no tenía un papel fácil en esta inauguración. Por primera vez, se enfrentaba a un cara a cara con la historia de su familia política, encarnado en tesoros de incalculable valor que pertenecieron a los antepasados del rey Felipe . Evidentemente, Letizia es una mujer que no se deja intimidar fácilmente, como probó un look pensado para destacar, incluso frente a un carruaje real del siglo XVIII.

La Galería de las Colecciones Reales, dispuestas en un edificio de hormigón, roble y cristal proyectado por los arquitectos Emilio Tuñón y Luis Moreno Mansilla frente al Palacio Real, ordena los tesoros custodiados por los reyes españoles durante 500 años. La ordenación principal consta de dos galerías, una para los Austrias (1516-1700) y otra para los Borbones. Una tercera galería queda para exposiciones temporales.

La exposición temporal que pudieron visitar los reyes Felipe y Letizia recoge los carruajes reales, desde los Reyes Católicos hasta Alfonso XIII. Incluye literas, sillas de montar y hasta dos Mercedes-Benz que pertenecieron al dictador Franco. De la época dorada de los carruajes, los monarcas se detuvieron largo rato frente a una carroza de gala de entre 1730-1760, en madera tallada y dorada, hierro y con el interior en terciopelo bordado con hilo dorado.

Pero antes del paso obligado por las galerías, pudimos comprobar cómo la reina se embelesaba con un espectáculo que hubiera hecho las delicias de la reina Sofía . De hecho, fue excepcional escuchar la interpretación de Guillermo Pastrana, uno de los solistas de chelo españoles más prestigiosos. Tuvo el privilegio de tocar el famoso violonchelo que Carlos III compró para su hijo, el príncipe de Asturias: un Stradivari con tres siglos de antigüedad y valor incalculable.

Imposible no acordarse de la reina Sofía escuchando a Pastrana. La reina emérita fue admiradora y amiga de uno de los violonchelistas más importantes de su generación, el ruso Mstislav Rostropóvich, fallecido en 2007. La monarca le conoció cuando era una niña, gracias a su madre, la reina Federica. De hecho, la primera aparición pública del Príncipe de Asturias y su entonces prometida, Letizia Ortiz , tuvo lugar en un concierto en el Teatro Real que Rostropovich ofreció en honor de los Reyes.

La inauguración de la Galería de las Colecciones Reales, un proyecto iniciado en 1998 en el que se han invertido 170 millones de euros, fue celebrada en su discurso por el rey Felipe como «un hito inigualable». Pudieron comprobarlo distintas personalidades, entre ellas la presidenta del Banco Santander, Ana Botín , la ex ministra de Cultura y vicepresidenta socialista Carmen Calvo o la que fuera vicepresidenta del gobierno de Mariano Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría.

Sáez de Santamaría protagonizó una de las anécdotas de la inauguración, cuando se enfrascó hasta tal punto en una conversación con los reyes, que se saltó el orden de protocolo y 'se coló' en su visita. Lo que en otro momento podría haber provocado un momento tenso, fue resuelto con risas por parte de Letizia y la propia Soraya Sáenz de Santamaría. Una prueba más de las ganas que hay de pasar página.