Letizia Ortiz llevó un traje blanco de Armani el día en que anunció su compromiso con Felipe de Borbón, en los jardines de Zarzuela. / getty images

BLANCA, RADIANTE Y EJECUTIVA

La rebeldía del traje blanco de Armani que Letizia eligió para su pedida: empoderada, disruptiva y adelantada a su tiempo

La irrupción de Letizia en el panorama royal europeo fue disruptiva por muchas razones. Y el símbolo de su pequeña gran revolución fue el traje pantalón blanco que llevó en el anuncio de su compromiso.

Fue un anuncio de compromiso acelerado, pues Casa Real no tenía previsto que el noviazgo entre Felipe de Borbón y Letizia Ortiz saliera a la luz tan rápido. Lo destapó Terelu Campos en Telemadrid y, sin tiempo ya para convencer al futuro rey de su arriesgada apuesta amorosa, echó a rodar la bola de nieve que culminaría en boda real, en mayo de 2004. Nada se ajustó a lo que los reyes Juan Carlos y Sofía habían soñado para su hijo. Letizia, sabedora, simbolizó aquella brecha en un traje blanco.

El primer look importante que lucen las consortes reales es el del anuncio oficial de su compromiso con un príncipe. No hay que desmerecer esta primera aparición en territorio royal en la pedida de mano, pues da la medida de lo mucho o poco que la novia está dispuesta a perder parte de su identidad para convertirse en lo que se espera de una futura reina. Evidentemente, la Letizia Ortiz de 2003 no se anunciaba demasiado receptiva a pasar por ningún viejo aro.

Kate Middleton ha hecho de la americana blanca su uniforme de trabajo. Aquí lleva el total look con pantalones: fue en Jamaica, en marzo de 2022. (FOTO: D.R.)

Al comparar los looks de las homólogas de Letizia Ortiz en el anuncio de su compromiso, salta a la vista la radical diferencia entre la aspirante a princesa española y sus homólogas. Rania de Jordania vistió casi de novia en 1998, con un vestido de fiesta blanco radiante y cuajado de flores. La vida imagen de una princesa de cuento.

Máxima Zorreguieta en 2001 y Mary Donaldson en 2003 llevaron sendos vestidos en sintonía con su carácter: rojo, de tweed y sin mangas el de la argentina, suavemente satinado y en tono crema el de la australiana. En 2010, Kate Middleton eligió un resplandeciente vestido azul noche de seda satinada, a juego con el enorme zafiro de su anillo de pedida.

Máxima de los Países Bajos suele vestir de blanco en sus citas ejecutivas y también quiso hacerlo en el retrato oficial de 2020, tomado en el jardín del Palacio Huis ten Bosch en la Haya. (FOTO: D.R.)

Cabe destacar que la única futura reina que se aproximó al valiente traje blanco de Letizia fue Mette Marit de Noruega, otra princesa cuyas credenciales fueron cuestionadas en razón de su biografía. Madre soltera, concursante en un programa de citas y ex pareja de un hombre condenado por tráfico de drogas, Mette Marit lució un traje de chaqueta y falda de seda, de un azul tan bebé que parecía blanco.

La mujer llamada a se princesa de Asturias y, a la postre, reina de España se presentó como tal ante el mundo con un impoluto traje blanco, de pantalón y chaqueta blazer, firmado por Giorgio Armani. No era un vestido ni una falda ni una falda pantalón. Letizia eligió el blanco como bandera blanca frente a los previsibles críticos de su idoneidad, pero dejó claro que no se desdecía de lo que ya era: una mujer trabajadora y, sí, con una vida tras ella que incluía muchos premios y un divorcio.

Mary Donaldson en misión de trabajo y con traje blanco en junio 2021, durante una conferencia a la industria danesa acerca de los Objetivos de Desarrollo Sostenible Naciones Unidas. / d.r.

Desde el minuto uno, Letizia Ortiz informó de su radical aproximación a la posición de monarca: en 2003 ya anunció una reina profesional, trabajadora. El traje de pantalón y chaqueta es el indicativo que hoy utilizan todas las monarcas para defender ciertas áreas de su misión como efectivamente ejecutiva y no únicamente de representación. Si una princesa heredera o una soberana se pone traje, quiere subrayar que no está solo apareciendo. Está haciendo.

Desde aquel famoso traje blanco de Armani que lució Letizia Ortiz, otras princesas herederas y soberanas en activo han recurrido a este look. Sintomáticamente, todas pertenecen a la Generación X, aquella que interiorizó que el valor de una mujer debía cifrarse también en el terreno laboral y no únicamente en el personal. Son las niñas que creyeron que, efectivamente, una mujer podía tenerlo todo. Aun a riesgo de tener que desarrollar los superpoderes de una Superwoman.

Rania de Jordania lució un decorado traje blanco durante el HeForShe IMPACT Summit de 2018 en Nueva York. (FOTO: D.R.)

No vincularemos el traje blanco de Letizia, o el que luego han lucido Rania, Kate, Máxima o Charlène, al #MeToo. Antes de que el blanco invadiera la política como símbolo del sufragismo y el feminismo, un retorno simbólico impulsado sobre todo por las políticas estadounidenses que se opusieron a Donald Trump (Hillary Clinton, Nancy Pelosi, Alexandra Ocasio-Cortez…), el combo ya había hecho historia.

En los años 70, la modelo nicaragüense Bianca Jagger hizo del traje blanco su seña de identidad. En versión total white con chaleco incluido, con camisa negra o con un lazo del mismo color a modo de pajarita, Jagger hizo de este combo un símbolo de la elegancia de la mujer liberada. Una paradoja, pues puede aducirse que parte de la liberación de las mujeres pasa por no tener que limitarse a lo elegante. Esa es la magia del traje blanco: es capaz de reconciliar opuestos que se atraen.

Una imponente Charlène de Mónaco, con traje blanco en 2014, durante la entrega de trofeos en el torneo de la ATP de tenis que se celebra en Montecarlo. (FOTO: GETTY IMAGES)

El traje blanco marca Letizia reúne en un solo look dos atributos que las monarcas y princesas herederas desean: aparecer como figuras activas y con un trabajo pese a la pasividad a la que condena la tradicional posición de consorte,sin perder belleza, feminidad y factor 'royal'. Otra paradoja que el traje blanco resuelve mágicamente, mostrando suavemente el lado ejecutivo de las princesas y soberanas. Eso sí; fue Jagger la que dio en el clavo al señalar que requiere un traje blanco para que produzca su magia.

«Los trajes de pantalón son prácticos, pero sólo son elegantes cuando están bien cortados y los de Yves estaban muy bien cortados», reconoció Bianca Jagger tras la muerte de Yves Saint Laurent, creador de muchos de sus icónicos trajes blancos. Incluido el de su boda con Mick Jagger en 1971, aunque en ese look cambió los pantalones por una falda. Se lo perdonamos, claro.