Lo que no se vio de Letizia en la cena de gala en Holanda: el misterio del taburete, los pies ocultos de la reina y la conexión secreta de Amalia en Madrid

Después de que los reyes de los Países Bajos, Máxima y Guillermo Alejandro, recibieran con honores a Felipe VI y a la reina Letizia vestida de verde en la emblemática plaza Dam de Ámsterdam, los dos matrimonios, que han hecho gala de una gran conexión y sintonía en los últimos años, han participado en distintos actos de la cena de gala, el plato fuerte de la jornada. Ofrenda floral ante el Monumento Nacional, (con lookazo con mensaje de Máxima ), almuerzo privado y visita a la Fundación Cruyff y al puerto de la ciudad, han marcado las actividades.

Pero el plato fuerte del día llegó por la noche con la cena de gala que los reyes de los Países Bajos han ofrecido a Felipe y Letizia. El despliegue de vestidos y tiaras que ha tenido lugar en el Palacio Real no solo nos ha permitido contemplar el esperado duelo de estilo entre Letizia y Máxima , la gran novedad ha sido el estreno de la heredera al trono Orange en una visita de Estado. Y la princesa Amalia ha arrasado en la cena de gala .

En una jornada marcada por la lluvia, la asturiana nos sorprendía con su look de día: un vestido verde de tweed de Moisés Nieto que completaba con un tocado de lo más original, firmado por la marca española Balel, en la que también confió para la coronación de Carlos III en Londres.

Llegado el inicio de la cena de gala, los royals nos sorprendían con una foto de grupo, como si fueran un equipo de fútbol sala o un cuadro del siglo XVIII. En la imagen aparecían en primera fila y sentados tanto los reyes de España como de Holanda y detrás de ellos la princesa Amalia –que escogía para su gran día un vestido de gala escotado con capa y la legendaria tiara Pavo Real– la princesa Beatriz y su hermana Margarita. La joven royal ya lució esta tiara el pasado mes de junio en la boda del príncipe heredero jordano Hussein y su esposa Rajwa.

En el desfile de las joyas que adornaban las cabezas reales brilló la gran tiara rusa que elegía una Letizia vestida de forma impecable, estrenando un favorecedor vestido azul cobalto de manga larga firmado por The 2nd Skin. Pero aún más la tiara de los Estuardos por la que apostaba Máxima, que nuevamente volvía a confiar para su look en su diseñador fetiche, Jan Taminiau.

Esta pieza no solo es una de las más valiosas del joyero de la Familia Real holandesa, sino de toda la realeza europea y la última vez que se vio al completo fue en el banquete de Estado de 2018 en Gran Bretaña, cuando visitaron a la reina Isabel. El diamante en forma de gota que la corona es de casi 40 quilates.

Tras la foto de grupo llegaba el turno del besamanos en el que Doña Letizia sorprendía a todos sentada en un taburete mientras el resto de royals saludaban de pie a los invitados. La causa de esta inusual medida ha sido una afección que sufre la reina: una metatarsalgia conocida como neuroma de Morton que ya la golpeó en 2022 y que afecta al metatarso. Esta dolorosa patología, que afecta en mayor medida a las mujeres, se suele ver agravada por el uso de tacones altos y zapatos ajustados.

Esta afección consiste en la irritación o engrosamiento de uno de los nervios de la planta del pie, que son los que dan sensibilidad a los dedos, y se da principalmente en la cuarta o quinta década de la vida de las mujeres. El neuroma se detecta con una ecografía o una resonancia y puede ser del tamaño de una lenteja o más grande, como un garbanzo. Se puede combatir con plantillas especiales, antiinflamatorios o terapias físicas.

Solventado este contratiempo de manera efectiva, las sonrisas de los royals han sido una constante a lo largo de la cena, destacando una vez más la complicidad entre Felipe y Willy, como se le conoce cariñosamente.

Durante la velada los invitados disfrutar onde un menú compuesto por un cóctel de cangrejo con espárragos holandeses, consomé de tomate con ñoquis de albahaca, filete de cordero con polenta y berenjena asada. Para el postre, una tartaleta de caramelo con salsa de chocolate y un mocaccino.

En la mesa principal, decorada como el resto con enormes centros florales, hemos podido ver a la reina Letizia sentada junto al rey Guillermo Alejandro en una silla no muy alta que apenas la hacía asomar por encima de la mesa entre flores y velas. A su lado, Felipe VI y Máxima, y un poco alejada de ellos se encontraba la princesa heredera, a la que han colocado junto a José Manuel Albares, el ministro de Asuntos Exteriores de España.

Entre los invitados destacaron varios famosos futbolistas neerlandeses que han jugado en equipos españoles: la leyenda culé Ronald Koeman, que acudió con su esposa Bertina y el ex Del Real Madrid y Betis Rafael van der Vaart. Especialmente simpático con los reyes de su país se mostró Frenkie de Jong, que milita actualmente en las filas del Fútbol Club Barcelona, y que acudió al banquete con su mujer, la exjugadora profesional de hockey hierba Mikky Kiemeney, tan solo un día después de caer eliminado en la Champions League contra el PSG de Luis Enrique.

No es ningún secreto que España es especial para Guillermo y Máxima de Holanda, ya que en la Feria de Abril de Sevilla es donde surgió la chispa de su amor , y el monarca frisón no quiso obviar ese detalle en su discurso. «España tiene un lugar especial en nuestros corazones. Primero porque fue en ese país donde comenzó nuestra vida juntos. Estuvimos en la Feria de Abril de Sevilla hace 25 años. Las chispas comenzaron a volar... y el resto es historia», recordaba el esposo de Máxima.

Pero tampoco quiso obviar la conexión de su hija Amalia con Madrid , en su caso obligada por las amenazas de la Mocro Mafia en su país, que la obligaron a mudarse a la capital española para estudiar allí durante unos meses. «El año pasado, las circunstancias la obligaron a vivir en Madrid. Desde allí pudo continuar sus estudios en la Universidad de Ámsterdam», añadía durante su discurso su padre, antes de destacar ante Felipe y Letizia que «esto fue posible gracias a los amables esfuerzos de muchos de sus compatriotas y de ustedes mismos. Una conmovedora muestra de amistad en un momento difícil. Me gustaría expresar mi más sincero agradecimiento a usted y a todos los que ayudaron a organizarlo».

Tras los brindis protocolarios, con más intercambios de sonrisas y recibidos con aplausos y con la interpretación del himno español, fue el turno para el rey Felipe de pronunciar unas palabras en inglés. Nuestro monarca, tras expresar su agradecimiento a sus anfitriones por su «estupenda hospitalidad y una fantástica cena», hacía extensiva su gratitud a la princesa Amalia y a la princesa Beatriz,

«Nuestras familias han estado cercanas estos últimos años y han compartido muchas cosas de modo personal y oficial», aseguraba el monarca, mientras destacaba que tanto la monarquía española como la holandesa han contribuido a la «estabilidad, continuidad y la neutralidad política, por el bien común de nuestros pueblos».

Tras dirimir Letizia y Máxima este nuevo duelo de estilo en la cena de gala celebrada anoche, las dos parejas reales se dividen hoy para afrontar distintos eventos en un viaje que Felipe VI alabó a su llegada a los Países Bajos describiéndolo como «un amplio programa cuidadosamente preparado por ambas partes y que nos permitirá poner énfasis y visibilidad a las excelentes relaciones de amistad e intensos vínculos que nos unen a ambas naciones«.

Guillermo Alejandro y su homólogo español presiden hoy en La Haya un encuentro de empresas españolas y holandesas del sector de la ciberseguridad. Posteriormente tienen previsto reunirse con el presidente del Senado y el de la Cámara de Representantes, para ser recibidos después por el viceprimer ministro holandés, Robe Jetten, quien le ofrecerá un almuerzo al que también asistirá el monarca holandés.

Mientras tanto sus esposas tienen una cita en Amsterdam con el LAB6, un lugar de encuentro dedicado a la salud mental donde se organizan actividades relacionadas con el deporte para jóvenes. La siguiente cita de las reinas es también en la ciudad de los canales con un plan con sabor patrio: el décimo aniversario del Festival de Cine Español de Ámsterdam, que tendrá lugar en el Teatro Real Tuschinski.

Esta histórica visita de Estado tendrá su broche de oro con una cena ofrecida por los reyes españoles con la que Felipe y Letizia agradecen su hospitalidad a sus anfitriones. La velada tendrá lugar en un museo dedicado al arte callejero. Tras el mismo, los reyes de España regresarán a Madrid.