Por qué la princesa Catalina Amalia no sigue el ejemplo de su madre, la reina Máxima (y sí el de su abuela la princesa Beatriz)

La princesa Catalina Amalia de Orange ya es mayor de edad, ha dado su primer discurso en el Consejo de Estado de su país y ha dejado claro quién va a ser su referente como reina: su abuela, la princesa Beatriz y no su madre, la reina Máxima. ¿Por qué?

Si quieres ver los mejores looks de la princesa Catalina Amalia, pincha en la imagen/instagram

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Silvia Vivas
Silvia Vivas

La princesa Catalina Amalia de Orange , la futura reina que ha sufrido bullying y a la que lo de ser reina en el futuro la ha mandado al psicólogo lo ha dejado claro desde su primer discurso oficial: a ser reina no se aprende en una escuela y ella tiene claro a quién va a copiar las respuestas de ese examen, a su abuela la princesa Beatriz en vez de a su madre, la actual reina Máxima .

«Durante mucho tiempo, miembros del Consejo de Estado, me consideraré su alumna. Intentaré, consciente de mi responsabilidad, ser una buena estudiante», leyó Catalina Amalia en su primer discurso, exactamente las primeras palabras que su abuela la princesa Beatriz dijo ante esa misma cámara cuando le tocó hablar en su mayoría de edad. ¿Un desprecio a su propia madre la reina Máxima o una muestra de inteligencia política?

En realidad es más lo segundo que lo primero: puede que Catalina Amalia aún no sepa cómo ser reina, pero tiene muy claro cuál de las monarcas que han ocupado el trono de los Orange le cae mejor a su pueblo, y esa no es su madre. Su padre el rey Guillermo y su madre, la reina Máxima, son, en realidad, unos reyes que ostentan ese cargo desde hace relativamente poco: ocho años. Fue el 30 de abril de 2013 cuando la entonces reina Beatrix de Holanda decidió convertirse de nuevo en princesa y abdicar a favor de su hijo.

La reina Máxima mirando con orgullo a su hija la princesa Catalina Amalia dando su primer discurso / instagram

Se acababa con ella un reinado de 33 años, 11 de los cuales realizó en solitario al quedarse viuda, y toda una era de poder regio: con ella llegó el espaldarazo definitivo a los Orange como monarcas, pero también la pérdida de muchos privilegios reales. Mientras Beatriz, cuando fue reina, podía influir en la política del país y liderar las conversaciones sobre la formación del gobierno tras las elecciones, el rey Guillermo ya no posee esas prerrogativas políticas.

Beatriz ha pasado a la historia de los Países Bajos como una buena reina, pero es la última en su estilo. Con Guillermo y Máxima ha llegado una monarquía aparentemente más moderna, glamourosa y relajada, pero también con menos poder con todo lo que ello supone: críticas por despilfarro una semana sí y otra también. Los vestidos de Valentino de la reina Máxima, las vacaciones en tiempos de coronavirus, los viajes clandestinos, el mantenimiento de los cotos de caza, las asignaciones reales… En ocho años la pareja real, con la reina «extranjera» al frente, han acaparado todo tipo de titulares en los medios, y muchos de ellos no han sido precisamente positivos.

Vídeo.

Para los holandeses la princesa Catalina Amalia es físicamente el reflejo de su abuela Beatriz y psicológicamente también prefieren a una reina que se la recuerde. Una princesa capaz de admitir humildemente que le queda mucho por aprender y que renuncia a su paga de más de un millón de euros va por el buen camino. En el extremo contrario estaría su propia madre la actual monarca Máxima, a la que se le echa en cara que es capaz de hacer que se diseñe en exclusiva para ella un modelo solo para lucirlo en una única cena de gala en Berlín. Por lo visto Catalina Amalia sabe escoger bien sus referentes.