amor y netflix Desastre a la vista para Meghan Markle y el príncipe Harry: su ridículo plan para producir cine romántico en plena guerra con los Beckham

El proyecto de vida y negocio en Estados Unidos de Meghan Markle y el príncipe Harry entra en fase de peligro. Y no solo por los rumores de divorci o. En las últimas semanas, ninguna de las actividades benéficas que impulsan desde su fundación Archewell logra ganarle la vida mediática a sus problemas de relación y financiación. Los duques de Sussex no logran hacerse con el relato mediático: su popularidad en 'los States' no hace más que bajar.

Dos cuestiones han hecho especial daño narrativo al tinglado que los Sussex han levantado para convertirse en figuras relevantes en el showbusiness estadounidense. La primera y más preocupante tiene que ver con su acuerdo de negocios con Spotify , la plataforma para la que Meghan Markle produjo un podcast, Archetypes, por 16 millones de libras. Un ejecutivo de la misma filtró a los medios de comunicación que la pareja era «un timo».

Efectivamente: parece que el público no se engancha a los duques de Sussex si no cargan contra la familia real británica abundando en su papel de víctimas de la monarquía. Un trago amargo para las compañías que contrataron con Meghan y Harry para producir contenidos, con la esperanza de lograr bombazo tras bombazo. Parece que interesar y entretener no es tan fácil como la pareja suponía.

Otro relato que pesa en el haber reputacional de Megan y Harry es su relación con Victoria y David Beckham, la pareja británica que sí ha triunfado en Estados Unidos por todo lo alto en su doble faceta empresarial en la moda y el deporte. Los diarios británicos aseguran que Meghan y Victoria no se tragan desde 2018, cuando Herry invitó a David a los Juegos Invictus que se celebraron en Sidney.

Según el biógrafo de la familia real Tom Bower, el príncipe Harry decidió no interactuar con David Beckham en aquel evento a instancias de Meghan Markle. En declaraciones al diario 'The Sun', Bower sostuvo que Markle no quería que los Beckham les eclipsaran de ninguna manera, de ahí su negativa a encontrarse con ellos.

Además, Tom Bower desveló que la duquesa de Sussex estaba dolida con Victoria por no prestarle ropa, a pesar de pedirla insistentemente mientras vivió en Kensington Palace. Sí recibió asesoramiento 'beauty' por parte de Victoria Beckham y, de hecho, una de las expertas de su equipo estuvo a disposición de la duquesa de Sussex.

Más aún: Meghan se alojó en la casa de Beverly Hills de los Beckham antes de casarse con Harry sin coste alguno, pero finalmente Victoria y David no fueron invitados a la boda. Estos se mantienen en lo cortés y políticamente correcto, pero no olvidan estos agravios. De hecho, no invitaron a los Sussex a la gran fiesta de inicio de temporada del Inter de Miami, un gran éxito social y empresarial para la pareja.

Para contraatacar toda esta mala prensa, los duques de Sussex han filtrado detalles de su próximo proyecto profesional y, como decimos, su última oportunidad para reciclarse en Estados Unidos. Tiene que ver con su contrato con Netflix , la plataforma que les ha pagado 80 millones de libras por tenerles en exclusiva. Esto es lo que les ofrecen ahora Meghan y Harry: una película romántica.

Netflix ha pagado tres millones de libras por los derechos para el cine de una novela romántica titulada 'Meet Me At The Lake'. Por lo visto, la trama les recuerda a su propia historia de amor y, de hecho, su autora es una gran fan de Meghan Markle y una enamorada de Toronto, la ciudad donde la duquesa de Sussex grababa la serie 'Suits'. La trama de la novela sucede en la capital canadiense y, de hecho, la película se rodará allí.

En Hollywood existe cierto escepticismo al respecto de este proyecto, por la falta de experiencia de los Sussex en al producción de ficción y por la salida de Archewell de los dos ejecutivos que lideraban la división audiovisual de la fundación. No se entiende que Netflix haya confiado a Meghan Markle y el príncipe Harry un superventas como 'Meet Me At The Lake'.

Además, este no parece un momento idóneo para poner en marcha proyectos audiovisuales de calado. Hollywood y en general las industrias de la ficción audiovisual estadounidense está en pie de guerra por la precariedad que se ha instalado en el sector desde la irrupción de las compañías de streaming como Netflix. Aristócratas como los duques de Sussex llegan a cuerdos millonarios, pero guionistas y actores cobran cada vez menos. Llevan en huelga desde el pasado julio.