De harlem a casa de kevin costner
De harlem a casa de kevin costner
Meghan Markle y el príncipe Harry aterrizaron en Estados Unidos en enero de 2020 con una misión: embarcarse en una carrera profesional dedicada a la beneficencia que pusiera sobre sus cabezas una corona más significativa que la que llevarán el príncipe Guillermo y Kate Middleton. Entonces, la empresa parecía fácil. Hoy, casi un imposible.
De todo el 'portfolio' de proyectos que lideran Meghan Markle y el príncipe Harry, solo los Juegos Invictus consiguen la mínima relevancia global que los duques de Sussex esperan de sus movimientos solidarios. Recordemos algo importante: esta competición deportiva está en manos de la pareja desde antes del 'Megxit', cuando aún trabajaban para la Corona británica.
En realidad, solo el documental de Netflix y las memorias del príncipe Harry en las que se exponían sus sufrimientos en la familia real británica han logrado la viralidad. También las primeras entrevistas que los duques de Sussex concedieron al llegar a Estados Unidos y en las que las acusaciones de racismo escandalizaron al mundo. Su repercusión impulsó el resto de los proyectos de la pareja y su fundación, Archewell.
Hasta la fecha, los proyectos de Archewell vuelan bajo: son acciones solidarias más locales que virales. La única iniciativa de los duques de Sussex que aspiraba a trascender fronteras, un podcast en favor de la diversidad en el que Meghan Markle conversaba con famosas varias, se estrelló en el desinterés de la audiencia. De hecho, su contrato con Spotify se rompió.
El príncipe Harry y Meghan Markle no ha logrado aún un éxito global con su fundación benéfica, Archewell. /
Podría decirse que los Sussex entran en una fase de incertidumbre de su trayectoria, sin un destino claro para sus ambiciones más allá de Netflix. Tanto Meghan como Harry ven, además, como se va desdibujando su identidad, a fuerza de la indiferencia que aplican tanto la familia real británica y el rey Carlos III como Hollywood. ¿Qué son Meghan y Harry si ya no se vinculan ni a los Windsor ni a la interpretación?
En ese despiste existencial parecen jugarse la fortuna los duques de Sussex, protagonistas de rumores de todo tipo que apuntan a distintos destinos para su talento por explotar. El más claro tiene que ver con la producción audiovisual, pues parece que pondrán en pie una comedia romántica que estrenará Netflix. El resto de los movimientos de la pareja, sobre todo de Meghan Markle, son raros. Muy raros.
De momento, no parece que los Sussex estén dispuestos a volverse a poner delante de la cámara. Mucho menos después de filtrarse las exigencias que su equipo de comunicación trató de imponer a una escuela pública que Meghan visitó en 2021 y que aparece en su famoso documental de Netflix.
Meghan Markle, a través de su equipo, exigió moqueta nueva y cojines de color claro para elevar estéticamente su aparición en una escuela pública de Harlem. Aunque el objetivo de la visita era leer algunos pasajes de su libro infantil a niños de seis y siete años, se pretendía la imagen de una aparición estelar de líderes globales.
Con esa narrativa en mente, Meghan Markle aterrizó en un coche de lujo y con un triste look de Loro Piana valorado en más de 7.000 euros en la puerta de una de las escuelas más pobres de Harlem. Casi todos los niños que la recibieron pertenecían a familias en situación económica precaria. Todos tuvieron que firmar un documento en el que se comprometían a no realizar comentarios negativos durante la visita.
La relación sentimental entre los duques de Sussex es objeto de todo tipo de rumores. (FOTO: GETTY IMAGES)
La preocupación de los Sussex por su imagen, por mantener la imagen de líderes globales, continúa siendo un caballo de batalla hasta la fecha. De hecho, el actor Patrick J. Adams, compañero de Meghan Markle en 'Suits', borró a toda prisa de su perfil de Instagram unas fotos del rodaje en las que aparecía la duquesa.
¿Fue a causa de una llamada de Markle? Eso fue lo que se rumoreó, aunque el actor salió al paso explicando que las había hecho desaparecer para no eclipsar la huelga de los actores de Hollywood. En 2017, Adams publicó una foto en la que la duquesa de Sussex le daba un beso en la mejilla y también tuvo que borrarla pocas horas después, esta vez sin justificaciones.
No se terminan aquí las maniobras raras de Meghan Markle, aunque quizá la más extraña sea su reciente amistad con Kevin Costner. Los duques de Sussex se sumaron al grupo de famosos que apoyó un concierto benéfico en su gigantesca propiedad en Montecito, entre ellos, Oprah Winfrey. ¿Tiene sentido que Markle rechazo a los Beckham y, sin embargo, se alíe con la más vieja guardia de Hollywood?
Los movimientos erráticos de Meghan Markle no terminan en su vecindario, sino en dos rumores que deberían preocupar, y mucho a los Windsor. El primero asegura que la duquesa de Sussex está preparada para publicar sus propias memorias, con su punto de vista acerca de todo lo que ocurrió en Londres mientras formaba parte de la Corona británica.
El segundo rumor insistente al respecto de Meghan Markle vuelve a subrayar su vocación política. La duquesa de Sussex asegura que no piensa en presentarse en ningún proceso electoral, pero Incluso Rudy Giuliani, ex alcalde de Nueva York, no descartó la idea: «La política en Estados Unidos se ha vuelto del todo impredecible», opinó.