Camilla Parker-Bowles, ante el retrato de la nieta del rey Carlos III, la princesa Charlotte. /
Nuestra conversación telefónica tiene lugar entre Londres y Madrid. Podía ser también entre Barbate y Madrid, porque hablar con Mercedes Carbonell es situarte en un territorio casi onírico, lleno de humor, giros andaluces, localizaciones anglosajones y artistas contemporáneos a los que ella cita como si estuviéramos sentados con ellos en una mesa camilla. «Lo mejor de Londres es poderme ir a Barbate y lo mejor de Barbate es poder venirme a Londres. Hay un contraste enorme entre dos sitios maravillosos», asegura.
La hermana de Pablo Carobnell, artista por derecho, licenciada en Bellas Artes, trotamundos y vividora, en la mejor acepción de la palabra (ahora diríamos 'procastinadora') se ha hecho un enorme hueco como retratista y a los hechos nos remitimos… La reina Camilla acudió a la galería Kindred Studios y allí se quedó fascinada por un retrato de la nieta de su marido, la princesa Charlotte, basado en una foto que le había hecho su madre, Kate Middleton , cuando tenía solo dos años en su residencia de Anmer Hall . La firmante, Mercedes Carbonell Sánchez-Gijón.
La artista sé dejó impresionar por la presencia de la otrora eterna rival de Lady Di, a quien tiene muy presente. No en vano nos sugiere las siguientes frases, en clave metafórica, para explicarnos lo que sintió al encontrarse con la mujer del rey Carlos III : «Soy más alta que ella, un par de cabezas le saco. He tenido una vida coherente dentro de mi extravagancia y nunca le he hecho daño a nadie siendo consciente de ello».
Mercedes Carbonell es una figura cotizada en Londres y su relación con los Windsor no se circunscribe solo a este cuadro. También había retratado a Meghan Markle cuando todavía no había caído en desgracia entre la opinión pública del Reino Unido. También Kate Middleton estaba en la ecuación en ese momento: «En esa época Petronella Wyatt (ex pareja de Boris Johnson) era mi relaciones públicas. Es una periodista muy buena y escribe estupendamente. De hecho es la que ha escrito mi página web. Me sugirió que hiciera un cuadro de Kate y lo presentáramos en Clarence House. Me puse a ver fotos de la ahora princesa de Gales y de repente me encontré con la foto de Charlotte».
Mercedes Carbonell, con la reina Camilla en la exposición. /
Fueron los sentimientos que suscitó esa inocente fotografía de la hija del príncipe Guillermo los que la llevaron a retratarla: «Me impactó ver a esa niña tan chiquitita con esa mirada tan serena, tan sabia, tan profunda… Lo que impactaba es que no parecía una niña sino la reina Isabel II de pequeña. A la reina Isabel le tengo mucho respeto, es una barbaridad de señora. Por eso, le dije a Petronella que cuando le presentáramos a la reina el retrato de Kate, también le mostráramos el de Charlotte».
Sin embargo, la decisión de los duques de Sussex de marcharse a Estados Unidos contra todo pronóstico truncaron los planes iniciales: «Lo preparamos y de repente Meghan Markle montó todo el pollo así que no hubo presentación. El cuadro de Charlotte lo tuve en subasta en e-Bay. Es el sitio peor donde se puede subastar un cuadro, lo más triste…-nos cuenta, divertida- Aunque en realidad no lo quería vender y lo he conservado para mi colección. Me lo quiero quedar para cuando haga mi exposición individual en el Portrait National Gallery y que la gente pueda hacer grafittis encima».
El retrato de la princesa Charlotte. /
Y añade: «Hay que pedirle a la vida sin parar y pedirle a los amigos que recen por ti. Ahora estoy pidiendo a todo el mundo que ponga una velita al número 11.995 porque me han preseleccionado para el premio de la National Portrait Gallery. Si me seleccionan tendría una exposición colectiva. La dotacion económica del galardón son 35.000 libras».
Con su particular visión de las cosas y la capacidad que tiene de conseguir que sus sueños se cumplan, Mercedes Carbonell piensa a medio plazo y recurre de nuevo al humor para desvelarnos que se trata de lo que los anglosajones llaman 'wishful thinking'. Por eso, nos podemos permitir parafrasear a Lola Flores cuando dijo a Lauren Postigo que ella sus mentiras las convertía en verdad. La experiencia le ha demostrado a la hermana de Pablo Carbonell que los imposibles también son factibles y después veremos algún que otro ejemplo. «Seguro que la exposición la haré antes de cumplir los 70. Tengo ahora 60», concluye entre risas.
«Hay que visualizar las cosas, creer en ti, seguir adelante… Hay días que estás mal, como todo el mundo, pues te metes en la cama, te dices que estás malito y ya lo pensarás mañana… ¡El daño que me ha hecho a mí 'Lo que el viento se llevó'! Hay que tenerle mucho respeto a la vida. Hay una película de Spike Lee que dice: 'Haz lo que debas'. Te apetezca o no, es lo que toca. Por tus sueños tienes que hacer lo que haga falta, aunque sea feo, mientras no le hagas daño a nadie.», asegura Carbonell.
Otro deseo formulado en voz alta que seguramente no tardemos demasiado en ver cumplido: « Me encantaría pintar a Leonor, por supuesto. Me gusta mucho ella. Es una chica muy preparada, es impresionante. Sus padres han hecho un muy buen trabajo con esta niña», asegura la artista, quien también se postula para retratar a una de las máximas figuras televisivas de nuestro país: «A quien realmente me gustaría pintar en directo es a Pablo Motos en 'El Hormiguero'.
La artista, ante el retrato de la princesa Charlotte. /
Y nos explica el motivo: «Cuando estoy pintando en el estudio, me voy a tomar un té y luego quiero empezar otro cuadro diferente. Cuando estoy pintando con gente alrededor que me está mirando o que está pasando al lado o lo que sea, no me puedo despistar. Es como si fuera una obra de teatro en la que una actriz está pintando un cuadro y no puedo dejar de hacerlo. Al hacer uno en directo en ese programa me vería mucha gente pintando y me saldría muy bien. Con sentarme en una esquinita y pintarlo desde ahí tendría bastante».
Al ser prima hermana de una de las mujeres más guapas de España y una actriz excepcional como Aitana Sánchez-Gijón , nos sorprende no encontrar un retrato suyo en su catálogo: «¿Te quieres creer que 'en casa de herrero, cuchillo de palo'? A su padre sí, porque ella y su hermano me encargaron un retrato. Mi tío Ángel era maravilloso. Hace un tiempo, fui a verla a una obra de teatro que se representaba en Córdoba. Le hice fotos para hacerle un retrato y elegimos una que nos gustaba, pero al mirarla con más calma no veía bien ciertas cosas y ahí se ha quedado. Ni he pintado a Aitana ni a mi hermano Pablo».
Volvemos al terreno onírico, a la fuerza del pensamiento, al posibilismo: «La primera persona a la que retraté fue a Luz Casal, de la que soy muy fan. En aquel entonces no sabía hacer retratos. Conocí al marido en el backstage de un concierto de ella. Al terminar, una amiga común me lo presentó. Le conté que era pintora y me preguntó si pintaba retratos. Le dije que sí aunque no había pintado uno en mi vida. ¡Y luego me salió bastante bien!», relata la artista.
Detalle parcial del retrato de Luz Casal. /
Uno de sus encargos más recientes, el de un hombre que conoció la gloria y los infiernos, la adulación de las élites y el ostracismo: «A Mario Conde le hice el reportaje fotográfico y la primera versión se la llevé a España para que lo viera. Antes de acabarlo siempre lo enseño por si hay que modificar algo. Yo estoy entre Barbate y Londres. Y él está entre España y Escocia, porque está escribiendo un libro sobre Escocia, ya que ha descubierto que tiene raíces escocesas. Me tienen que avisar para fijar un segundo encuentro y terminar el cuadro».
Las casualidades y las causalidades le han llevado a relacionarse con poderosas sagas familiares como los Guinness y los Murdoch, también con nombres capitales en el arte contemporáneo: «En mi dormitorio tengo un cuadro del hijo de Lucien Freud y otro de la madre de Damien Hirst, que me regaló por navidades. ¡No sabes qué bonito es! Ella es pintora también y el cuadro es libertad pura. Es una mujer estupenda que tenía dos trabajos para pagar la carrera de su hijo».
Los cuadros que menciona en la entrevista, en su dormitorio. /
Como si de una novela se tratase, Mercedes Carbonell nos relata el devenir de su relación con el emblemático cantante británico David Byrne: «Una amiga cuando éramos jovencitas, con 23 ó 24 años, me puso por primera vez discos de David Byrne, de los Talking Heads. Tal como empecé a escuchar la música me dije que quería conocer a este hombre. Cuando me casé, mi hermano lo trajo a Zahara de los Atunes. Me lo presentó en una cena en la que éramos mucha gente. Fui a la parte de atrás del restaurante y veo de repente una nevera de cervezas y una persona mirándola. Me acerqué y era él. Me preguntó que dónde se metía el dinero. Se la abrí, porque no era una máquina de bending. No se necesitaba dinero. Fue muy divertido».
«Un día bajando por el metro, en Londres, iba pensando en las camisetas que hice cuando me casé, en verde clarito. En ellas ponía 'Yo me casé con Mercedes Carbonell'. Cuando David venía a Zahara a veranear la traía puesta. A lo largo de los años he seguido teniendo trato con él. Iba pensando, como te digo, que no le había dicho a David que me había separado y me había divorciado. En el metro vi de repente el cartel de una actuación suya. Hablé con su oficina de representación y fui a la presentación del festival. Ese día le llevé una camiseta en lila que decía 'Yo me divorcié de Mercedes Carbonell'»
No podemos acabar sin hablar de sus hermanos y los estrechos vínculos que mantienen ante circunstancias que no siempre han sido fáciles: una compleja relación con sus padres («aunque eran maravillosos, no quiero entrar en más detalles ahora»), con el mayor de los hermanos, con el que no se hablan ninguno de los demás, y la muerte de su hermana Nuria, aquejada del síndrome de Prader-Will.
«Mi hermano Pablo y mi hermana Elena son todo para mí, estamos muy unidos. Tenemos un grupo de WhatsApp que se llama Apoyo moral Carbonell y cada uno cuenta ahí sus películas. Ahí contamos lo que estamos haciendo cada uno creativamente o si necesitamos algo de los otros», nos desvela.
Para concluir, muestra su orgullo de hermana y es en esta fase de la conversación cuando la notamos más entusiasmada. Más incluso que hablando de sus propios logros: «Mi hermana pequeña, Elena, que vive en Amsterdam, ha sido traductora de profesión, pero es una mujer muy cómica, es una cómica de lujo. Ahora se dedica profesionalmente a ello. Tiene un grupo, Esasylaughs, con el que hacen improvisación. No solo actúan, son todos cantantes. Lo hacen en inglés y se adaptan a todo. A Pablo y a mí nos hace mucha ilusión que nuestra hermana pequeña esté cumpliendo este sueño».
20 de enero-18 de febrero
Con el Aire como elemento, los Acuario son independientes, graciosos, muy sociables e imaginativos, Ocultan un punto de excentricidad que no se ve a simple vista y, si te despistas, te verás inmerso en alguno des sus desafíos mentales. Pero su rebeldía y su impaciencia juega muchas veces en su contra. Ver más
¿Qué me deparan los astros?