Accidente mortal 10 años de la muerte de Friso de Orange, la tragedia que convirtió en reina a Máxima de Holanda

Friso de Holanda murió en el palacio de Huis Ten Bosch, en La Haya, sin recuperar la consciencia. Tenía 44 años. Había sufrido un grave accidente, en la estación austriaca de Lech, el 17 de febrero de 2012. Quedó sepultado en la nieve, inconsciente, por causa de un alud, y tras un rescate que duró 20 minutos y tratar de reanimarle durante más de una hora, ya no se recuperó. Había permanecido demasiado tiempo sin oxígeno y quedó en coma. Su muerte fue un acontecimiento traumático para la familia real y su recuerdo siempre está presente.

Friso disfrutaba de su último día de vacaciones, junto a su amigo Florian Moosbrugger. Había peligro de avalanchas por una abundante nevada caída en los días anteriores. Friso, un esquiador experimentado, quedó sepultado bajo una capa de varias decenas de centímetros de nieve. Fue trasladado al Hospital Universitario de Innsbruck, en Austria. El parte oficial fue dramático: aseguraba que los daños cerebrales eran irreversibles y que se desconocía su alcance.

La reina Beatriz abdicó algo más de un año después del accidente, el 30 de abril de 2013. Sufrió una ligera depresión tras la pérdida de su hijo. Pero era una manera de referirse con discreción a un dolor profundo, del que es difícil recuperarse para una madre. En los últimos años de su reinado, tras haberse enfrentado a los problemas que plantearon las bodas de sus hijos, con jóvenes que no eran de la realeza, la enfermedad depresiva de su esposo, el príncipe Klaus, y los escándalos provocados por las hijas ilegítimas de su padre, Bernardo, y sus negocios irregulares, Beatriz tenía que asumir el mayor sufrimiento de su vida.

Algunos señalan que el luto por la muerte de su hijo adelantó sus planes de abdicación. «La responsabilidad sobre nuestro país debe recaer en manos de las nuevas generaciones», dijo en el discurso en el que anunciaba su abdicación. Su luto todavía duraría varios meses y ella quería vivirlo en la intimidad.

Juan Friso Bernardo Christian David de Orange nació en Utrech, el 25 de septiembre de 1968. Era un gran amante del deporte, especialmente del golf y del esquí. Le gustaba la velocidad. Su niñez, junto a sus hermanos Guillermo y Constantino fue tranquila y muy familiar, en el castillo de Drakenstei. Los tres se llevaban muy poca diferencia de edad. Su vida cambio cuando su madre ascendió al trono y la familia se trasladó al palacio de Hui Tens Bosch, en La Haya, y tanto él como sus hermanos se convirtieron en el objetivo de los medios de comunicación y de la curiosidad popular.

Friso siempre destacó por su inteligencia y su brillantez. Tenía una gran curiosidad intelectual. Estudió la secundaria en el liceo Eerste Vrijzinnig Christelijk de La Haya, y, al finalizar, estudió dos años de Ingeniería Mecánica en la Universidad de California, en Berkeley. Más tarde prosiguió sus estudios en la Universidad de Delft, donde se graduó en 1994 en Técnica Aeroespacial.

También estudió Economía Empresarial en la Universidad Erasmus y obtuvo un MBA en Francia. Trabajó en el mundo de las finanzas durante unos años, en puestos relevantes, entre otros, en el banco Goldman Sachs como vicepresidente de inversiones. Después ocupó cargos importantes en varias empresas holandesas, la última Urenco, como director financiero.

A pesar de su carácter disciplinado y de su lealtad a la corona, el matrimonio de Friso no estuvo exento de polémica. La elegida, Mabel Wisse, una joven emprendedora de éxito, con dos licenciaturas «cum laude» en Económicas y Ciencia Política, había tenido una relación, años atrás, con Klaas Bruisma, un conocido narcotraficante holandés. El Parlamento se opuso al matrimonio, alegando que la joven no había explicado de forma suficiente esa relación, algo más profunda que una simple amistad. Además, un antiguo agente secretó desveló que Mabel había trabajado como espía para los holandeses durante la guerra de Bosnia y que había tenido un romance con el ministro de asuntos exteriores bosnio.

Friso no cedió, pero tuvo que renunciar a sus derechos al trono . La pareja se casó finalmente el 23 de abril de 2004. La anécdota de la jornada fue el vestido de la novia, una creación de los holandeses Viktor & Rolf con 250 lazos. Friso y Mabel tuvieron un matrimonio feliz. Se instalaron en Londres y fueron padres de dos hijas, Luana y Zaria, que hoy tienen 14 y 13 años. Friso fue siempre un padre dedicado y amante de su familia. No era infrecuente verle pasear con sus hijas por las calles de Londres y disfrutar de una comida sencilla con ellas en cualquier local de hamburguesas. De vez en cuando, Friso y Mabel participaban en algunos actos oficiales, si se lo pedía la reina Beatriz . Llevaban una vida tranquila, dedicados a proyectos humanitarios.

El tiempo ha pasado y ha ido apaciguando el dolor, especialmente en el caso de la hoy princesa Beatriz. Tras su accidente, Friso permaneció ingresado durante una larga temporada en el Hospital Wellington de Londres, especializado en daños neurológicos, pero fue en vano. De allí fue trasladado a Holanda, para morir rodeado de los suyos. Su esposa, la princesa Mabel, una brillante mujer de negocios, y sus hijas no se separaron de él. Se celebró un funeral muy íntimo, al que solo acudió, además de la familia, el rey Harald de Noruega , su padrino de bautismo. Hoy descansa en el cementerio de Lage Vuursche.